SALUD

Sal común, kosher, rosa o del Himalaya ¿Cuál es la más saludable para cocinar?

Es indispensable para la vida, es la principal fuente de sodio en nuestra alimentación, pero consumirla en exceso puede ser perjudicial. Entre tantos tipos, ¿cuál es la mejor sal para cocinar?

Sal Himalaya
Foto: Pixabay

La sal es uno de los productos más utilizados en la cocina y como potencia el sabor de los alimentos, muchas  personas optan por agregar porciones extras.

Aunque es indispensable para la vida, ya que, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), es la principal fuente de sodio en nuestra alimentación, consumirla en exceso puede ser perjudicial. Pero, entre tantos tipos, ¿Cuál es la mejor sal para cocinar?

Tipos de sal 

Sal común o sal de mesa. Si bien, hay sales de mesa que proceden de yacimientos mineros, cuando no se incluye ningún detalle nutricional más en el empaque quiere decir que es una sal corriente y versátil para el uso cotidiano. 

Sal sin sodio, este producto sustituye total o parcialmente el cloruro de sodio de la sal por cloruro potásico. Este tipo de sal está destinado principalmente a personas que sufren hipertensión o ciertas enfermedades cardiovasculares. También puede ser alternativa para quienes estén muy acostumbrados a los sabores excesivamente salados, pues poco a poco puede ayudar a reducir esa dependencia.

Salero

Por otro lado, existen sales de grano grueso y más grande como la sal kosher y la sal de Himalaya o sal rosa, las cuales se adhieren mejor a los alimentos, se funden mejor con el calor y ayudan a sazonar de manera más precisa sin la necesidad de utilizarla en exceso. 

No obstante, la OMS recomienda reducir el consumo de sodio en los adultos a menos de 5 gramos de sal al día (una cucharadita) y entre 4 y 5 gramos para menores de 10 años, así como tan solo 3 o 4 gramos a los menores de 7 años.

¿Qué pasa si se come mucha sal?

De acuerdo con Mayo Clinic, el excesivo consumo de sal provoca retención de líquidos e incremento de peso, lo que obliga al hígado, riñones y corazón a trabajar por encima de sus niveles normales. Eso afecta el sistema cardiovascular, altera la función renal y aumenta el riesgo de desarrollar enfermedades crónicas así como hipertensión y diabetes.

El consumo excesivo de sal se considera tan perjudicial que incluso la OMS estima que cada año se podrían evitar 2.5 millones de defunciones si el consumo de sodio a nivel mundial se redujera al recomendado.

Por eso, se celebra la Semana Mundial de la Sensibilización de la Sal, la segunda semana de marzo de cada año, con el objetivo de concientizar a la población sobre los beneficios de disminuir el consumo de sal para prevenir enfermedades, sobre todo de origen cardiovascular.

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