Interna de socialistas al rojo vivo por "debacle electoral"

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Un Comité Central con acusaciones cruzadas fue el que tuvieron los socialistas el pasado fin de semana. Después de un duro documento en el que se criticó al secretario general Gonzalo Civila por su campaña a la presidencia del Frente Amplio, los renovadores advirtieron de la “debacle electoral” y pidieron frenar la “caída libre” en la que se encuentran. Por su parte, los ortodoxos cuestionaron la “desviación a la derecha” de algunos de los integrantes de la corriente minoritaria.

En medio de una interna compleja, que incluye pases de facturas, se resolvió que el Congreso donde se define el rumbo que tomará el Partido Socialista se convocará para el 2 y 3 de julio. Luego de esto se conforma el nuevo Comité Central y en un plazo de 30 días se deberá elegir al próximo secretario general que sucederá a Civila.

La previa del Comité Central estuvo marcada por un duro documento de los renovadores, firmado por 170 dirigentes, entre ellos los últimos tres secretarios generales que antecedieron a Civila: Eduardo “Lalo” Fernández, Mónica Xavier y Yerú Pardiñas.

Allí se pide “frenar la caída libre” en la que se encuentran, como informó La Diaria, pero también se habla de una “derrota muy contundente para los socialistas y para la candidatura presidencial de nuestro secretario general”. Esto, aseguran, queda plasmado con el hecho de que el sector se ubicó en cuarto lugar de votación (después del PCU, MPP y los seregnistas progresistas) y la candidatura de Civila quedó tercera, “detrás del voto en blanco”.

En ese marco, cuestionaron que la candidatura se presentara como “la izquierda de la izquierda” y criticaron las alianzas electorales con sectores como La Amplia (de Carolina Cosse), Casa Grande, el PVP y la Lista 711, que según afirman carecen de “peso electoral” a nivel nacional. “Nos hundimos y nos acercamos a la tradicional representación casi testimonial de nuestros aliados”, advirtieron los renovadores.

De Civila consideraron que estructuró una campaña buscando posicionarse como el “candidato del pueblo frenteamplista de a pie”, el que no fue elegido por las “cúpulas”, en contraposición al discurso del actual presidente Fernando Pereira, “que supuestamente era rechazado por sectores militantes a los que fastidiaba su pasaje ‘exprés’ desde el movimiento sindical a la conducción frenteamplista”. A eso agregaron que Pereira: “No solamente ganó, arrasó en todo el país”.

En la reunión del Comité Central del pasado sábado, que se hizo por Zoom, el ambiente fue de tensión, aunque desde la dirección se habló de “buen clima”. “Hubo un intercambio bastante fuerte”, reconocieron a El País participantes.

Para los renovadores, el documento sirvió para que se aprobará rápidamente la fecha del Congreso que iba a ser en agosto y ahora se hará en julio.

Los principales referentes ortodoxos optaron por no entrar en discusiones de fondo, pero integrantes de esa ala menos visibles en la opinión pública hablaron de “desviación a la derecha” de los dirigentes renovadores y se los comparó a la socialdemocracia europea. Lo que molestó a varios.

Sobre los que se fueron por diferencias con la actual dirección, dijeron que no tenían el suficiente “rigor político” y eran “aves de paso”, contaron fuentes socialistas. Los informantes indicaron que alrededor de 400 decidieron dar un paso al costado del sector por discrepancias ideológicas con la dirección que encabeza Civila.

Una de las resoluciones adoptadas el pasado sábado por el Comité Central del Partido Socialista hace foco en la necesidad de “discutir una profunda reforma de la Constitución”, no para habilitar la reelección consecutiva de un presidente, sino para generar un nuevo marco normativo que, por ejemplo, señalaron fuentes, ponga a la propiedad por debajo de otros derechos. Además, hay quienes entienden que sería una buena oportunidad para habilitar por ejemplo el voto de los uruguayos que residen en el exterior.

En ese sentido, los socialistas promoverán la discusión dentro del Frente Amplio tomando como base una serie de propuestas realizadas en el 2015. El sector plantea elaborar una “propuesta integral de reforma” en el marco del debate sobre un proyecto de país a mediano y largo plazo. La cual, “debe reunir amplios acuerdos entre las mayorías sociales y podría plebiscitarse junto con la elección nacional del año 2024”, señalan los socialistas.

Por otro lado, expresaron “absoluto rechazo” a una reforma de la seguridad social que se base “en la pérdida de derechos por parte de trabajadores y jubilados”.