POR UN DELITO DE HOMICIDIO CULPOSO

Solicitan seis años de prisión al conductor del camión del accidente en los accesos

La fiscal Sabrina Flores alegó que el chofer actuó “con indiferencia” y demostró un accionar “imprudente”.

Accidente fatal en los accesos. Foto: Estefanía Leal.
Accidente fatal en los accesos. Foto: Estefanía Leal.

Por un delito de homicidio complejo culposo, la fiscal Sabrina Flores solicitó a la Justicia que condene al conductor del camión -cuyo cargamento rompió el puente peatonal en los accesos a Montevideo- a seis años de prisión. Según indica el fundamento de la acusación, Carlos G. “no tomó las precauciones necesarias” antes de pasar por debajo del puente transportando una retroexcavadora.

El escrito continúa afirmando que el acusado mostró un accionar “imprudente” al no verificar si pasaba por allí, ya que el puente marcaba el límite de altura en “4,90 metros” y esta altura era “insuficiente” para su vehículo y el cargamento.

En resumen, se menciona que Carlos G. actuó con “indiferencia” y “sin el debido cuidado” en un siniestro que provocó un muerto y cuatro heridos.

Consecuencias

La caída de la construcción provocó la muerte de Pablo Recalde, de 52 años. El pizzero, que se dirigía a la zona de El Dorado (Canelones) quedó atrapado entre el asiento y el airbag de su camioneta. Los bomberos lograron sacarlo con vida, pero a los minutos falleció en el lugar.

Sobre la ruta también transitaban las docentes María José B. (35) y Micaela G. (26) en un auto Suzuki Alto. Para la primera de ellas el accidente significó una muñeca quebrada y un trauma psicológico. Para Micaela un corte profundo sobre una de sus cejas.

Norberto A. conducía un camión de auxilio mecánico cuando sucedió el accidente. De forma ágil logró frenar abruptamente y salir ileso. El conductor del camión Iveco, descendió y comenzó a ayudar a los presentes. Primero a las docentes, que no presentaban heridas graves y luego a Pablo Recalde.

Lo llamó varias veces, pero no obtuvo respuesta. Atinó a expulsar a los mirones que estaban en el lugar, al menos hasta que llegó el auxilio médico y autoridades policiales. Luego de esto se apartó de la escena.

Del otro lado del puente caído, sentada en la baranda, Melina O. escuchaba los gritos desgarradores de su sobrino Lucas. Ambos caminaban por el puente, cuando se derrumbó y cayeron al pavimento. Melina estaba embarazada de entonces 34 semanas y su mayor preocupación era su bebé. Tiempo después pudo confirmar que sobrevivió a la caída. Su sobrino en tanto, sufrió un profundo corte en la zona genital que llevó posteriormente 10 puntos, además de lesiones en su pierna derecha que requirieron saturación.

Investigación

Antes del siniestro la retroexcavadora que llevaba el camión, fue colocada por un compañero de trabajo de Carlos G. Este último daba instrucciones a su colega, por lo que la Fiscalía determinó que fueron ambos responsables de la disposición del brazo de la máquina. Este argumento, sumado al que cataloga de imprudente la maniobra de Carlos G. al rebasar el puente cuando las condiciones de la carga eran “ampliamente excesivas”, constituyen la base más fuerte de acusación contra el conductor.

Pero de la investigación elaborada por Fiscalía se obtuvieron otros elementos, que complejizan el caso. Entre estos aparece que la chata que transportaba la retroexcavadora recibió observaciones por el laboratorio de Accidentología Vial y Laboral. En su informe enviado a la fiscal Flores, dicha repartición dice que los neumáticos no se encontraban en buen estado y presentaban un “desgaste excesivo” en sus bandas de rodamiento.

Fuera de esto, las condiciones reglamentarias del camión y la chata ponen su foco en la empresa constructora. El camión tenía vencido el Permiso Nacional de Circulación desde setiembre de 2020. La chata que transportaba la retroexcavadora, también tenía su Permiso Nacional de Circulación vencido desde 2018. Asimismo, la empresa tenía en aquel momento una flota de 13 vehículos, todos con la documentación ya vencida, lo que imposibilitaba su circulación.

Defensa del conductor sostiene su inocencia

La defensa de Carlos G, a cargo del abogado Nicolás Pereyra, mantiene como fundamento de su accionar la inocencia del acusado. De hecho, prevé contestar la acusación fiscal con pruebas técnicas en el marco del juicio oral, a celebrarse el año próximo. Una responsabilidad mayor de la empresa, es uno de los ejes a impulsar. Esta muestra un incumplimiento a las normativas y no previó la formación adecuada para que sus trabajadores desempeñen sus roles.

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