CON LOS HIJOS

Mamá estimula: Mi hijo no come, ¿qué hago?

Los primeros años son clave para inculcar una alimentación saludable en nuestros hijos. Pero que coma bien no significa que coma mucho ni por obligación.

Cocinar con los niños y volver a comer en familia alrededor de la mesa son fundamentales para una alimentación saludable.
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La eterna preocupación de los padres por la alimentación de los chicos, se basa muchas veces en viejos paradigmas o falta de información actualizada sobre lo que los niños realmente necesitan. En esta nota te dejamos algunos consejos para inculcar hábitos de alimentación saludable en casa, sin enloquecer en el intento.

Frases como “si no comes todo no hay postre” o “”no te levantas de la mesa hasta que hayas terminado todo el plato” resuenan en muchas cabezas de adultos de hoy día, como reminiscencias de un pasado en el que, abuelos inmigrantes sobrevivientes de entre guerras, que habían padecido o al menos presenciado el hambre de cerca, consideraban la falta de alimento en los niños como el mayor de los peligros y hacían cualquier cosa con tal de prevenirlo.

Pasaron muchas décadas y sin embargo, “que coma bien” sigue siendo una de las principales preocupaciones de madres y padres con hijos pequeños, al punto de volverse una obsesión que convierte la comida familiar en un momento de estrés para padres e hijos que lejos está de ayudar a que los niños a asociar la comida al placer y al descubrimiento, y no al fastidio o incluso al castigo.

Esta preocupación radica en que todos sabemos que una buena alimentación es la base de un sano desarrollo tanto físico como intelectual (e incluso del rendimiento escolar), y también, que los malos hábitos alimenticios por el contrario, incrementan los riesgos de padecer múltiples enfermedades y que luego de adquiridos, son extremadamente difíciles de cambiar, ya que la comida preferida en la infancia genera emociones que determinan nuestros gustos alimenticios para el resto de nuestras vidas.

Por tanto, es cierto que los primeros años de edad son clave para inculcar una alimentación saludable en nuestros hijos. Pero cuidado. Que coma bien no significa que coma mucho y tampoco significa que coma verduras ni que coma todo el plato de lo que sea le pongamos por delante por obligación. Preocuparse de exigir una cuacharadita más o que coma brócoli o espinaca, no es lo más importante. Lo importante es ocuparse de inculcar hábitos de alimentación saludables para toda la vida y esto además, implica labrar una relación sana con la comida

Es una maratón, no una carrera de velocidad

Para empezar debemos tener bien presente que como todo hábito, la alimentación se educa con el tiempo y por ende, hay que ser pacientes y constantes y no desalentarnos porque los resultados se ven en el largo plazo.

Lo segundo es que aprender a alimentarnos va muchísimo más allá de incorporar nuevos alimentos o sabores. “Si comen parados, a cualquier hora y mirando la tele no sirve de nada que me coman espinaca, dice Paulina Puga, Cocinera y YouTuber argentina, porque aprender a comer va mucho más allá de lo que se pone en el plato”.

¿A qué debemos entonces sí prestarle atención y en qué podemos “relajarnos”?

La regla del qué, cuándo, cómo y qué

Una máxima simple que en mi caso me ha salvado, es que los padres somos responsables de qué se come y cuándo se come en casa, mientras que los niños, los son de cómo y de cuánto. ¿Qué significa esto? Que el “qué” y el “cuándo” deben ser nuestro foco.

¿Qué comer?: 3 tips para mejorar nuestra oferta

1. Planifica la compra: La alimentación saludable empieza en la compra por lo que conviene pensar el menú semanal con anticipación para comprar solo lo que queramos encuentren como opciones disponibles en la alacena y evitar deslices.

2. Aprende a comprar conscientemente: analizar las etiquetas de los productos para definir cuál es la galletita que tiene menos azúcar y grasa, la barrita de cereal que tiene más fibra, etc, es otro punto super importante para controlar lo que le damos a los chicos. Es un camino de ida. Al principio cuesta pero les aseguro que lo que descubrimos que consumíamos sin saberlo, vale la pena.

3. Bajo llave: guarda lejos del alcance de los niños los si snacks no tan saludables para poder dosificarlos a discreción.

