NEGOCIO EN DUDA

IM resignó millones de dólares para "salvar" al Hotel Carrasco

La Intendencia de Montevideo (IM) cobra menos por canon para que siga abierto; de percibir US$ 5,7 millones en 2016, hoy recibe US$ 1,5 millones.

Hotel Carrasco. Foto: Archivo El País
Hotel Carrasco. Foto: Archivo El País

Cuando el 8 de marzo de 2013 por la noche se reinauguró el Hotel Carrasco a toda pompa, con la llegada de la entonces intendenta de Montevideo, Ana Olivera, en un carruaje centenario, la satisfacción era por recuperar un emblema arquitectónico de la ciudad y la expectativa de que fuera un emprendimiento exitoso. De esa suerte dependería cuánto dinero podría ingresar a las arcas de la comuna.

Cuando ganó la licitación en 2009, Carrasco Nobile se comprometió a pagar un canon que consistía en el 18,8% de las ganancias que generara el casino. Y con un fijo anual que rondaba los US$ 2,5 millones. Luego, a partir de 2017, esta cifra se duplicaba. Pero año a año desde que reabrió sus puertas la situación se fue complicando.

Tal es así, que en 2015, momentos en que los equipos de Olivera le traspasaban la gestión a los de Daniel Martínez, este tema estuvo sobre la mesa como una preocupación. Incluso, fue un planteó que, según dijeron exfuncionarios de la Intendencia de Montevideo, la propia Olivera le hizo a Martínez. En conversaciones entre ambos la saliente jefa comunal le advirtió que el compromiso que asumió Carrasco Nobile sería difícil de afrontar por lo que debía estar atento a que en algún momento el concesionario podría tener problemas.

Y las dificultades llegaron a inicios de 2016 cuando la empresa no pudo pagar la totalidad del canon y generó una deuda con la comuna de US$ 1,3 millones. En agosto el concesionario envió al seguro de paro a 65 personas aludiendo a que el negocio del casino no funcionaba. La situación era compleja y, según relataron miembros del gabinete de Martínez, “era notorio en los números” que el negocio no daba resultados.

De hecho, un alto integrante del equipo de gobierno departamental aseguró a El País que se estuvo “a media hora” de que el concesionario se fuera y, una vez más, el Hotel Carrasco quedara sin operativa.

“Se puso en la balanza todo. El hotel cerrado no generaba ni un peso para la intendencia. Todo lo contrario porque además había que gastar en mantenimiento”, explicó un funcionario que formó parte de la negociación con la empresa.

“Por eso, se concedió”, agregó y concluyó diciendo que “se priorizó salvar el emblema para la ciudad aunque no ingresara el dinero ya acordado” en las condiciones de la licitación de 2009.

Finalmente, el 1° de diciembre de 2016 se modificaron “los términos de la concesión”. Y Carrasco Nobile pasó a pagar un canon muy inferior al inicial. Tras aprobarse en la Junta Departamental montevideana, la nueva normativa definió que en los siguientes tres años el concesionario debía pagar un 7,5% sobre las ganancias -lo que se conoce como el WIN- Y que si superaban los $ 525 millones en adelante regiría una escala progresiva (ver aparte).

Esto repercutió en las arcas de la intendencia que con el paso de los años vio cómo de recibir cerca de $ 200 millones pasó a ingresarle una cuarta parte.

Para que todo el negocio de hotel y casino fuera redituable el juego debía funcionar. En particular atrayendo a los apostadores de gran porte. Y eso no ocurría.

Fuentes vinculadas al negocio del juego relataron que era “muy difícil” lograr que los grandes jugadores, que en su amplia mayoría llegan desde el extranjero, se interesaran por jugar allí. “No alcanza con darle una habitación y traerlos. También hay que ofrecer espectáculos y para quienes vienen les resulta más atractivo jugar en el Conrad”, explicó uno de los informantes.

El cambio de condiciones repercutió directamente en que la Intendencia de Montevideo recaudara menos. Así, mientras en 2016 Carrasco Nobile abonó a la comuna capitalina por concepto de canon $ 172.499.116 -unos US$ 5,7 millones de aquel entonces- al año siguiente, con la entrada en vigencia de la nueva modalidad de cobro, el concesionario pagó $ 101.324.015 -US$ 3,5 millones-, unos $ 70 millones menos.

En 2018 la recaudación de la intendencia volvió a ser muy inferior, comparado con el régimen previo. Si bien aumentó en relación al año anterior, fueron $ 123.477.520 -unos US$ 4 millones-, alrededor de $ 50 millones menos.

En 2019, último de los tres años que se regirían por un 7,5% de las ganancias, la recaudación cayó estrepitosamente. La intendencia recibió $ 50.706.723 -US$ 1,4 millones al dólar de ese año-, de acuerdo a datos reflejados en los balances de la comuna.

Este año fue especialmente bajo ya que el registro es incluso menor al que se dio en 2021 y levemente superior al de 2020, ambos años en pandemia, lo que implicó una caída drástica en la actividad.

