DEPARTAMENTO CRÍTICO

La nueva mina educativa que buscan afincar en Lavalleja

El Plan Estratégico de la Universidad Tecnológica hace de este lugar el punto más crítico del país para acceder a la educación universitaria.

Construcción de Universidad Tecnológica UTEC. Foto: Archivo El País
Lavalleja es el departamento más rezagado en estudios universitarios, y ahí se quiere construir el nuevo instituto tecnológico. Foto: Archivo El País.

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Algo pasa en Lavalleja. Algo que lo sitúa como el departamento en que muere más gente en relación a los que nacen. Algo que los jóvenes se ven tentados a huir a Maldonado o a Montevideo. Algo que, según el Plan Estratégico de la Universidad Tecnológica (UTEC), hace de este lugar el punto más crítico del país para acceder a la educación universitaria. O tal vez esto último sea la explicación.

Al menos 666 jóvenes de entre 17 y 25 años del departamento podrían ingresar a una carrera universitaria si hubiese una oferta. Por eso la más novel de las universidades públicas quiere instalar allí, antes de que termine el quinquenio, un Instituto Tecnológico Regional.

“La UTEC había nacido por el grito desesperado de la demanda”, reconoce Rodolfo Silveira, uno de los consejeros de la universidad y que, tras la aprobación de la LUC, extiende su mandato hasta al menos 2022. Esa lógica de expansión, casi como mandatada por la frase del filósofo inglés Francis Bacon de que “si Mahoma no va a la montaña, la montaña va a Mahoma”, llevó a la construcción de tres Institutos Tecnológicos: todos en el interior y cuyos 2.000 estudiantes son, en más del 90%, los primeros en su familia en llegar a la educación superior.

Pero ni los esfuerzos de la UTEC, la UdelaR y las universidades privadas han equiparado a la oferta y la demanda. En 2013, solo seis de los 18 departamentos del interior contaban con ofertas de carreras universitarias a nivel de grado. De hecho, Lavalleja ni siquiera contaba con una propuesta de educación terciaria. Este 2020 son el doble los departamentos que tienen una carrera universitaria dentro de sus límites territoriales. Pero hay seis a los que no, y en tres de ellos hasta el desplazamiento a las propuestas más cercanas se hace cuesta arriba.

Tras un año de intercambios y análisis, siguiendo un método de planificación que inventó el célebre Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), la UTEC armó un Plan Estratégico que busca apuntalar Lavalleja, Artigas y Cerro Largo (los más rezagados). Y, a la vez, quiere elevar la oferta a 32 carreras (80% más que las actuales) y duplicar la cantidad de alumnos matriculados.

La apuesta, sin embargo, tiene un desafío inmediato: el dinero. El Ministerio de Economía le ha pedido al ente autónomo que tienda a un recorte presupuestal del 15%. La estrategia de UTEC, en cambio, requiere de un incremento promedial, cada año del quinquenio, del 20%. “Puede que el primer año no se llegue a ese porcentaje, pero, para cumplir con los objetivos, debería darse ese aumento quinquenal”, dice Silveira.

Es por eso que el consejo de la universidad está negociando con el Poder Ejecutivo cómo hacer cuadrar su planificación dentro del mensaje oficial. Si bien como ente autónomo la UTEC podría enviar su propia propuesta presupuestal, al igual que lo hace ANEP y UdelaR, los consejeros han adoptado la tendencia de acoplarse al mensaje que envía Presidencia al Parlamento.

Otro posible desafío que enfrenta la UTEC para su plan estratégico sería la captación de docentes calificados con intención de radicarse en el interior del país. Pero la experiencia, dice el consejero Silveira, les daría la “tranquilidad” de que hay interesados.

“Nos ha pasado en Río Negro, allí se sumaron docentes de Argentina que les venía bien trabajar en la semana en Uruguay y regresar a su país el fin de semana, o bien personal calificado de la empresa UPM que estaba en la zona”.

Pero otra apuesta del plan quinquenal puede serle de ayuda a la universidad: para 2025 pretende que el 65% de sus cursos sean en modalidad semipresencial.

El 2020 había iniciado con solo 17% de clases a distancia, hasta que el COVID-19 obligó a repensar la mayoría de los cursos. En lugar de una crisis, la universidad vio una oportunidad y en eso fundamenta su idea de tender hacia una mayor virtualidad.

“Como consecuencia del aumento de la oferta educativa de UTEC, así como del conjunto de acciones orientadas a dar más oportunidades de acceso a las carreras actualmente ofrecidas, se prevé que tanto la cantidad de estudiantes que ingresan anualmente, como el número total de matriculados se dupliquen durante el período 2021-2025”.

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