INSEGURIDAD

Tiene 21 años y acumula cuatro asesinatos

El fiscal de Rivera lo acusó por los crímenes y pidió que se le aplique la pena máxima.

Frontera de la ciudad de Rivera y Santana do Livramento. Foto: Mateo Vázquez.
Frontera de la ciudad de Rivera y Santana do Livramento. Foto: Mateo Vázquez.

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Pablo Goncálvez ya dejó de ser el único asesino en serie del país. En 2013, veinte años después de los crímenes protagonizados por Goncálvez, varios sicarios asolaban Casabó, un barrio de la periferia de Montevideo.

Los sicarios eran adolescentes de 16 y 17 años conocidos como el “Dibu”, “el Sebita” y el “Tuerto Purri”. Todos integraban una banda criminal que operó entre 2013 y 2014. Fueron mencionados en por lo menos 17 crímenes por encargo de dueños de “bocas” de venta de drogas.

A esa nefasta lista de matadores seriales se le suma ahora un joven de 21 años de Rivera, carente de antecedentes penales. En junio de este año fue acusado por el juez riverense, Marcos André Silveyra, y la fiscal Alejandra Domínguez, de cometer cuatro homicidios muy especialmente agravados por el concurso (delitos simultáneos).

Durante la audiencia, la fiscal Domínguez solicitó para el imputado la pena máxima de penitenciaria -30 años de cárcel más 15 años de medidas de seguridad eliminativas-. El monto de la pena de 45 años se debe al nivel de violencia empleado por el matador en los cuatro crímenes.

El defensor público, Daniel Armand Ugon, deberá responder la acusación en una audiencia que se realizará en breve y luego comenzará el juicio penal, dijeron fuentes del caso a El País.

El joven es acusado de haber dado muerte el 12 de enero de este año a la madre y al padrastro de un niño de cinco años. Las víctimas, de origen brasileño, aparecieron quemadas dentro de un auto cerca de la ciudad de Rivera. El niño fue visto con vida al día siguiente de los homicidios y luego desapareció.

El 23 de febrero de este año, en una conferencia de prensa realizada por el jefe de Policía de Rivera, Wilfredo Rodríguez, y la fiscal Domínguez, se supo que el menor había sido trasladado por una familia a la ciudad de La Paz, Canelones.

Para dar con el paradero del pequeño se realizaron una “serie de allanamientos”, hubo detenciones y “personas declararon con identidad reservada ante un juez”, dijo Rodríguez. Y agregó que también se divulgaron imágenes, lo que “sirvió para que la persona” que tenía al menor “llamara a la Policía”.

“Había sido acogido por una familia. Se ve que siente afecto por la persona con la que está. Estamos hablando de un niño de cinco años. Estaba bien cuidado”, añadió la fiscal.

Operadores judiciales creen que el niño fue llevado a Canelones por una banda de narcotraficantes riverenses. Hoy se encuentra con familiares en Brasil.

En el doble homicidio de los padres del menor participó un cómplice del hoy acusado.

Tres días más tarde de esos dos asesinatos, el 15 de enero de este año, el joven de 21 años cometió otro doble crimen en el barrio Villa Sonia de Rivera. En este caso también contó con el apoyo de su cómplice hoy en prisión.

El matador emboscó a un individuo de 33 años y lo baleó. Poco después, en una casa ubicada a poca distancia, el joven ultimó a otra persona que estaría vinculada a la anterior víctima. Además del homicida, otras personas resultaron encarceladas por estos crímenes, entre ellas dos brasileñas a quienes se les tipificó la coautoría de homicidio y un adolescente que fue internado en un hogar del Instituto Nacional de Inclusión Social Adolescente (Inisa).

“En los primeros meses de este año, en Rivera ocurrieron enfrentamientos protagonizados por jóvenes de entre 21 y 23 años que integran distintas facciones. Estas personas pelean por territorios para vender drogas”, explicó un operador judicial.

Cada una de las bandas está liderada por dos jóvenes que hoy están presos en cárceles brasileñas: uno de ellos por narcotráfico y el otro por matar a varios taxistas en Brasil.

Operación churrinches

La Jefatura de Policía de Rivera llevó a cabo el 21 de julio de este año la operación “Churrinches”, con el objetivo de desarticular a los grupos criminales provenientes de Brasil que operan en la frontera entre Rivera y Santana do Livramento. En este marco, hubo 16 allanamientos y 12 personas detenidas.

La intervención policial sucedió dos días después de una reunión del ministro del Interior, Luis Alberto Heber, el entonces director general de Secretaría, Luis Calabria, y el director de Convivencia y Seguridad Ciudadana, Santiago González, con la plana mayor de la Policía riverense.

Dos días antes del operativo, la violencia en Rivera registró una escalada. Se viralizaron videos de dos supuestas bandas vinculadas al narcotráfico que operan en la frontera entre Rivera y Brasil. En las filmaciones, los delincuentes se insultaban y amenazaban con ir a una guerra sin piedad.

Fiscalía apunta al narcotráfico

El 12 de agosto de este año, el fiscal de Corte, Juan Gómez, viajó a Rivera para anunciar que una de las tres fiscalías departamentales se transformará en semiespecializada en delitos vinculados al narcotráfico y homicidios. La titular de esa sede es la fiscal Alejandra Domínguez. Según supo El País, la violencia existente en Rivera demanda una cuarta fiscalía.

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