AGRUPACIÓN POLÍTICA

Un nuevo grupo de viejos dirigentes wilsonistas se alinea con Álvaro Delgado

Todos tienen una misma “afinidad” o “sensibilidad” que abreva en un espíritu u origen wilsonista.

Interna blanca. Foto: Francisco Flores
Interna blanca. Foto: Francisco Flores

No es tiempo electoral ni de hablar de candidaturas, dicen, insisten, repiten los dirigentes del Partido Nacional. Lo reafirman sobre todo en público, en los discursos que se pronuncian en congresos sectoriales o en ruedas de prensa, pero también es cierto que se dice puertas adentro, en reuniones, encuentros y conversaciones informales.

Porque lo importante, subrayan -y se hacen eco de un mensaje que transmite a los suyos el presidente Luis Lacalle Pou- es la gestión del gobierno.

Esto no quita, sin embargo, que los nacionalistas no hagan política pensando en 2024. Porque la hacen, y mucho, a sabiendas de que el lugar que ocupa el partido es complejo, ya que después de décadas el colectivo abandonó el llano para dirigir un gobierno, y esto tiene una contracara no tan positiva: pensar en las próximas elecciones más de dos años antes es mucho más fácil hacerlo desde la oposición que desde la responsabilidad del poder.

Pero todos son conscientes de que tienen que hacerlo, porque los equipos y los proyectos no se arman de un día para otro, y sobre todo porque los dos últimos líderes del partido de las pasadas instancias no competirán en 2024: no lo hará el conductor nacionalista indiscutido, porque hoy ocupa la Presidencia de la República y no se permite la reelección; y ya no está entre los blancos Jorge Larrañaga, fallecido en mayo de 2021.

Toda esta reflexión estuvo arriba de las mesas, cargadas de carne, de la sede de la Asociación de Funcionarios de la Cámara de Representantes -una casa ubicada en el Prado-, que fue escenario el jueves por la noche de una primera reunión entre varios dirigentes que, en su mayoría, tienen tres particularidades en común.

La primera es que se encuentran distanciados de los sectores a los que pertenecían hasta hace algunos meses y que, por diversas razones, hoy se consideran “en un limbo” en lo que a grupos políticos respecta.

Por ejemplo, estuvieron en este asado los intendentes Carlos Moreira (Colonia), José Yurramendi (Cerro Largo) y Wilson Ezquerra (Tacuarembó), todos con un pasado en Alianza Nacional, grupo del que hoy están alejados. También participaron Martín Fernández, presidente del Instituto Nacional de Cooperativismo, hoy independiente de cualquier agrupación; Luis Calabria, director general de Secretaría del Ministerio del Interior -este sí integrante actual de Alianza Nacional, y uno de los promotores de la corriente larrañaguista-; el diputado Álvaro Dastugue, quien en la campaña anterior acompañó al entonces precandidato y hoy senador, Juan Sartori; el diputado Javier Radiccioni, de la lista 400; y el subsecretario de Ambiente, Gerardo Amarilla, del sector Todos, entre varios otros.

Ante las consultas que hizo El País, hubo quienes se preocuparon en señalar que su asistencia a la reunión fue en calidad de “invitados”, y que si bien admiten la sintonía ideológica con el resto, marcan que eso es todo y que es muy pronto para tomar definiciones políticas.

No obstante, hubo otros que deslizaron un entusiasmo distinto con el proyecto que puede cristalizar en un futuro no tan lejano. Es, en todo caso, una idea que estaba sobrevolando desde hace tiempo. De hecho, este encuentro iba a realizarse meses atrás en el departamento de Colonia, pero por un tema de agenda de algunos dirigentes quedó postergado hasta este jueves. Ahora, el compromiso en que quedaron es que el grupo tenga estas instancias de encuentro con cierta periodicidad, tal vez una vez por mes.

“El concepto principal es que somos un grupo de compañeros cercanos ideológicamente y que vamos a empezar a reunirnos para ir formando algo de cara al futuro”, sintetizó uno de ellos.

Las otras sintonías

La segunda característica compartida es que todos tienen una misma “afinidad” o “sensibilidad” que abreva en un espíritu u origen wilsonista. Y la tercera es que, aunque todos remarcan eso de que no se puede pensar ahora en candidatos, hay sí cierto consenso en que, hoy por hoy, la candidatura del secretario de Presidencia, Álvaro Delgado, es la más “natural” y la que ya “está instalada”, al menos dentro del gran grupo que es Todos Hacia Adelante.

