Con los hijos

Volver a dormir: ¿Es hora de pasar de cuna a cama?

Pasar a nuestros hijos de la cuna a una cama, es una decisión importante respecto al sueño. Seguí los consejos de Lucina Jinchuk para evitar errores comunes.

Bebé acostado en una cama. Foto: AFP.
Foto: AFP.

Una de las decisiones más importantes que tomamos los padres con respecto al sueño de nuestros hijos en los primeros años, es pasarlos de cuna a cama

Puede ser cama de una plaza, cama tipo Montessori, colchón en el piso o simplemente sacarle la baranda a la cuna funcional. Muchas veces los padres asumen que esa va a ser la solución cuando su chiquito duerme mal de noche

Piensan: ¿y si está incómodo? ¿Y si el problema es que no le gusta su cuna? Cansados también de levantar muchos kilos cada vez que el niño se despierta y hay que sacarlo y ponerlo, prefieren poder acostarse con ellos en la cama y esperar que con eso mejore todo pero en realidad el cambiarlos de cuna a cama demasiado pronto suele ser la causa principal de problemas de sueño en niños de entre 1 y 3 años.

¿Por qué no recomiendo tomar la decisión sin estar convencidos? Porque no es seguro. Imagínate a tu chiquito medio dormido deambulando solo por tu casa mientras vos dormís. Puede asustarse, caerse, y meterse en algún lugar que no esté preparado para él, generándole miedos e inseguridades.

En ese caso deberías cerrar la puerta, que su cuarto sea súper seguro y que no pueda salir solo de ahí. También porque antes de los 2 años y medio los niños no tienen la capacidad de entender consignas como: no podés salir solo de tu pieza. Es demasiada responsabilidad para ellos tener tanta libertad. Una libertad para la cual no suelen estar preparados y ya sabemos que si pueden hacerlo, ¡seguramente lo van a intentar! 

Otro motivo es que van a empezar a ir a tu cuarto en vez de llamarte para que tu vayas y si no es lo que quieren van a estar yendo y viniendo del cuarto a cada rato (o te vas a despertar con un inquilino de cama). 

Por último: porque tener todos sus juguetes a disposición va a ser siempre mucho más divertido que dormir, haciendo que incluso pueda dejar la (tan necesaria) siesta antes de tiempo.

¿Cuándo es un buen momento para cambiarlo?

Si tiene más de 2 años y medio y le queda chica su cuna o te parece que realmente es incómodo; si dejó el pañal de la noche y tiene que ir al baño rápido; si se baja o tira solo de la cuna, siendo esto un riesgo de seguridad (y tiene más de dos años y medio) o si te está pidiendo una cama de “grandes”, y duerme bien por la noche. Si todavía tiene muchos despertares sugiero resolverlo antes de hacer el cambio.

¿Cuáles son los motivos incorrectos para esta transición?

Si estás embarazada y necesitás la cuna para el hermanito, solo lo hará sentirse desplazado de algo que es suyo (preferible conseguir una practicuna o usar la cuna colecho o el moisés).

Si alguien te dijo que eso le funcionó y aunque no estés convencida lo vas a intentar, acordate que lo que le funciona a una familia no necesariamente va a funcionarle a la tuya.

Si ya probaste “todo” para que duerma bien y todavía no lo logran. Si sentís que estás limitando su independencia dejándolo en la cuna como si fuera un bebé. La cuna es un límite más y es solo para dormir, el resto del día puede investigar todo lo que quiera mientras tú lo puedas ver.

Espero que esta información te sirva a la hora de tomar la decisión, y acordate que nada está escrito en piedra, cualquier cosa siempre se puede volver a la cuna si sentimos que no está funcionando.

conocé a nuestra columnista
Luciana Jinchuk
Luciana Jinchuk
Consultora de Sueño Infantil por el Family Sleep Institute. Mamá de Eva y Felix.
A través de su emprendimiento, Volver a Dormir, ha trabajado con más de mil familias en Latinoamérica.

Podés seguirla en Instagram y ver sus novedades en la página web de Volver a dormir.

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