LA SALIDA DE UNA FISCAL MEDIÁTICA

Darviña Viera, la fiscal mediática que se va por la puerta trasera

La Operación Océano no era el único caso que investigaba Darviña Viera. Tenía en su oficina varias decenas de expedientes relacionados con delitos sexuales que debía indagar.

Darviña Viera en conferencia de prensa por la Operación Océano. Foto: Leonardo Mainé
Darviña Viera en conferencia de prensa por la Operación Océano. Foto: Leonardo Mainé

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Se acercaba el fin de semana del 9 y 10 de mayo de 2020. Darviña Viera había sido designada como fiscal de Delitos Sexuales de 5° Turno por el fiscal de Corte, Jorge Díaz. Viera sabía que tenía un trabajo duro por delante dejado por su antecesora en el cargo, Sabrina Flores, que había investigado supuestos casos de abusos sexuales a menores.

Dada la complejidad del expediente, Viera lo llevó para su casa y lo estudió el fin de semana. Sabía que el lunes tenía que ordenar a la Dirección de Crimen Organizado e Interpol las primeras detenciones. Así comenzó la Operación Océano en Montevideo.

Tres días más tarde, el 13 de mayo de 2020, la fiscal logró que la entonces jueza de garantías, Adriana de los Santos -hoy ministra de un Tribunal de Apelaciones- procesara a cinco personas, entre ellas a un exjuez de Menores, un diputado suplente del Partido Colorado, un abogado y docente universitario de Derecho, un arquitecto y un productor de eventos. La jueza les imputó un delito de retribución o promesa de retribución a una menor para que realizara actos sexuales o eróticos.

A partir de ahí, la fiscal Viera y su equipo, Fulvia Favretto y Giuliana Realini -hoy en otra fiscalía-, fueron un torbellino que sorprendió a imputados y a abogados penalistas por igual.

El 20 de mayo de 2020, a una semana de los primeros procesamientos, la Justicia también formalizó la investigación por el mismo delito para otras seis personas: cuatro empresarios, un economista y un fotógrafo.

En esta segunda audiencia ya no fue tan fácil para Darviña Viera y su equipo. Los penalistas contratados comenzaron a replicar los argumentos de la Fiscalía. Por primera vez se escuchó en el Juzgado que la víctima indujo a error a los adultos mostrándoles una cédula de identidad perteneciente a una chica de más de 18 años o diciendo a los adultos que era mayor cuando estos le preguntaban su edad.

El 20 de marzo de 2020 había ocurrido un hito que le dio otro cariz a la investigación: el cuerpo de una de las adolescentes que aparecía en los chats en poder de la Fiscalía y de la Policía fue encontrado flotando en aguas del arroyo Solís. La chica había estado desaparecida cuatro días. Por esa fecha, la Operación Océano ya era un vendaval: tenía 30 imputados y cinco víctimas.

Sin equipo.

Julio de 2020. El frío se hace sentir por el viento del mar que se encajona por la calle Juan Carlos Gómez. La fiscal sale del Juzgado luego de una audiencia por la Operación Océano. Luce cansada. Lleva en el brazo tres carpetas verdes. Una de ellas tiene escrito el número 9. El cronista pregunta:

-¿Van a ser nueve los casos?

-No. Tengo más carpetas en la Fiscalía- responde Darviña Viera con una sonrisa.

En la Fiscalía nadie duda de la capacidad de trabajo de la fiscal y de su equipo. Tampoco hay dudas sobre su honestidad intelectual. La mayoría de los abogados penalistas también destacan esas virtudes de Viera.

“Pero se va en el momento crucial del juicio. Sabe que no hay pruebas reales contra los 32 imputados. Solo tres o cuatro están realmente involucrados. Ella se va en el momento en que tiene que hacerse responsable de las imputaciones que hizo; abandona la pelea”, agregó el defensor.

Las críticas a la estrategia de la fiscal también surgen de su interna. Algunos fiscales consideran que Viera se apuró en formalizar a los 32 imputados. “Es probable que hubiera sido presionada desde el punto de vista político para obtener resultados rápidamente”, dijo a El País una fuente de la Fiscalía.

