Realeza

Familia real británica dice adiós a histórica tradición navideña por un triste motivo

Será sin dudas una fecha muy especial para los miembros de la realeza, que celebrarán por primera vez sin el duque Felipe de Edimburgo, que murió en abril de este año

Transmisión de Navidad de la reina Isabel II de Gran Bretaña. Foto: Reuters
Transmisión de Navidad de la reina Isabel II de Gran Bretaña. Foto: Reuters

La realeza británica tiene sus propias tradiciones para la Navidad y una de ellas es el intercambio de regalos que, a diferencia de otros países, se abren en la Nochebuena.

El exchef real Darren McGrady contó en declaraciones a The Mirror detalles de la intimidad de la familia de Isabel II: “Son de ascendencia alemana, por lo que entrelazan las tradiciones de ese país en sus celebraciones. Después del té de la tarde, abren los regalos en la víspera de Navidad, como es la tradición”.

Poco después de llegar a Sandringham para el período festivo, los royals colocan sus regalos en diferentes mesas, por lo que cada invitado tiene su propia pila bien identificada para no generar confusiones.

La cita para abrir los obsequios comienza a las seis de la tarde en punto del 24 de diciembre, después de que la familia real termina tanto de decorar el árbol como de tomar el té. Sin embargo, una parte de esta tradición será muy diferente y triste este año cuando todos los invitados se reúnan con la reina en Sandringham. ¿Por qué? Porque el encargado de coordinar el intercambio siempre fue el príncipe Felipe. El duque de Edimburgo murió el 9 de abril a los 99 años.

Por esto, este será la primera Navidad de la familia sin él y, en particular, cumpliendo la función de ordenar la entrega de regalos.

De todas maneras, una tradición que la familia probablemente mantendrá es la condición de que los regalos de Navidad deben ser baratos, graciosos y atrevidos. Entre los objetos insólitos intercambiados a lo largo del tiempo se cuenta, por ejemplo, un asiento de inodoro de cuero para el príncipe Carlos, un kit para hacer crecer a tu propia novia para Harry y un gorro de ducha para la reina Isabel II.

Semanas atrás, después de un largo reposo, se reveló que la monarca le dijo a su familia que ya estaba lo “suficientemente bien” como para poder celebrar la Navidad en su finca de campo, tras recuperarse de una lesión en la espalda.

La reina, de 95 años, les aseguró que se sentía “mucho mejor” y que está “esperando” la tradicional reunión festiva en su finca de Norfolk. Se estima que Isabel viajará a Sandringham el 17 de diciembre.

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