4. Casero siempre es mejor: Intentar hacer casero la mayor parte de las comidas y snacks que les gusten es un golazo de media cancha. En casa las Nuggets de pollo, los chicken fingers, las hamburguesas, los muffins y ni que hablar las galletas se hacen caseras en cantidad y se congelan y así nos aseguramos stock permanente saludable en la heladera para consumo en casa o en la escuela. Lo mismo vale para jugos de fruta, compotas, licuados y hasta helados.

¿Cuándo?: Inculcar hábitos implica rutinas y constancia

Que no vaya sin desayunar jamás a la escuela porque llegamos tarde o que se acueste sin cenar porque se nos quedó dormido antes, son cosas que deberíamos proponernos jamás sucedan. Que se respeten las 4 comidas principales diarias, los horarios y ciertas reglas como, que comemos juntos y nos esperamos mutuamente para empezar a hacerlo, que el postre va luego del plato principal y que ayudamos a levantar la mesa, etc, son también reglas importantes para inculcar hábitos saludables en casa.

El cuánto y el cómo, que lo definan los chicos.

¿Cuánto?: tranquilos, los niños lo saben 

“Los niños comen mucho menos de lo que la gente imagina”, dice el reconocido pediatra español Carlos González, y agrega “por ello, tenemos que hacer caso al niño cuando dice quiero más o no quiero más y sin el menor género de dudas, y jamás de los jamases hay que obligar a comer al niño por ningún concepto, de ninguna manera y con ningún método”.
De hecho, desde los años 20 hay muchos estudios que sostienen que los niños pequeños son capaces de autorregular su propia dieta en calidad y cantidad, por lo que el problema de una mala alimentación habría que buscarlo más bien del lado de la oferta que de la demanda, es decir en lo que los adultos les ofrecemos.

¿Cómo?: Dales libertad para que coman como quieran

Dejemos que manipulen la comida a su antojo y abandonemos las ínfulas de convertirlos en ejemplo de modales con 3 años, porque lo que para nosotros es un enchastre, para ellos es una experiencia sensorial y lúdica semejante a la de cuando pintan con las manos. Y cuanto más natural se dé esa relación del niño con su comida, mejor y más sana será la relación que tenga con ella de grande. No importa cuánto demore en aprender a usar los cubiertos o la servilleta, pero tú acostúmbralos a que los vea siempre en la mesa y corrígelo sin rezongar.

Cuidar la relación que se establece con la comida es crucial

Por último, tan importante como cuidar lo que se les ofrece, es cuidar la relación que se establece con la comida en el hogar. Perseguirlos, insistirles hasta el cansancio, rezongarlos, forzarlos a que coman más, o amenazarlos con la comida o con la ausencia de ella, sólo promueve asociaciones de la misma con sentimientos de ira, culpa, vergüenza, o inclusive de recompensa, sentando las bases de trastornos alimenticios futuros de diversa índole.

Pero además, convertir la comida en un castigo al decirle a alguien “ahora te lo comes todo” o “ahora te acuestas sin comer” claramente no el camino para acercar al niño a ella. Tenemos tan naturalizado este tipo de amenazas y castigos que perdemos de vista el sinsentido que esconden. O acaso los dejamos sin dormir toda la noche? O ¿Sin abrigo en un día frío? ¿O Sin bañar una semana?

Algunos consejos finales

En definitiva, necesitamos dejar de pensar que una alimentación  saludable
es sinónimo de que “me come de todo” y poner el foco en que “coma con todo”… con tranquilidad, con amor propio, con respeto por los demás y por sí mismo y en armonía con el entorno; que coma sabroso, divertido, que aprenda a descubrir sabores por placer y no por obligación y que aprenda que la comida no es un trofeo ni una penitencia sino el comienzo de una larga y hermosa relación que mantendremos toda la vida. Y si aun así no nos come brócoli, no pasa nada, ya lo comerá. Y si nunca lo come, tampoco. Existen mil alternativas más.

conocé a nuestra columnista
Claudia Guimaré
Claudia Guimaré
La socióloga uruguaya y especialista en marketing y comunicación es la fundadora de Mamá estimula. En el grupo que administra desde Argentina, comparte materiales educativos y soluciones para padres.

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