Darviña Viera. Foto: Marcelo Bonjour
Darviña Viera. Foto: Marcelo Bonjour

Para varios de sus colegas, Viera debió haber optado por la estrategia de investigar sin un plazo y luego pedir los procesamientos cuando hubiera recogido todas las pruebas. Sin embargo, la fiscal optó por juntar “en una misma bolsa” a imputados con distintas responsabilidades. Algunos de ellos no conocían el rostro de la víctima, entonces menor de edad; otros solo intercambiaron mensajes; y un grupo minoritario dio drogas o dinero a la chica a cambio de actos eróticos. Con ese método de agrupar a los 32 imputados en una sola causa, la fiscal generó que todos los abogados aunaran esfuerzos en una estrategia común.

En ese grupo se encuentra la flor y nata de la abogacía penal del país, inclusive varios docentes grado 5 de Derecho Penal. Por ejemplo, el 18 de octubre de este año, más de 30 penalistas armaron una mesa común en el restaurante de la Plaza Fabini. Allí, entre otros, debatieron las repreguntas que harían más tarde a la principal víctima.

Para enfrentar a esos defensores, Darviña Viera contó con el apoyo de las fiscales adscriptas Favretto y Realini, consideradas por sus pares como fiscales con gran futuro, pero que hoy carecen de experiencia. La fiscal Viera también recibió el respaldo de las unidades de Víctimas y de Litigación. Pero no obtuvo la ayuda de fiscales experientes como ocurrió en el pasado con casos relacionados con el crimen organizado.

La Operación Océano no era el único caso que investigaba Darviña Viera. Tenía en su oficina varias decenas de expedientes relacionados con delitos sexuales que debía indagar.

Según los fiscales consultados, Viera no contó con una ayuda como sí la tuvo el entonces fiscal de Homicidios, Juan Gómez -hoy fiscal de Corte-, cuando durante más de un año no tuvo turnos para poder sacar adelante todos los casos que se habían agrupado en su fiscalía. Una situación similar tiene hoy la fiscal especializada en Estupefacientes, Mónica Ferrero, que no tuvo turnos un tiempo para poder investigar casos complejos de crimen organizado, dijeron las fuentes.

Agregaron que otros de los errores cometidos por la fiscal fue no percibir que en las copias de las carpetas investigativas entregadas por la Policía a los defensores no estaban los dos celulares de la principal víctima; tomó declaraciones como imputado a un hombre y no las incluyó en el expediente y optó por la declaración anticipada de la víctima que deja al descubierto la estrategia fiscal.

La fiscal Mariana Alfaro va a suplantar a Viera. El 4 de noviembre de este año, Alfaro deberá solicitar a la jueza María Noel Tornarelli la extensión de las medidas cautelares para los 32 indagados y la ampliación de la investigación. Es probable que consiga una prórroga de seis meses más. En ese período, Alfaro deberá estudiar un expediente de tres teras y 350 gigas de memoria. Equivalen a 30 millones de archivos. Si fueran en papel llenarían un camión con zorra.

Muchos Océanos

Con aciertos y errores, la fiscal posicionó en la agenda el delito de retribución o promesa de retribución a menores o incapaces a cambio de actos eróticos. “Hay muchos Océanos en este país”, decía. Trabajadora incansable y dueña de una gran tenacidad, Viera se plantaba firme ante connotados penalistas. No obstante, el volumen de información generada en el caso la superó. Acostumbraba llevar cajas llenas de documentos que depositaba cerca durante las audiencias.

Juan Gómez, fiscal de Corte: “No se afectarán plazos procesales”
Conferencia de prensa de Juan Gómez. Foto: Francisco Flores

El fiscal de Corte, Juan Gómez, dijo ayer que la fiscal Darviña Viera dejará la Operación Océano por “una situación médica” y advirtió que “no se afectarán” los plazos procesales.

Viera pasará a ocupar la titularidad de la Fiscalía de Delitos Sexuales de 6° Turno.

“Esa resolución (el traslado de Viera ) obedece a dos razones principales: en primer lugar el estricto cuidado de los recursos humanos de la Fiscalía ante una situación de salud”, afirmó Gómez en conferencia de prensa. Y agregó: “En segundo lugar cumplir con la propia sociedad de dar respuestas sin ningún tipo de impedimento”.

