Por Fanny Berger

Convivencia emocional: Impaciencia y baja tolerancia a la frustración 

Fanny Berger explica que nadie nace con paciencia, se construye en los primeros años de vida, sobre todo en el hogar. Seguí sus consejos

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Foto: Pexels

Vivimos en una sociedad con personas, sobre todo jóvenes y niños, que tienen poca paciencia. Esto los lleva a la frustración y al enojo; quieren todo ya, ahora, todo tiene que ser instantáneo.

Nadie nace con paciencia, se construye en los primeros años de vida, sobre todo en el hogar. El punto es qué podes hacer vos como padre para que tu hijo la desarrolle.

En estos tiempos es difícil fomentarla: nuestro niños y jóvenes están acostumbrados a hacer un click y recibir información en el momento; hace unos años, las personas teníamos que ir a la biblioteca y traer un libro que llevaba su tiempo de traslado y búsqueda entre los archivos. Hoy un pequeño desde su casa puede hablar con otro que está en otro continente; antes existía la operadora y horas de demora para comunicarte con alguien del exterior.

Todos estamos acostumbrados a la rapidez e inmediatez. Vivimos en una sociedad acelerada donde todo lo podemos obtener rápidamente pero para vivir con otros necesitamos paciencia pues hay acontecimientos que necesitan del tiempo y espera de lo que tiene que suceder. La paciencia se adquiere esperando en forma calma y en estos tiempos requiere un trabajo personal y la importante guía de los padres.

Entonces cuando tu hijo te pida algo y vos tengas muchas tareas para realizar, respirá y deteneté por unos segundos; decidí que es lo más importante y urgente y aplica esta frase mágica: "espera que estoy haciendo algo" y le decís cuando podrás responder a su pedido. El o ella se enojará, pero con el correr de los días y la práctica de tener que aguardar, desarrollarán la capacidad de esperar o paciencia, rasgo muy escaso en la vida de muchos adultos. Eso le permitirá que tu hijo se adapte a la vida en sociedad, pues sin paciencia no habrá ni aprendizajes de todo tipo, ni vínculos humanos estables y sanos.

Invertí intención y tiempo en organizar tu vida con ellos, marcando los tiempos y las esperas, que si bien no son agradables nos fortalecen porque se entrenan, no se compran ni se alquilan, se construyen día a día.

Nos hemos referido a la paciencia de los hijos. Pero vos como padre, ¿tenés paciencia con tus hijos? En el largo y desafiante proceso de educación, se necesita paciencia en todos los seres humanos, grandes y chicos.

Como hemos escrito anteriormente, todo se obtiene más rápido. Sin embargo un fruto o una flor, además de necesitar agua, luz yabono, necesitan tiempo para madurar. El proceso de madurez de tu hijo también requiere tiempo y paciencia para acompañarlo. Así son nuestros niños, necesitan de tiempo y actitudes parentales para madurar.

Otro fantasma de la vida actual es la baja tolerancia a la frustración cuando algo no sale como los niños y jóvenes quieren o en el tiempo que desean; entonces se frustran y se enojan fácilmente.

Esta capacidad se adquiere como la anterior, fijando y sosteniendo límites, guiándolos. Así se fortalecerán, pues en cada intento de hacer algo o esperar se acostumbrarán y podrán desarrollar una buena autoestima. Se necesitan adultos fuertes emocionalmente que permitan que sus hijos se desarrollen, intenten, aprendan con la experiencia y errores. De esta única forma, el niño se fortalecerá ante la frustración que es inherente a la vida humana en sociedad. Observamos madres que sobre protegen a sus hijos, realizan acciones que ellos pueden realizar, tal vez con más tiempo y más equivocaciones. Así le privan de ejercitar la capacidad de enfrentar la frustración.

Para desarrollar la paciencia y la capacidad de enfrentar las frustraciones se necesitan adultos que puedan guiar a sus hijos, sosteniéndolos, mostrándoles el camino para que ellos se fortalezcan y sean adultos pacientes y fuertes emocionalmente. Les aseguro que es un legado muy importante a la hora de vivir con otros seres en sociedad.

CONOCÉ A NUESTRA COLUMNISTA
Fanny Berger
Fanny Berger
Es psicoterapeuta gestáltica. Se dedica niños, adolescentes y adultos, y trabaja en el apoyo de padres. Implementó “terapia de alcance breve”, que en cinco sesiones trata temas concretos. Es conferencista y escribió varios libros.

Podés contactarla en su web, página de facebook o a través del teléfono celular 099 289 282.

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