EN EL CERRO

Centro de Estudiantes de Escuela Marítima se hizo cargo y justificó agresiones a Robert Silva

"No estamos dispuestos a permitir que (al agresor) se lo siga condenando gratuitamente. Puede que hayamos cometido un error, pero estamos seguros de que los violentos no somos nosotros", dice.

Manifestantes rompieron el vidrio de la camioneta en que se retiró Robert Silva de evento en el Cerro. Foto: Juan Manuel Ramos
Manifestantes rompieron el vidrio de la camioneta en que se retiró Robert Silva de evento en el Cerro. Foto: Juan Manuel Ramos

El Centro de Estudiantes de la Escuela Marítima (Ceema) publicó un comunicado este miércoles en el que responsabilizó a uno de sus miembros por la agresión que sufrió días atrás el presidente del Consejo Directivo Central (Codicen), Robert Silva. En el marco de un encuentro para promover la reforma educativa en el Cerro, un individuo le pegó con un termo a un vidrio de la camioneta en la que el jerarca se transportaba.

Los miembros del Ceema confluyeron frente al establecimiento donde Silva realizaba el encuentro "con gremios, sindicatos y diferentes organizaciones sociales" con las que compartieron "la indignación de que la misma persona que dio la orden para reprimir estudiantes en ese mismo lugar en 2002, lo eligiera para montar su puesta en escena", comienza la publicación, difundida en Instagram.

El comunicado relata que "Robert Silva entró a una velocidad desmesurada y tras él un gran número de compañeros y compañeras terminaron agolpados en la puerta". "Allí había un cordón de personas -al parecer contratadas- que impedían de forma violenta el ingreso de cualquier persona 'ajena' a la actividad", indica.

"En ese momento entendimos que el 'Cara a cara' (como se denominan los encuentros que tiene la Administración Nacional de Educación Pública para promover la reforma educativa) no era para nosotros, no era con los docentes de la zona, ni con los vecinos del barrio. El 'Cara a cara' más bien parecía juntada entre pitucos para conversar acerca de sus entendibles coincidencias", expresa la publicación.

El Ceema también señala que "pasaban los minutos y el gorilaje no se aburría de empujar y golpear a los militantes que reclamaban poder ingresar y que su voz sea escuchada".

"Muchos vimos como una compañera se quedaba sin aire tras un codazo y como otra perdió sus lentes tras recibir un golpe en el forcejeo. Cuando al fin dos estudiantes lograron ingresar (al establecimiento), se los ninguneó y hasta se les cortó el micrófono para que no pudieran expresar su opinión", asegura.

"Una salida muy mal organizada hizo que quienes hacían de seguridad, desesperados por proteger a Silva, como un perro protegería a su amo, salieran del local embistiendo a las personas y ocasionando la caída de varios compañeros", indica el texto.

"En ese instante uno de nuestros compañeros reaccionó de manera instintiva y buscando defender sobre todo a la gurisada, corrió hacia el tumulto -porque hasta ese entonces había permanecido bastante alejado de las escaramuzas-", expresa el gremio.

"Desafortunadamente, con lo que tenía en la mano y sin tomarse más que unas milésimas de segundo para pensarlo, terminó rompiendo el vidrio de la camioneta y eso es lo único que escuchamos en la prensa durante los últimos días", relata.

"Pero pocos se han puesto a pensar en qué le podría estar pasando por la cabeza a este compa. Un tipo de 44 años, vecino del barrio y obrero de 'la constru', padre de familia y según todos sus profes excelente estudiante", resalta.

A continuación, el Ceema realizó varios reclamos sobre la educación, como la suspensión de programas e incapacidad de realizar prácticas. También expresó su rechazo hacia la reforma educativa.

"Toda esa indignación acumulada nos jugó una mala pasada el jueves. Nos haremos cargo de la acción impulsiva de nuestro compañero, que en definitiva pudo ser llevada adelante por cualquiera de nosotros en estas condiciones. Sin embargo, no estamos dispuestos a permitir que se lo siga condenando gratuitamente. Puede que hayamos cometido un error, pero estamos seguros de que los violentos no somos nosotros", manifiesta.

"Violencia es censurar, abusar del poder y mentir, y ese sayo no le cabe ni a los estudiantes ni al resto de la clase trabajadora. ¡Que cada quien se haga cargo de lo que le corresponda!", finaliza la publicación.

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