Asimismo el fiscal de Corte detalló que al hablar de “dar respuesta” lo que se busca es responder “a la población, a las víctimas, al sistema, a los testigos y a los imputados, sin que se vean afectados por una situación particular” como lo es la salud de la fiscal Viera.

“Esas son las causas más resaltables de esta decisión que se adoptó ayer (por el jueves 28) previa conversación con la propia doctora Darviña Viera, en cuanto a que el procedimiento no podía estar supeditado a múltiples subrogaciones de una fiscal impedida por razones de salud a participar, en este caso, en un proceso que despierta la atención de toda la población”, destacó.

Gómez dijo a El País que Darviña Viera le trasmitió que pensaba jubilarse a corto plazo.

En la conferencia de prensa, el jerarca presentó a la fiscal Mariana Alfaro que suplantará a Darviña Viera y, por tanto, será quien se encargue de la investigación que cuenta con 32 imputados y 18 víctimas.

La muerte de una adolescente

Corría marzo de 2020. Una adolescente, que se relacionaba con adultos, estaba deprimida, según declararon sus amigas. El 16 de marzo de ese año, la adolescente salió de su casa en un Uber hacia Tres Cruces, donde iba a subirse a un ómnibus con destino a Punta del Este. Las cámaras de la rambla y testigos la registraron ingresando al agua a la altura de la playa Trouville. Un testigo le gritó. “¿Qué hacés? ¡Salí del agua!”. La chica sacudió los brazos. El testigo vio que la corriente la llevó hacia unas rocas. Luego llamó a la Prefectura. El móvil llegó enseguida. Los marineros buscaron a la menor durante dos días. Nada. “La adolescente se cayó al agua. No se sabe si se autoeliminó o si la tiraron en Montevideo. Eso está en investigación”, declaraba la fiscal de Atlántida, Mirna Busich. Poco después, el caso fue derivado a la fiscal Darviña Viera. Hasta el momento todo indica que la chica se autoeliminó. Dejó una nota a su padre.

El traslado de la jueza Larrieu.

El jueves 7, la jueza Beatriz Larrieu abandonó el caso de Operación Océano para integrar un Tribunal de Apelaciones. En su lugar asumió en forma transitoria la jueza María Noel Tornarelli. El retiro de Larrieu es considerado por las defensas de los 32 imputados como un mojón del caso, ya que la magistrada en los casi dos años de gestión llegó a conocer al dedillo los pormenores de la investigación.

La jueza de garantías, Beatriz Larrieu, se expedirá sobre los pedidos de nulidad del caso planteados por abogados penalistas. Foto: Archivo El País
La jueza Beatriz Larrieu. Foto: Archivo El País

"El ascenso de la doctora Larrieu a un Tribunal de Apelaciones es un hito. Larrieu llegó a conocer la causa a pleno, por lo que su ida le ocasionó un gran perjuicio a las partes”, dijo un abogado penalista a El País. Larrieu es una magistrada con experiencia. No tiene una mancha en su legajo, según dijo la Corte en el Parlamento. Fue jueza de Paz en Salto. Luego ocupó los cargos de jueza letrada en Bella Unión, Salto, Colonia, Montevideo y jueza especializada en Crimen Organizado.

Abogados no acceden a un celular

El Tribunal de Apelaciones del 1er Turno desestimó una demanda de algunos de los imputados por Operación Océano. Estos pedían la nulidad de la causa debido a que, advertían, no tuvieron acceso al contenido de dos celulares de la principal víctima en tiempo y forma.

En una primera instancia la jueza Beatriz Larrieu -hoy ministra de un Tribunal de Apelaciones- había desestimado el planteo de “ocultamiento”, sobre todo por no haber podido acceder a lo que había en uno de los teléfonos de la víctima principal. Los abogados de 25 de los imputados advirtieron ante el tribunal que la Fiscalía “violentó abiertamente” el ejercicio efectivo del derecho a defensa, por no entregar adrede evidencias en su poder. Los defensores se refirieron así a dos teléfonos, un IPhone X y un IPhone 7. Archivos de esos celulares fueron mostrados en audiencias por parte de la Fiscalía. Los abogados dijeron que no accedieron a esos mensajes.

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