Por Fanny Berger

Convivencia emocional: Convivir con las ausencias físicas y psicológicas

En el vínculo padre e hijo, la ausencia emocional de los adultos trae consecuencias negativas en el desarrollo del niño y problemas vinculares entre ambos. Seguí los consejos de Fanny Berger

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Foto: Pexels

Existen ausencias físicas que son fácilmente detectables como por ejemplo cuando un padre muere o se aleja por divorcio, pelea, mudanzas, migración.

Observamos también ausencias psicológicas que son más difíciles de detectar. La persona está presente con su cuerpo pero su consciencia, atención y emociones no están conectadas a su realidad interior ni a las personas que lo rodean.

En el vínculo padre e hijo, la ausencia emocional trae consecuencias negativas en el desarrollo del niño y problemas vinculares entre ambos. En esta columna brindaremos pistas para tratar de mejorarlas y evitar problemas.

Muerte y divorcio en la infancia

Cuando un padre se ausenta por muerte o divorcio, el niño tiene que recibir según su edad cronológica y madurez, una explicación de lo sucedido.

Siempre hay que recalcar que no es su culpa pues lo niños tienen una tendencia a culpabilizarse. Es importante mostrarle que la vida sigue a pesar de la pérdida, y con el pasar del tiempo el dolor disminuirá.

Padres: tienen que estar atentos porque muchas veces se trata de compensar la ausencia, sobreprotegiendo al hijo/a y esto es nocivo para el pequeño/a. Con dicha conducta de los adultos no se elabora el duelo pues se debe de atravesar el dolor de la pérdida. Así se empezará a sentirse seguro/a de la vida, a pesar de la ausencia.

La muerte o ausencia física no se puede reparar, se debe aceptar para vivir con ella. La actitud de los adultos significativos del niño es de vital importancia para ayudarlo a elaborar lo sucedido y tratarlo sin lástima, ni pena ni privilegios que solo lo debilitarán emocionalmente.

La muerte o ausencia física de un padre no es traumática para el niño, es dolorosa. Lo realmente nocivo es la actitud de los adultos importantes en su vida que lo pueden sobreproteger, transmitirle lástima o intentar reparar la ausencia con regalos, privilegios no merecidos y/o falta de límites.

Padres ausentes emocionalmente

Existen ausencias emocionales, padres que conviven con sus hijos pero están ausentes con su atención, consciencia, emociones. Esto dificulta el contacto con las necesidades de sus hijos, el proceso de educación se complica y el niño crece con carencias afectivas.

Las ausencias emocionales son sutiles, vemos a la persona pero no está con nosotros por lo tanto el vínculo padre-hijo se establece teñido de dificultades por la falta de empatía relacionado a lo que siente y necesita el pequeño.

Los niños se acuerdan de actitudes de sus progenitores en momentos que los necesitan por dificultades que se van suscitando y cuando el padre está con la cabeza en otro asunto, el niño se siente solo frente al mundo y en muchas situaciones responsable de solucionar los problemas inherentes a la vida diaria, rol que pertenece al mundo adulto. Las necesidades afectivas del niño no son satisfechas, no se siente ni contenido, ni amado, ni confiado pues el progenitor está inmerso en otros asuntos. El chico se siento solo a pesar de estar rodeado de sus padres. Es así que desarrollará baja autoestima pues se sentirá inseguro y abandonado afectivamente, sin nadie que lo consuele y lo guíe.

El pequeño tiene necesidades emocionales que los padres tienen que satisfacer, de lo contrario se suscitarán problemas en su vida, como baja autoestima, fuertes demandas nacidas por un intenso sentimiento de carencia, problemas de conductas, de ansiedad y depresión, etc.

Todo niño necesita padres presentes y disponibles física y emocionalmente para fijar límites con amor. Así se sentirá querido. Además necesita sentirse contenido en distintas situaciones de la vida cotidiana para experimentar seguridad.

CONOCÉ A NUESTRA COLUMNISTA
Fanny Berger
Fanny Berger
Es psicoterapeuta gestáltica. Se dedica niños, adolescentes y adultos, y trabaja en el apoyo de padres. Implementó “terapia de alcance breve”, que en cinco sesiones trata temas concretos. Es conferencista y escribió varios libros.

Podés contactarla en su web, página de facebook o a través del teléfono celular 099 289 282.

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