ENTREVISTA

El Cachila, acusado de encubrir crimen de Lola: "Me puse en la mano de Dios porque era inocente"

El cuidacoches, Ángel Moreira, reconoció que dijo "cosas equivocadas" porque "estaba muy drogado".

El cuidacoche Ángel Moreira. Foto: Darwin Borrelli.
El cuidacoche Ángel Moreira. Foto: Darwin Borrelli.

El invierno se había adelantado ese 21 de mayo de 2019. El frío sacaba vapores de las bocas de las personas paradas frente al Juzgado de Rocha, ubicado en Lavalleja y Treinta y Tres.

Una ambulancia llegó a toda velocidad y se detuvo frente al Juzgado. Dos policías abrieron la puerta trasera de la ambulancia y bajaron al cuidacoche, Ángel “el Cachila” Moreira.

Menudo, con la camisa y el buzo hacia afuera, un vaquero que le caía porque no tenía cinto y unos championes sin atar, eran elementos que dejaba atrás la imagen del monstruo que mató a Lola Chomnalez, en la playa de Valizas el 28 de diciembre de 2014.

“El Cachila” estuvo poco tiempo dentro del Juzgado. Cuando salió, todos los periodistas sabían que había sido procesado con prisión por un delito de coautoría de homicidio especialmente agravado. Es decir, para la Justicia Moreira había estado en el momento en que asesinaron a Lola. Poco después, en una calle empedrada de Rocha, iluminada por unos faroles que trataban de cortar la densa y fría niebla, la entonces defensora pública del “Cachila”, Yesica Biquez, dijo a El País que no creía en la culpabilidad de su defendido.

“El pedido de procesamiento de la Fiscalía se funda en elementos parciales” y advirtió que iba a apelar el fallo de la Justicia -el caso se sustancia por el viejo Código del Proceso Penal donde el juez investiga y luego sentencia-.

El expediente fue a un tribunal. Ese cuerpo mantuvo el procesamiento de primera instancia contra “el Cachila. Sin embargo, alertó al magistrado que, sin perjuicio, tratara de llegar a las pruebas que confirmaran que el cuidacoche estuvo donde se cometió el crimen de Lola.

Ayer, el juez Letrado de Rocha de 1° Turno, Juan M. Giménez Vera, absolvió al “Cachila” del delito de encubrimiento por el que estaba acusado, informó Búsqueda y confirmó El País con la Suprema Corte de Justicia. Es decir, la acusación contra el cuidacoche pasó de coautoría de homicidio a encubrimiento.

“(Moreira) no resulta presente en la escena del hecho,”, expresa el fallo del juez.

Por su parte, Biquez dijo: “Yo suponía que “el Cachila” iba ser absuelto; él no estuvo en Valizas cuando ocurrió el crimen”.

A las 19:00 horas de ayer, las puertas de la cárcel de Cerro Carancho (Rivera) se abrieron para “el Cachila”. Acompañado por su abogado, Martín Morena, el cuidacoche suspiró aliviado al oír el ruido de los portones al cerrarse a sus espaldas.

En una entrevista concedida a El País, Moreira señaló que los tres años en prisión no fueron fáciles. “No veía a mis hijos, pasaba medicado, pero me trataron bien”, dijo.

El País: En sus declaraciones en el Juzgado, usted afirmó que conoció a Lola, que le vendió una estampita. ¿Por qué dijo eso?

Moreira: Lo que pasa es que cuando me agarraron yo estaba muy drogado. Yo fumaba mucha pasta base. Dije cosas mal, equivocadas. Pero ellos (la Justicia y la Policía) no tenían ninguna prueba contra mí. (...) Este es un momento de emoción. Lo que quiero es comer una buena comida y ver a mis hijos.

EP: ¿Usted estuvo mucho tiempo sin ver a sus hijos?

Moreira: Si. Hablaba mucho con ellos por teléfono. Por ahora mis hijos están viviendo en Montevideo.

EP: En el tiempo que estuvo en prisión, llegó a pensar en el caso Lola. ¿Fue así?

Moreira: En la cárcel me puse en la mano de Dios. Tengo dos hijas mujeres y un varón. No soy capaz de matar a una persona nunca.

EP: Antes de la entrevista usted me señaló que lo que sufrió durante este proceso había sido una gran injusticia.

Moreira: Si. Dios sabía que yo era inocente. También decía para mi que era inocente. Cuando vi (en la televisión) en mi casa que habían matado a la chiquilina, dije a la madre de mis hijos: “Mataron a una muchacha en Rocha”. A la semana vinieron policías, me llevaron a una comisaría, me mostraron la foto de la chica y me dijeron que cometí el hecho. Nunca estuve con la chiquilina.

Claves de la sentencia

Antecedentes. La Fiscalía tomó como válidas las declaraciones de Angel Moreira acerca de que tenía antecedentes penales por haber lesionado a una persona y las incluyó en su acusación. En su sentencia, el juez Juan Giménez Vera djio que ello no surge del Registro Nacional de Antecedentes Judiciales. “El imputado es primario absoluto”, dice fallo.

Declaración. El 20 de octubre de 2020, se tomó la declaración como testigo de la hermana del cuidacoche sin informarle que ella podía abstenerse. Lo declarado, señala el juez Giménez Vera, “adolece de nulidad insanable”.

Pericia semiológica. “La declaración de un indagado sujeta a una valoración de su gestualidad corporal, resulta nula absolutamente, y la misma suerte deben correr los restantes informes producidos por la semióloga (...). lo que
resulta inadmisible en un sistema garantista".

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