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Misofonía: ¿por qué hay quienes se irritan con el sonido de otros al comer?

Las personas con misofonía son hipersensibles a los ruidos que hacen otros cuando comen, beben o respiran; la investigación de la Universidad de Newcastle

Cena en casa. Foto:Shutterstock
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Una investigación revela por qué a algunas personas les molesta tanto escuchar el ruido que hacen otras mientras comen, beben o respiran, hasta el punto de llevarlas a un estado de desesperación.

Afortunadamente, los mordiscos y sorbos que hacemos en la mesa suelen ser inocuos para la mayoría menos para las personas con misofonía. Se trata de una patología que consiste literalmente en que este tipo de sonidos se convierten en intolerantes. Las personas que padecen este desorden los encuentran irritantes, tanto es así que pueden sentirse enojados, ansiosos o violentos con quienes ellos consideran que los hacen.

De acuerdo con los nuevos escáneres cerebrales realizados por investigadores de la Universidad de Newcastle, las personas que padecen misofonía tienen una conectividad más fuerte entre la parte del cerebro que procesa los sonidos y la parte de la corteza premotora que maneja los movimientos de los músculos de la boca y la garganta.

“Lo que sugerimos es que en la misofonía el sonido del disparador activa el área motora aunque la persona solo esté escuchándolo”, dijo el doctor Sukhbinder Kumar, neurocientífico de la Universidad de Newcastle. “Los hace sentir como si los sonidos se metieran dentro de ellos como intrusos”

Kumar y sus colegas creen que los sonidos desencadenantes activan lo que se denomina el sistema de neuronas espejo del cerebro. Se cree que las neuronas espejo se activan cuando una persona realiza una acción, pero también cuando ven a otros realizar movimientos particulares.

La activación del sistema de neuronas espejo con sonidos de activación no provocó que las personas con misofonía comenzaran a masticar o tragar involuntariamente. Pero los investigadores creen que puede producir un impulso a través de lo que ellos llaman “hiper-espejo”. El doctor Kumar dijo que algunas personas con la afección imitan el sonido que las desencadena porque les brinda algo de consuelo, tal vez al reafirmar el control sobre las sensaciones que sienten.

El hallazgo fue publicado en el Journal of Neuroscience. La investigación podría facilitar el desarrollo de terapias más efectivas para esta patología que algunos pacientes realmente sufren de forma cotidiana. De acuerdo con el doctor Kumar, el sistema de neuronas espejo se puede entrenar por lo que sería posible que las personas quiebren la relación entre un sonido particular que los enloquece y los efectos angustiantes que experimenta.

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