En 2020, año en que desde marzo se instaló la pandemia por covid-19, Carrasco Nobile pagó $ 43.061.362, que al dólar de ese año apenas superó US$ 1 millón. Y en 2021, aún con la actividad mermada por el impacto de la emergencia sanitaria, la comuna recibió por concepto de canon $ 63.335.430 -cerca de US$ 1,5 millones-.

Más allá de la importante baja en la recaudación de la comuna, la advertencia que hacen allegados al negocio de casinos es que la estrategia de Carrasco Nobile aún no ha dado resultados para captar a los jugadores de gran porte, que son quienes permitirían que la actividad crezca.

Sin embargo, las actuales autoridades de la Intendencia dijeron a El País que por el momento no hay sobre la mesa ningún planteo para modificar las condiciones otra vez.

Identidad

Al reabrir sus puertas el Hotel Carrasco la entonces intendenta de Montevideo, Ana Olivera, resaltó que con la reinauguración del emblemático edificio toda la ciudad se beneficiaba. “Hemos recuperado parte de nuestra identidad”, dijo la jefa comunal frenteamplista tras cortar la cinta en la noche del 8 de marzo de 2013. En el evento participaron más de 1.000 personas, entre ellas el vicepresidente de aquel momento, Danilo Astori.

¿Qué se otorgó al hotel y qué se pidió a cambio?

Al ingresar en el cuarto año de operativa, en 2017, Carrasco Nobile debía pasar a pagar unos US$ 420.000 mensuales de canon, lo que implicaba duplicar los US$ 210.000 que abonaba hasta ese entonces, según lo establecido en la concesión.

La empresa dijo que no podía afrontarlo y envió al seguro de paro a 65 empleados en agosto de 2016 para “equilibrar las cuentas” de forma anticipada. La intendencia cedió y acordó que en lugar de pagar un canon del 18,8% de las ganancias en 2017, 2018 y 2019 abonaría un 7,5% si no superaba las 150 millones de unidades indexadas (UI) -unos $ 600 millones. Si la facturación era superior correría una escala gradual, que es la que se aplicaría de 2020 en adelante.

Esta escala implicaba que entre 0 y 30 millones de UI seabona un 18,8%, hasta 60 millones un 12%, hasta los 90 millones un 9%, hasta los 200 millones un 7,5%, hasta 300 millones un 9% hasta 400 millones un 12% y en adelante un 15%. Además, se estableció un “pago mínimo” de canon de 11.500 UI -que ronda los US$ 50.000 mensuales.

En ese momento también se concedió a Carrasco Nobile la posibilidad de financiar en 24 entregas una deuda por $ 78 millones que se había generado por impagar el canon.

Como contrapartida, el concesionario se comprometió a invertir US$ 4 millones “en obras de acondicionamiento y mejoras de la infraestructura interior y exterior” junto a “obra en el entorno del hotel”. Las mejoras iban acompañadas de un plan de inversión para atraer grandes jugadores. Y también aceptó renunciar a acciones de reclamo que había iniciado ante el Tribunal de lo Contencioso Administrativo.

Etapas de un edificio histórico

Una obra con más de 100 años

El Hotel Carrasco fue inaugurado el 29 de enero de 1921 bajo la sociedad anónima “Balneario Carrasco” que fue liderada por Alfredo Arocena. Si bien las obras de construcción iniciaron en 1912, las implicancias de la Primera Guerra Mundial llevaron a que el trabajo constructivo debiera detenerse, en principio, y postergarse luego para años siguientes.

Visitado por grandes figuras

El emblemático hotel se convirtió en un ícono de Montevideo que acompañó el desarrollo de la ciudad. Esto permitió que a lo largo del paso de los años hubo importantes figuras que se hospedaron allí como el reconocido físico alemán de nacionalidad norteamericana Albert Einstein, así como el destacado poeta español Federico García Lorca.

Crisis y caída del emblema

Luego de años de éxito, el Hotel Carrasco, que desde su inauguración ya era propiedad de la Intendencia de Montevideo, pasó por momentos de decadencia a partir de la segunda mitad del siglo XX. Si bien fue declarado monumento histórico y fue elegido como locación para filmar películas, el negocio de casino y hotel dejó de ser redituable.

Un nuevo resurgir con socios

En el gobierno departamental de Ricardo Ehrlich (2005-2010) la Intendencia de Montevideo decidió asociarse con inversionistas para reflotar el Hotel Carrasco. Esto no implicaba únicamente revalorizar el emblema sino también que la comuna capitalina dejara de gastar dinero de sus arcas en un costoso mantenimiento del enorme edificio.

El estilo Sofitel y el futuro

El consorcio Carrasco Nobile ganó la licitación y fue el adjudicatario. Se asoció con la cadena hotelera francesa Sofitel y el hoy centenario edificio pasó a llamarse Sofitel Casino Carrasco. El negocio económico comenzó a mostrar dificultades y con la falta de crecimiento que advierte la actividad del casino el futuro es una incógnita.

Reportar error
Enviado
Error
Reportar error
Temas relacionados