REALEZA

¿Quiénes se quedarán con Muick y Sandy, los corgis de la reina Isabel II?

Los corgis de la reina, que se habían convertido en uno de sus distintivos universales, disfrutaban de una vida de comodidades con su antigua dueña. ¿A cargo de quien estarán ahora?

La reina Isabel junto a sus corgis y dorgis fotografiada por Annie Leibovitz en 2016

Durante el confinamiento debido a la pandemia de la covid, el príncipe Andrés, hijo de Isabel II, regaló a su madre dos perros: Muick, de raza corgi, y Fergus, un dorgi (híbrido entre corgi y perro salchicha). Este último murió en mayo de 2021, poco después del deceso de Felipe de Edimburgo, marido de la reina. Con miras a reemplazarlo, las hijas de los duques de York, Beatriz y Eugenia, le regalaron otro corgi: Sandy.

La monarca había llamado a Fergus como su tío, muerto en combate durante la Primera Guerra Mundial, y a Muick como uno de los lagos en su residencia veraniega de Balmoral, en Escocia, donde falleció el pasado jueves a los 96 años.

Los corgis de Isabel II, que se habían convertido en uno de sus distintivos universales, disfrutaban de una vida de comodidades con su antigua dueña: chefs de la realeza preparaban con su menú, psicólogos caninos los atendían cuando surgían problemas entre ellos y tenían su propio calcetín en Navidad donde recibían sus regalos.

Tras su muerte, muchos se preguntaban qué sucedería con los canes de Isabel, aunque la hipótesis más extendida entre los expertos en la casa de los Windsor, era que el cuidado de las mascotas recaería en Andrés, según dicen, su hijo favorito. 

Esta semana un portavoz de Andrés, duque de York, confirmó que él y su exmujer Sarah Ferguson, se encargarán de los dos corgis, de nombres Muick y Sandy.

reina isabel y corgi
Foto: The Grosby Group

La pasión de la soberana por los corgis se remonta a la tierna edad de los siete años, cuando convenció a su padre que le comprase uno. Por aquel entonces, Jorge, duque de York, no era siquiera el heredero de la Corona y la familia vivía una vida tranquila y acomodada en una casa del centro de Londres.

La mayoría de los más de 30 perros que la reina tuvo fueron de la raza autóctona corgi galés de Pembroke. Ahora, la comunidad de dueños de corgis en el Reino Unido siente que se han quedado sin la gran madrina de sus animales.

Para Kay Hogg, secretaria en Escocia de la Liga de Corgis de Gales, con el deceso "se ha perdido una parte de nuestro mundo".

En declaraciones a la agencia local PA, Hogg recordó que "allá donde iba la reina, había siempre corgis", una raza que calificó de "pequeños perros con grandes personalidades". 

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