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Video descubre cómo Kim Kardashian entró en el mítico vestido de Marilyn Monroe

Los colaboradores de Kim fueron claves para entrar en el legendario diseño que la diva utilizó durante la noche en que le cantó el “Feliz cumpleaños” a John Fitzgerald Kennedy

Kim Kardashian y Pete Davidson en la MET Gala 2022. Foto: AFP
Kim Kardashian y Pete Davidson en la MET Gala 2022. Foto: AFP

Este año, muchas de las miradas y comentarios sobre los estilismos de la Met Gala recayeron sobre Kim Kardashian que lució el emblemático vestido que llevaba puesto Marilyn Monroe cuando le cantó el “Feliz cumpleaños” a John Fitzgerald Kennedy, en 1962.

En realidad, ya había indicios de que Kardashian estaba detrás de aquel icónico vestido, especialmente cuando fue vista en compañía de su novio Pete Davidson en Orlando, Florida, ciudad en la que se encuentra emplazada una de las sucursales del Museo Ripley. Y es que, en 2016, el diseño de Jean Louis que usó Monroe al cantarle sensualmente al entonces presidente de los Estados Unidos durante una gala en el Madison Square Garden de Nueva York, fue adquirido por el museo en una subasta por casi 5 millones de dólares.

La influyente empresaria logró que le prestaran el vestido, de tono crudo y con más de 6.000 cristales cosidos a mano, con la condición de que no lo arruinara ni lo modificara. El problema es que es tan entallado, que a Monroe se lo tuvieron que coser para cerrarlo cuando ya lo tenía puesto. Por eso, Kardashian tuvo que bajar más de siete kilos en tres semanas para poder lucirlo, según le confesó a Vogue.

“Era esto o nada”, le dijo Kim a la revista, y reveló que para bajar de peso usó un traje de sauna dos veces al día, corrió en la cinta y cambió drásticamente su dieta. “Eliminé por completo el azúcar y todos los carbohidratos y solo comía las verduras y proteínas más limpias. No me morí de hambre, pero era muy estricto”, expresó.

Aquellas declaraciones despertaron polvareda. La joven estrella de Riverdale Lili Reinhard estalló en las redes. “Caminar en una alfombra roja y hacer una entrevista en la que contás lo hambriento que estás porque no comiste carbohidratos en el último mes... ¡Todo para caber en un maldito vestido! Tan mal. Tan jodido en 100 niveles”, expresó.

Y continuó: “Admitir abiertamente que te morís de hambre por el bien de la MET Gala cuando sabés muy bien que millones de hombres y mujeres jóvenes te admiran y escuchan cada una de tus palabras. Tanta ignorancia es repugnante”.

“Por favor, deja de apoyar a estas celebridades estúpidas y dañinas cuya imagen gira en torno a sus cuerpos”, escribió la actriz. Y finalizó: “Por lo general, no soy una persona enojada, pero lo juro por Dios, la toxicidad de esta industria a veces realmente me afecta”.

Por su parte, Sarah Scaturro, exjefa de conservadores del Museo Metropolitano de Arte también se mostró molesta con Kardashian, pero no por su delirante dieta sino por haber usado el icónico vestido. Según contó en su cuenta de Twitter, mientras estuvo al frente del laboratorio de conservación del MET, denegó incansablemente solicitudes de modelos y actrices que querían usar vestidos históricos que se encontraban allí.

“Ni siquiera cedí ante los pedidos de Anna Wintour”, expresó, refiriéndose a la histórica e icónica directora de Vogue y organizadora de la MET Gala. “Usar ropa histórica la daña, punto final. Un embellecido vestido de seda de 60 años tiene puntos débiles”, expresó la especialista.

“Y Kim usa productos, lociones, cremas, perfumes y maquillaje, los cuales seguramente lo dañaron aún más. No me hagan hablar de la lucha que tuvo para subir las escaleras con sus tacones de aguja”, disparó Scaturro, quien además indicó que lo que acababa de ocurrir con el vestido de Monroe marca un precedente para que otros “ricos y famosos” comiencen a presionar a los museos para obtener lo que quieren.

Pero más allá de las críticas y de la polémica escena en la que se ve a Kardashian luchando con su vestido al intentar subir las escalinatas del museo sin poder doblar sus rodillas, lo cierto es que en las últimas horas comenzó a circular en las redes el video en el que se ve a la empresaria probarse por primera vez el vestido, varias semanas atrás.

En las imágenes, tomadas en el Museo Ripley, se ve a la empresaria parada junto a su novio y a un par de colaboradores que intentan subir el icónico vestido luchando con sus sinuosas curvas. Y en algunas capturas hechas por usuarios se ve perfectamente como las costuras del vestido cedieron completamente ante la figura de la empresaria. “Lo dejaron abierto. Por eso llevaba un abrigo para taparse”, aventuró una usuaria. Cierto o no, las imágenes muestran que el capricho de una diva puede hacer pedazos el legado de otra.

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