SE INVESTIGA

Caso Lola: testigos niegan ante el juzgado la versión del acusado del homicidio de la joven

El imputado declaró que se cortó trabajando en supermercado de Valizas.

Juzgado Penal de Rocha. Foto: Ricardo Figueredo.
Juzgado Penal de Rocha. Foto: Ricardo Figueredo.

Testigos que declararon ayer en el Juzgado Penal de Rocha desmintieron la versión brindada por Leonardo David Sena (40), acusado de haber dado muerte a la joven argentina Lola Chomnalez el 28 de diciembre de 2014 en Valizas.

En su declaración ante el juez penal de Rocha, Juan Giménez, Sena dijo que, entre la noticia de la desaparición y el hallazgo de la mochila, se lastimó el dedo índice de la mano izquierda con una botella de vidrio que se rompió mientras ordenaba unos casilleros de cerveza en el supermercado “333”. Para cubrir su herida, le pidió a una compañera de trabajo dos curitas y se las colocó. Luego, llenó su termo con agua caliente, tomó el mate y se dirigió a la playa.

Minutos más tarde, dijo, encontró tirada la mochila de Lola. La abrió, sustrajo dinero, se limpió la herida en una toalla y se fue.

Lo que Sena nunca supo fue que su sangre quedó mezclada con la de Lola en el DNI y en la toalla. Ello prueba que el hoy imputado por el crimen había estado con Lola al momento de su muerte.

El pedido de procesamiento de la fiscal Jessica Pereira señala: “Asimismo, la mancha masculina en la toalla y en el DNI (de Lola Chomnalez ) son de la misma persona, de sexo masculina (Leonardo David Sena)”.

Y advierte: “A consecuencia de que el imputado revisó el monedero, así como la mochila (de Lola Chomnalez) es que surge su sangre mezclada con la de la víctima, lo cual da la pauta de que fue un partícipe del hecho, ya que probablemente también se lastimó al herir (a la joven) manchándose a su vez con la sangre de esta”.

El proceso penal sobre el homicidio de Lola Chomnalez, se dirime por el viejo Código de Proceso Penal donde el juez participa de la investigación.

El caso se encuentra en la etapa de manifiesto donde las partes pueden presentar pruebas. En ese sentido, la fiscal Pereira ofreció tres testigos. Se trata de personas -dos hombres y una mujer -que trabajaron en el supermercado donde trabajó el imputado en diciembre de 2014. Como se trata de un pequeño comercio, generalmente son las mismas personas las contratadas durante la temporada veraniega.

Según supo El País, dos testigos recordaron a Sena pese a que este trabajó una semana en el lugar y un tercero señaló que no lo ubicaba allí. A los tres testigos se les mostró fotos del imputado. Dos testigos que lo recordaron negaron que Sena se hubiera cortado mientras reponía bebidas en una estantería, según declaró a la Justicia. Es decir, ambos testigos desmintieron el relato del presunto homicida de Lola.

Es evidente que los testimonios de esos testigos echa por tierra uno de los argumentos esgrimidos por la defensa de Sena. El imputado declarará hoy en el Juzgado sobre el eventual episodio ocurrido en el supermercado “333” y el hecho de que su sangre se encontrara mezclada con la de la víctima en el DNI y en la toalla.

Negativa

El 23 de mayo de este año, momentos antes de ser imputado por el homicidio de Lola, Sena dijo al juez Giménez que no mató a la joven argentina.

Y agregó: “En 2014 no dije (nada) por miedo, por nervios (que había encontrado la mochila de Lola). Quizás estuve mal todo este tiempo por no haber hablado. No maté a esa chiquilina. Nunca he matado a nadie. Ni a una mosca”.

El relato de lo ocurrido, según la fiscal Pereira

En su pedido de procesamiento, la fiscal Jessica Pereira señaló que, a las 15:00 horas del 28 de diciembre de 2014, Lola Chomnalez caminaba por la playa desde Valizas hacia Aguas Dulces. En ese momento, y coincidiendo con el horario de descanso de Leonardo David Sena, este se cruzó con Lola y mediante la fuerza la llevó hacia la zona de médanos a unos 145 metros de la playa.

En dicho lugar, el imputado acompañado por otra u otras personas, dijo muerte mediante sofocación a Chomnalez para apoderarse de su dinero. Lola recibió además cinco heridas de cuchillo en el cuello, debajo del maxilar y en el brazo. Según los peritos, los cortes demostrarían que la víctima fue herida por dos armas distintas, “lo que daría lugar a la existencia de más de un agresor”.

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