ABUSO EN EL DEPORTE

Adolescente denunció que fue violada por instructor de vela del Yacht Club Uruguayo

El entrenador acusado y la regatista menor de edad representaron a Uruguay en la categoría Optimist en el Campeonato Mundial de esa especialidad disputado en Chipre en 2018.

La comisión directiva del Yacht Club Uruguayo (YCU) creó protocolos para evitar abusos. Foto: Archivo El País
La comisión directiva del Yacht Club Uruguayo (YCU) creó protocolos para evitar abusos. Foto: Archivo El País

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Fue la propia adolescente la que divulgó en las redes sociales una carta al Yacht Club Uruguayo (YCU) donde relató que sufrió abusos sexuales por parte de un instructor de vela de esa entidad deportiva entre 2018 y 2019.

El entrenador acusado y la regatista menor de edad representaron a Uruguay en la categoría Optimist en el Campeonato Mundial de esa especialidad disputado en Chipre en 2018 y en el Campeonato Sudamericano en la categoría 29er realizado en Río de Janeiro en 2019.

La víctima de los supuestos abusos proviene de una familia de navegantes con trayectoria como socios dentro del Yacht Club. Su abuelo era un capitán de la Armada y su padre es un regatista con reconocimiento internacional.

En la misiva, a la que accedió El País y que fue divulgada el 30 de mayo pasado en las redes sociales, la joven recordó que hace un año y medio su madre se contactó con la directiva del Yacht Club y denunció los abusos cometidos por un destacado instructor de la Escuela de Vela.

“(Mi madre) insistió en que mi exentrenador había abusado de su poder y de mí. Siempre creí que el error había sido mío, que había sucedido semejante suceso porque yo no había hecho lo suficiente para detenerlo (...) Tengo claro que fue error suyo”, dice la carta a la directiva del Yacht Club.

Explica que no denunció antes al instructor porque se crió en el club creyendo que cada error que cometía era sinónimo de “estás afuera”, y expresa que no quería despedirse de la náutica y menos de sus amigos.

Y enseguida se pregunta: “Pero, ¿por qué a él no lo despidieron (en su momento)? ¿Por qué se esmeraron tanto en conseguir que nadie se entere de lo sucedido? ¿No es que quieren cuidar a los socios? Porque justamente en ese preciso momento (2019), estaban cuidando a un violador”, sostuvo la joven navegante.

Y remarcó: “Lo digo con todas las letras, porque sé que no soy la única persona que sufrió varios abusos de su parte”.

Luego la joven explica la razón que la llevó a escribir la carta. “Estoy cansada de que castiguen a personas que no son culpables, obligándolas a renunciar y cuando se presenta un caso de abuso, hacen caso omiso a lo que se le está diciendo”, dice la chica. Y luego concluye diciendo que el club dejó de ser una familia. “Para ustedes cada persona se convirtió en un número más. Estoy muy triste de haber tenido que escribir estas líneas que, sinceramente, las escribo con lágrimas en los ojos”.

Carta de la víctima.

La comisión directiva del Yacht Club recibió la carta de la víctima adolescente el 28 de mayo pasado y convocó una sesión extraordinaria para tres días más tarde con el objetivo de analizar exclusivamente la denuncia de la chica. Tras consultar a abogados del estudio Jiménez de Aréchaga, la directiva decidió, en forma unánime, dar cuenta a la Fiscalía sobre los hechos relatadas por la joven en la misiva. La denuncia fue presentada el martes pasado.

Una fuente de la comisión directiva declinó ayer hacer declaraciones por respeto a la víctima y para no obstaculizar la investigación fiscal.

No obstante, la directiva del Yacht Club envió el miércoles una carta a los socios donde realiza un informe detallado sobre el caso de violación y abuso sexual denunciado por la navegante. En esta otra misiva, la directiva recuerda que en 2019 recibió una nota de un grupo de padres de Optimist. Allí, dice, estos habían advertido sobre algún trato “no adecuado” que percibían que estaban recibiendo los niños de parte de sus entrenadores. Se mencionaba la excesiva presión hacia la competitividad, denigración y ritos de iniciación.

Frente a esto, y luego de haber recibido a los padres en una reunión, se procedió a trabajar en el perfeccionamiento y mejora de la Escuela de Vela del club. El 3 de octubre de 2019, sigue contando el texto, el club recibió una acusación de abuso sexual por parte de los padres de una socia menor de edad, la que implicaba a uno de los instructores de la Escuela de Vela.

La medida inmediata adoptada por el club fue, hasta tanto se dilucidaran los hechos, separar de su cargo al mencionado instructor y establecer protocolos de actuación para prevenir y sancionar a empleados que incurran en este tipo de prácticas.

En una reunión mantenida con el instructor éste negó los hechos de los que se le acusaba.

Con el asesoramiento del estudio Jiménez de Aréchaga, integrantes de la comisión directiva participaron en reuniones con las partes involucradas para dar seguimiento al caso y propender a un esclarecimiento de los hechos que permitiera una resolución final, dice la misiva de la directiva a los socios.

En esas reuniones la familia de la chica y su abogado informaron al YCU que estaban en proceso pericias psicológicas.

“Es importante comunicar que la familia (de la víctima) solicitó asegurar confidencialidad”, la cual “ha sido mantenida” en todo momento por el club, respetando lo solicitado y las normas vigentes para protección de la menor, agrega la carta del YCU a los socios.

En suma, advierte la directiva a los asociados, el YCU debió afrontar esta situación adoptando todas las medidas preventivas posibles para la protección de la víctima y el colectivo de alumnos, pero también velando por las garantías y derecho de defensa del instructor que, como empleado, el club debía respetar de acuerdo a las normas laborales vigentes.

Y entendió, en aquel momento, que los padres de la chica seguirían adelante con las acciones penales, si así lo entendieran pertinente.

El instructor renunció a su cargo el 6 de diciembre de 2019.

Casos similares en el hockey

Testimonios de 20 jugadoras de la Selección Uruguaya de Hockey sobre Césped relataron episodios de abusos sexuales, acosos y violencia entre 2012 y 2019 por parte de un entrenador. Los abusos se dieron en un viaje en avión rumbo a una competencia internacional y en un hotel donde se alojaba el combinado uruguayo. También en entrenamientos de la selección.

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