HOMBRE MORDIDO POR UNA SERPIENTE

Jugaba con una coral y terminó envenenado

Peón internado por moderdura de ponzoñosa serpiente.

Serpiente de coral. Foto: Google
Serpiente de coral. Foto: Google

En las primeras horas de la mañana de ayer un hombre de 28 años encontró una serpiente de vivos colores cerca de su casa en Berrondo, una pequeña localidad situada a 7 kilómetros de la ciudad de Florida. Era una Micrurus altirostris, conocida por su nombre vulgar como "coral".

La tomó con sus manos y jugó con ella durante un rato. Se la mostró a sus vecinos, se sacó fotografías con su celular. Cerca de las 10 de la mañana. después de estar un buen rato en las manos del hombre, el ofidio atacó. Movió su pequeña cabeza y le mordió un dedo inoculando su veneno.

La víctima se desprendió del animal pero siguió jugando con él, y recién al mediodía comenzó a sentirse mal. Fue hasta el hospital de Florida y contó esta historia a los médicos.

El paciente quedó internado y la coral fue a parar a un bollón. Al respecto, el subdirector del hospital de Florida, Luis Rodríguez, confirmó a El País que la víctima del ataque ponzoñoso recibió un tratamiento clínico que incluyó la aplicación de una dosis de suero antiofídico y se le asistió mecánicamente el aparato respiratorio.

Sorpresa.

Un informe histórico sobre accidentes con ofidios elaborado por el Instituto de Higiene, señala que en el período comprendido entre los años 1993 y 2002 se registraron entre 60 y 70 episodios por año dentro del territorio nacional.

Felizmente, las defunciones son poco frecuentes por la administración de suero antiofídico. No obstante, en muchos casos quedan secuelas de gravedad en las personas.

La mayor parte de las víctimas de mordeduras de ofidios se enfrentaron a cruceras, yararás y en menor medida a las cascabel. Hay muy pocos antecedentes de accidentes con corales. Lo sorprendente para los investigadores es que en menos de una semana se conocieron dos denuncias al respecto: una es la del peón de Florida y la otra fue de la hija de dos años del sindicalista argentino Marcelo Balcedo, preso en Cárcel Central, que al parecer fue mordida por esta especie en la chacra familiar de Playa Verde el pasado 8 de febrero.

El investigador del Museo de Historia Natural Enrique González se vio sorprendido por el accidente con la Micrurus altirostris.

"Es un animal fosorial, anda mucho bajo tierra o entre las piedras, no es agresivo, es tímido. Tiene la boca muy pequeña, lo que le dificulta para morder", indicó el experto.

Ante un accidente con ofidios, los médicos recomiendan lavar la herida con agua y jabón y dirigirse al centro de salud más cercano. Por consultas, llamar al Centro de Asesoramiento Toxicológico (CIAT) al 1722.

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