Esto tampoco quiere decir que todos estos dirigentes ya hayan decantado por un apoyo declarado al hombre más cercano que tiene el presidente, y que además se posiciona actualmente como el favorito en la interna blanca, a juzgar por las últimas encuestas (ver aparte).

Lo que sí se puede decir, señalaron a El País algunos participantes de esta reunión, es que estos dirigentes hoy se inclinan por Delgado, aunque también hay quienes “no se cierran” a la posibilidad de apoyar algún otro nombre, cuando los tiempos electorales se abran en forma definitiva. “Todo el tema de las candidaturas está muy verde y sabemos que pueden surgir algunas otras en un tiempo”, se señaló.

Como sea, todos los participantes de este asado, o casi todos, expresaron su parecer en la sobremesa sobre la proyección de este grupo y sobre la realidad política que atraviesa el partido y el país, y lo que quedó patente es que hay un acuerdo en torno a la necesidad de generar justamente un “espacio de reflexión” entre dirigentes con un pensamiento similar.

Hay acuerdo también en que, como estrategia básica y primordial, se debe defender enfáticamente la gestión que está llevando adelante el gobierno, de alguna forma respondiendo también a otro de los mensajes que ha bajado Lacalle Pou a las filas nacionalistas, en cuanto a la necesidad de hacer frente a la oposición en la batalla mediática, y no dejar que el Frente Amplio y el Pit-Cnt marquen la agenda.

Y en lo otro en que estos dirigentes coinciden es que es importante que el partido no se vea absorbido por el gobierno, otro de los riesgos advertidos por el mandatario en más de una oportunidad. ¿Qué implica esto? Procurar que el colectivo se mantenga activo, que se produzca un intenso “contrapunto de ideas”, todo lo cual servirá para contribuir a que “haya un partido vivo” y preparado para enfrentarse a la posibilidad histórica de poder mantenerse en el poder en 2024. El desafío no es sencillo, porque debe hacerse evitando que la colectividad no se “electoralice”, una preocupación que tiene el presidente del directorio nacionalista, Pablo Iturralde, según publicó el semanario Búsqueda días atrás.

Favoritismo de encuestas no causa sorpresa

En los últimos días se dieron a conocer dos encuestas tanto de Opción como de Equipos Consultores que marcaron que Álvaro Delgado es hoy la figura del Partido Nacional que lidera la interna de su partido e incluso aparece como el mejor posicionado dentro de la coalición de gobierno. En el Partido Nacional tomaron esta foto de la realidad como la más natural, dado el alto nivel de exposición que ha tenido el secretario de Presidencia y su rol en la gestión de gobierno. Por eso nadie se llamó a sorpresa. Además, dicen, la verdadera carrera electoral todavía no ha empezado.

Delgado: jóvenes blancos tienen un “desafío histórico”

Este fin de semana es y ha sido intenso para el secretario de Presidencia, quien recorrió varios departamentos para tener, sobre todo, encuentros con jóvenes nacionalistas a pocas semanas de las elecciones juveniles del partido. En pocas horas, Delgado estuvo en Canelones, San José y Durazno, y de vuelta en Montevideo, en donde también tuvo actividades.

Ayer, luego de un encuentro mantenido en San José, el dirigente se refirió en rueda de prensa a la importancia que le atribuye, precisamente, a la instancia electoral que tendrá lugar en octubre de este año, en particular debido al rol movilizador que tienen los jóvenes dentro de la colectividad. “Recodemos que en la elección pasada, en 2017, hubo 68 mil jóvenes votando en el Partido Nacional”, dijo Delgado, según recogió Telemundo. “Es una cifra que alienta y pone una vara muy alta. (Fue) una generación que hizo al partido muy movilizado, y permitió entre otras cosas -agregó- tener el resultado que tuvimos en 2019, con Luis (Lacalle Pou) encabezando la columna del Partido Nacional y la coalición de gobierno, cambiando (el gobierno) y ganando la confianza de la gente”.

Por eso, las elecciones internas que se avecinan tienen para Delgado “más importancia”, porque son en todo caso una preparación para enfrentar “un desafío histórico”, que no es otra cosa que adentrarse en un escenario poco frecuente para los blancos: luchar para ganar una reelección.

“No es muy habitual en la historia del país que una coalición de gobierno, y con el Partido Nacional encabezándola, pueda de nuevo ser merecedora de la confianza de la gente. Para eso tenemos que trabajar”, aseguró el jerarca. E insistió: “Esta generación de jóvenes que se va a elegir el 1º de octubre (...) es la que tiene el desafío de volver a darle al partido la posibilidad de volver a dirigir los destinos del país”.

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