Bienestar

Convivencia emocional: Narcisista, yo y siempre yo

Fanny Berger sostiene que los diagnósticos de narcisismo van en aumento y que en la clínica se observan más hombres que mujeres con esta personalidad.

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Foto: Shutterstock

El número de personas narcisistas está en aumento en los últimos años. Su diagnóstico se realiza por lo general en la adolescencia. En la clínica observamos más hombres que mujeres narcisistas.

Nadie nace narcisista, lo ambiental es muy importante. Observamos que muchas personalidades narcisistas fueron educados en un ambiente familiar con falta de límites por parte de sus padres, que causa baja tolerancia a la frustración con ataques de rabia intensos.

El narcisista es una persona que tiene un sentido desmesurado de su propia importancia, un sentido exagerado de sí mismo, una necesidad profunda de atención y admiración. Sin embargo, detrás de esta máscara de seguridad extrema, hay gran inseguridad, inmadurez afectiva, una autoestima frágil, vulnerable al comentario más leve que es vivido como una fuerte crítica.

El narcisista tiene problemas en muchas áreas de su vida, como en las relaciones, el trabajo, etc justamente porque se enoja cuando no lo admiran y una carencia de empatía por los demás. Esto produce conflictos con las otras personas.

El narcisista sufre mucho cuando no lo halagan, cuando le hacen un comentario y lo toma como algo tremendo, cuando siente que no lo tratan tan bien como a otros. Siente una intensa su envidia. Tienen fantasías de grandiosidad y cuando no se cumplen se comparan con los otros, hecho que genera mucha envidia Esto le hace sentirse infelices y decepcionadas cuando no reciben la admiración que creen merecer.

Al carecer de empatía en sus vínculos, tienen problemas con otras personas, pero ellos no entienden que causan en el otro. Por lo tanto los buscan establecer relaciones con personas que les brinden admiración, afecto e idealización, con las que sientan que su ego está continuamente elevado. Cuando el otro no se lo da, se producen grandes problemas porque tienen baja tolerancia a la frustración.

Como es la convivencia con él o ella

Para llevarte bien con un narcisista, sea él o ella, tenés que mostrarle admiración constantemente y evitar críticas constructivas porque no las toleran. Se desinflan y agreden, y/o desvalorizan al otro. Es muy difícil convivir con un narcisista. Son manipuladores, egoístas, controladores, y demandantes pero es difícil satisfacerlos. Tener un vínculo afectivo con ellos es muy complicado, sea pareja, padre o hijo, pues requieren tu admiración, alabanzas, y evitación total de comentarios donde se sientan que no son valorados porque pensás distinto a ellos. Es por ello que, si se sienten ignoradas, criticados, explotan en una intensa ira.

Las personas con personalidad narcisista suelen ser muy rencorosas con los que no hacen y dicen lo que ellos desean.

Son muy envidiosos, quieren lo que el otro tiene y piensa que los otros los envidian. Viven envenenando se su vida, desvalorizan a los otros, los desprecian para no envidiar los pero esa fuerte envidia los aleja afectivamente de otras personas.

Se fijan mucho en la imagen externa de las personas, más que en las cualidades personales e internas. En los vínculos íntimos no valoran la confianza o la lealtad, solo les importa que los reconozcan.

Buscan la perfección en los otros y en ellos mismos, pasan horas en el gimnasio o de compras para mostrarse perfectos.

Otra característica que dificulta sus vínculos, es que al carecer de empatía, no se hacen cargo de lo que dicen o hacen, echando las culpas de todo al mundo externo.

Un padre o madre narcisista buscaría que su hijo brille, que sea perfecto, no aceptaría que sea un deportista o alumno medio, tendría que ser el mejor en todo. Si no lo logra explotaría de rabia, puede ser contra su hijo o contra maestros y profesores. Estaría solo interesado en los logros y no podría conectarse con las necesidades de sus hijos, lo cual traería muchos problemas.

En la relación de pareja esperan que el otro satisfaga todos sus deseos, si no lo colman se frustran y se enojan fuertemente. Por ejemplo, el narcisista que no tolera unos kilos demás de su pareja luego del parto, la desprecia, la agrede, la critica, en lugar de pedir y alentarla a que se cuide. Buscaría siempre recibir elogios y no aceptaría ningún comentario. Desprecian, desvalorizan a su pareja en forma desmedida.

El narcisista sufre, va a terapia pero cuenta su verdad, no es consciente de su falta de empatía y de su necesidades de alabanza y fantasías de grandiosidad. Por lo tanto, el proceso terapéutico es largo y muy difícil porque le cuesta aceptar sus limitaciones y ver el dolor que causa en el otro.

No confundir egoísta con narcisista. El primero es una persona que piensa solo en él, el segundo es el cuadro mencionado en todo el artículo.

Convivir con un narcisista es dar, dar y recibir muy poco o nada.

conocé a nuestra columnista
Fanny Berger
Fanny Berger
Es psicoterapeuta gestáltica. Se dedica niños, adolescentes y adultos, y trabaja en el apoyo de padres. Implementó “terapia de alcance breve”, que en cinco sesiones trata temas concretos. Es conferencista y escribió varios libros.

Podés contactarla en su web, página de facebook o a través del teléfono celular 099 289 282.

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