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¿Tuviste covid? Consejos de alimentación durante y posenfermedad

Una alimentación variada y saludable, que asegure una adecuada hidratación, con la suficiente ingesta de proteínas, frutas y verduras, será clave en la recuperación.

Alimentación covid,
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¿Qué papel juega la alimentación durante el Covid? ¿Y en período de recuperación? ¿Cómo elegir qué comer para reponernos de esta enfermedad? Una alimentación variada y saludable, que asegure una adecuada hidratación, con la suficiente ingesta de proteínas, frutas y verduras será clave para recuperarnos.

No hay “soluciones mágicas”. Un solo alimento no hace magia. Sin embargo, hay alimentos que se “potencian entre sí” y ayudan a que otros se utilicen mejor, tal como ocurre con los suplementos.

Si hablamos de dieta post covid (o durante el curso de la enfermedad) deben cubrirse aspectos y nutrientes esenciales para que el sistema inmune funcione correctamente. Sabemos que este virus causa una alteración en varios sistemas, entre ellos el inmune. Además varias personas reportan haber perdido sentidos, como el olfato y el gusto y haberse sentido cansadas por largo tiempo.

Tenemos que estar fuertes para recuperarnos mejor. Al luchar contra las infecciones, los glóbulos blancos y anticuerpos destruyen los microorganismos dañinos y reparan células y tejidos afectados por cualquier enfermedad. Cuando nos enfermamos, el cuerpo empieza a sacar proteínas de los músculos para convertirlos en aminoácidos que el sistema inmunológico usa para producir nuevas proteínas. Esto hace que muchas personas pierdan peso o sientan debilidad muscular cuando están enfermas. A la hora de recuperarnos, este listado es clave.

Carbohidratos.

 El sistema inmunológico necesita mucha energía cuando está activo y se enfrenta a microorganismos. Comer alimentos ricos en carbohidratos, sobre todo integrales, por su aporte de fibra que ayuda en la barrera de inmunidad intestinal (avena, pan y pasta), y alimentos ricos en proteínas ayudará a la recuperación, incluso si el apetito está disminuido.

Proteínas.

La leche y sus derivados, pescados, mariscos y huevos contribuyen notablemente a la recuperación debido a su aporte en proteínas y micronutrientes esenciales. Las dietas bajas en proteínas pueden aumentar el riesgo de desarrollar infecciones y disminuye la producción de anticuerpos.

Proteínas de origen vegetal en dietas vegetarianas y veganas suman el plus del aporte de fibra que colabora a la recuperación a nivel de la flora intestinal. Quinoa, legumbres (garbanzos, lentejas, porotos), tofu y nueces, son recomendados.

Minerales.

El zinc es un mineral muy importante en la recuperación de los tejidos, tiene propiedades antioxidantes y antiinflamatorias. En tanto, el selenio (también antioxidante), es fundamental para el desarrollo normal de las células inmunes. Zinc y selenio están en la leche, los lácteos, la carne, el pescado, mariscos, tofú, huevos, frutos secos y las verduras.

Grasas “buenas”.

Los ácidos grasos poliinsaturados omega-3 son muy importantes en la respuesta ante una infección. Los aceites vegetales, que contienen ácidos grasos insaturados, aportan además vitamina E que es un poderoso antioxidante. Pescados grasos, aceite de oliva, nueces y semillas son una fuente importante.

Huevos.

 Este alimento engloba todo lo necesario para el proceso de recuperación: es rico en selenio, es fuente de proteína de alta calidad, de zinc y de Vitamina D (en su momento, se denominó vitamina del coronavirus).

Frutos secos.

Son fuente importante de grasas buenas. Las nueces aportan grasas que presentan potentes propiedades antiinflamatorias y además suman proteínas; tienen L-arginina un aminoácido con efecto vasodilatador que ayuda a la circulación sanguínea y antioxidantes como la vitamina E. Se recomienda el consumo de frutos secos crudos o tostados de 20 a 255 gramos diarios (avellanas, nueces, almendras).

Frutas y verduras.

Proveen vitaminas y minerales importantes para el correcto funcionamiento del sistema inmune, aportan agua que ayuda a mantenernos hidratados. Cítricos y verduras como el tomate, brócoli y las de hojas verdes son muy ricos en vitamina C. Las vitaminas del verano (A, B, C, D y E) también son fundamentales para la recuperación post covid.

Recuperación.

La alimentación adecuada también puede acelerar la recuperación y el grado en el que el covid haya afectado, determinará los pasos a seguir, que puede ser desde reforzar la hidración o apuntar a recuperar la masa muscular.

En el caso de personas que hayan sido hospitalizadas. la pérdida de un elevada cantidad de masa muscular durante el periodo convaleciente, requerirá aumentar las calorías a consumir. Lo mejor es que esas calorías sean de buena calidad nutricional, como en el caso de agregar aceite de oliva, lácteos, huevos y carnes magras, que van a dar una buena carga proteica fundamental para la recuperación muscular.

Ante un cansancio generalizado, puede ocurrir una disminución del apetito y debilidad muscular. En este caso, es importante realizar ingestas más frecuentes y con menos volumen a lo largo del día. Es conveniente no elegir preparaciones que acarreen cansancio o incluso obliguen a masticar demasiado. Es ideal el consumo de purés, cremas, sopas, batidos o licuados de frutas.

Ante síntomas como fiebre, tos seca, dificultad para respirar, dolor de garganta, conviene optar por comidas más blandas. Conviene hacer ingestas más seguido, y evitar platos de temperaturas muy elevadas.

Hidratación.

Con estos síntomas, también cobra importancia mantenerse hidratado.  Como mínimo conviene consumir dos litros de agua por día y en caso de fiebre, puede aumentarse la cantidad. La ingesta de aguas saborizadas naturales (con hierbas como la menta, romero y frutas como el limón, naranja o sandía que es de estación), té de hierbas o mate, también será de gran ayuda.

Es importante evitar alimentos procesados, altos en grasas saturadas ya que provocan digestiones largas y pesadas sin aporte de energía de calidad. El estar haciendo cuarentena y elegir alimentos como consuelo, o para el “bajón del encierro” no es lo más recomendable.

Cerca de la mitad de los pacientes con covid-19 pierden temporalmente el olfato y el gusto o tienen secuelas donde los olores están distorsionados.

Falta de apetito

Muchas veces, tras sentir el olor de un plato de comida comienza a sentirse apetito y, cuando ese indicador falta, la ingesta diaria puede verse alterada. A la hora de comer, es importante incluir varios colores y tratar de hacer platos atractivos visualmente. Vale combinar texturas crujientes y suaves, colores diversos y temperaturas variadas, para hacer como una “fisioterapia del olfato” donde hay que volver a entrenarlo para recuperarlo a posteriori.

Una táctica que puede ayudar es antes de empezar a comer, enjuagarse la boca con agua. Potenciar los sabores con ajo, jugos cítricos, especias, hierbas aromáticas (orégano, albahaca, tomillo u otros) será relevante. Los platos calientes, tienen más sabor. Si el olfato está alterado, los fríos serán mejores aliados.

Comer es parte de nuestra rutina diaria, sería un buen ejercicio mientras se cursa el covid y en el día después dejar de hacerlo en modo avión, prestándole la atención que se merece. Te aseguro que agregando estos detalles y aplicando estas combinaciones y tips podes encontrar un gran aliado para que lo curses de manera más llevadera y que la recuperación del covid-19 (como de cualquier otra infección) sea más rápida.

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