COVID-19 Y EDUCACIÓN

La asistencia a clases virtuales es obligatoria; alumnos y docentes deben justificar sus inasistencias

“La obligatoriedad de la educación no se suspende y todos tendrán que conectarse o, en su defecto, justificar la inasistencia”, dejó en claro el presidente del Codicen, Robert Silva.

Home office: padre e hijo frente a la pantalla de la computadora
La ANEP está cerrando nuevos acuerdos con Antel para procurar resolver con celeridad los problemas de conectividad. Foto: Archivo El País

Cuando retornen las clases, este lunes, tras el receso de Semana de Turismo, la asistencia a las actividades será obligatoria. Incluso aunque los centros educativos estén cerrados y los cursos se dicten a distancia. “La obligatoriedad de la educación no se suspende y todos (docentes y estudiantes) tendrán que conectarse o, en su defecto, justificar la inasistencia”, dejó en claro el presidente del Codicen, Robert Silva.

Las autoridades educativas temen que la suspensión de las clases presenciales decante en un incremento del rezago y en el abandono de alumnos. En este sentido, dijo Silva, “existe una obligación de los docentes de continuar el vínculo con sus estudiantes, incluso en la virtualidad, y existe un derecho del estudiante de seguir siendo educado... no es un tema voluntario ni da lo mismo participar de las actividades o no”.

El Poder Ejecutivo extendió la suspensión del cierre de los centros educativos hasta, al menos, el 12 de abril. Pero la reapertura estará sujeta a la marcha epidemiológica del COVID-19. Mientras, en la Administración Nacional de Educación Pública apuntan a que el concepto de “asistencia” se amplíe a las tareas que asignan los docentes (léase: exceda la conferencia en vivo) y “que quien no pueda participar avise y explique la motivación para que la comunidad educativa pueda, de ser viable, resolver el problema”.

Según Silva, “además de por sentido común, es un tema de justicia: si por probadas razones se justifica la inasistencia, no se verá afectada la evaluación del estudiante (como sucede con las faltas justificadas en esta emergencia sanitaria)”.

La Administración está cerrando nuevos acuerdos con Antel para procurar resolver con celeridad los problemas de conectividad que pudieran presentar algunos docentes y alumnos y, a la vez, “los maestros y profesores disponen de documentos y orientaciones en línea que ayudan a llevar adelante la tarea”.

El año pasado, tras la vuelta a la presencialidad pero sin obligación de la asistencia, Primaria había advertido por el alto porcentaje de alumnos cuya concurrencia era intermitente. En marzo de este 2021, tras la suspensión de la obligatoriedad que rigió desde el 17 de marzo, volvió a notarse el mismo problema.

Así lo demuestran las estadísticas de asistencia escolar a las que accedió El País: de los alumnos que debían concurrir a clase durante la primera semana del año lectivo la participación superó el 90%. La segunda semana se vio una leve baja, en parte por el comienzo de los contagios y cuarentenas obligadas por la emergencia sanitaria. Pero tras la conferencia de prensa en la que se dejó en suspenso la obligatoriedad, la asistencia cayó al 60%.

En algunas zonas del país -como Río Negro, donde por la alta cifra de contagios el Centro Coordinador de Emergencias había sugerido la interrupción de las clases-, la suspensión de la obligatoriedad hizo que menos de un tercio de los alumnos convocados concurrieran a las aulas.

El exdirectivo del Instituto Nacional de Evaluación Educativa, Pablo Cayota, ya había dicho a radio Del Sol que, incluso en la virtualidad, “debería declararse la obligatoriedad”. Y explicó: “nos hemos acostumbrado a que dé lo mismo decretar la suspensión” que la no obligatoriedad.

En tanto, dado que no está claro cuándo se retomarían las clases presenciales, que nada hace prever que los comedores se reabran antes de que esto se concrete y que el trámite de transferencias monetarias a las familias “es un tanto burocrático”, el Codicen resolvió extender hasta el 20 de abril la entrega de prestaciones y tickets de alimentación. Así lo confirmó Silva tras la firma ayer de la resolución oficial. Se trata aproximadamente de unos 100.000 estudiantes que los recibirán.

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