PASÓ EN 2018

La IMM debe pagar U$S 30.000 por extraviar cenizas en el Cementerio del Norte

La Intendencia de Montevideo solicitó una investigación administrativa de urgencia, pero no se identificaron responsables. Aún así, la familia los demandó y ganó el juicio por daños y perjuicios.

Encontraron el cuerpo de un hombre en el Cementerio del Norte. Foto: archivo El País.
Cementerio del Norte. Foto: Archivo El País.

En 2018 el Cementerio del Norte fue escenario de un escándalo. Los funcionarios de la necrópolis llamaron a la hija de un militar retirado, que había fallecido cinco años atrás y sepultado en ese lugar, para avisarle que debían cremar el cuerpo, por lo que les dieron fecha para el 15 de agosto a las 12:30 horas del mediodía.

La familia llegó puntual y vio cómo los funcionarios sacaron el cajón. Les preguntaron si querían reconocer el cuerpo y ellos dijeron que no, que bastaba con haber visto la chapa identificatoria que tenía el féretro, con el número de documento de su padre grabado.

A las 12:45 horas entraron a la sala de espera del crematorio. Desde las ventanas pudieron ver cómo una camioneta con dos ataúdes se dirigía hacia allí; uno era el de su padre. Recién dos horas después un funcionario se acercó a ellos con una chapa identificatoria y les preguntó si era la de su padre. Le dijeron que sí, le entregaron la orden y la urna. Era el encargado del crematorio, que les anunció que iban a demorar una hora o una hora y media, y que si querían podían irse y volver en un rato.

Se fueron y regresaron a los 50 minutos. Laura llegó y preguntó si las cenizas de su padre estaban listas; el encargado dijo que no. A las 17:30 horas volvió a preguntar, y otra vez le dijeron que no. Unos 15 minutos más tarde fue él quien la llamó para decirle que habían perdido todo: las cenizas, la urna, la chapa identificatoria y la orden de cremación.

El ataúd donde descansaba su padre estaba vacío, así que suponía que ya lo habían cremado.

Los sepultureros buscaron en cada rincón del cementerio, incluso en una cañada dentro el predio por si “una persona malintencionada” habría tirado los restos allí.

La Intendencia de Montevideo (IMM) en su momento dispuso una investigación administrativa de urgencia que duró 120 días. Este análisis concluyó que no era posible “imputar responsabilidad funcional alguna por la desaparición verificada a ninguno de los funcionarios partícipes de la cremación ni al jefe operativo del turno”. A pesar de que admitían que hubo una “situación irregular”, indicaron que carecían de “elementos probatorios suficientes para imputar dolo o culpa a alguno de los funcionarios presentes”.

Sin embargo, la familia del difunto demandó a la intendencia por los daños y perjuicios provocados por desaparecer las cenizas.

El juez de lo Contencioso Administrativo de 4° Turno, Alejandro Martínez de Las Heras, falló a favor de la familia -representada por los abogados Pedro Larrosa y Carmen Vázquez- el 27 de mayo de este año. La Justicia argumentó que el extravío de los restos del militar retirado se debieron a “la falta de debida diligencia en el accionar de la IMM”, no solo por lo que hicieron sus funcionarios, sino también porque existían antecedentes similares (por lo menos dos casos) y la propia intendencia había advertido la necesidad de establecer un nuevo protocolo de actuación. Aun así, no se había cambiado nada.

Fue así que la IMM fue condenada a pagar los daños morales a la familia del difunto cuyos restos continúan desaparecidos. Se condenó al organismo a pagar US$ 6.000 a la esposa del fallecido y la misma suma a cada una de sus hijas al igual que US$ 3.000 a sus dos nietos y su bisnieta.

De todas formas, esta sentencia fue apelada por la intendencia y, en tanto, pasó al Tribunal de Apelaciones para ser analizada.

Hubo varias expresiones muy "fuera de lugar"

Cuando Laura y su familia se presentaron al Cementerio del Norte al día siguiente de que los funcionarios extraviaran las cenizas de quien fue su esposo, además de padre y abuelo, el director del cementerio se aproximó a ellos y les dijo: “¿Ustedes son los del problema?”. Esa frase en tono despreocupado quedó grabada en la memoria de la hija del militar fallecido. La mujer dijo a El País que el director de la necrópolis le pareció “una persona lamentable” por sus tantas expresiones “fuera de lugar”. “Pedimos explicaciones, y para nuestro asombro nos dicen que fueron a buscar la urna a una cañada, a lo que preguntamos por qué. Nos dijeron que podía haber alguien malintencionado que hubiera retirado las cenizas y las hubiera tirado allí, lo que no se me pasa por la cabeza pensar cómo es posible”, contó Laura.

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