Con los hijos

Guardia pediátrica: Mordeduras, picaduras y otras (parte II)

Algunas de estas lesiones se producen durante todo el año pero otras son privativas de la primavera y el verano.

niña verano
foto: Pexels

En la parte I de este tipo de lesiones abordamos las mordeduras más frecuentes, en esta nueva columna nos referiremos a las mordeduras de otras especies que pueden afectar a nuestros hijos.

Comencemos por los artrópodos, dentro de los cuales son referiremos a insectos y arácnidos, que producen lesiones por diferentes mecanismos que debemos tener en cuenta. En estos casos el efecto nocivo se produce directamente por el veneno inoculado, por las reacciones alérgicas que se pueden presentar, sin olvidar la posible transmisión de enfermedades.

Las picaduras de mosquito son las más frecuentes y en la mayoría de los casos provocan una pápula (zona de piel sobre elevada) que pica mucho. No debemos olvidar que si bien los más comunes son los mosquitos Culex, que son los que vemos sobre todo cuando comienza el calor, en nuestro medio está el Aedes aegypti que trasmite el Dengue entre otras enfermedades.

Mosquito Culex. Foto: Wikimedia Commons.
Mosquito Culex. Foto: Wikimedia Commons.

Debemos ser conscientes de todas las medidas para evitar que se desarrollen (vaciando los recipientes con agua estancada o quieta y dar vuelta recipientes, cacharros). Aquí las recomendaciones no solamente son para los niños, sino también para los ambientes donde ellos viven.Las picaduras de avispas y abejas son muy dolorosas. A diferencia de la avispa, la abeja sólo pica si se la molesta, una vez, y el aguijón queda clavado en la piel. Las picaduras de las avispas en cambio, pueden ser múltiples. Las lesiones más frecuentes son leves, producen dolor inmediato y es seguido de una lesión tipo pápula o habón en la zona de la picadura, que suele ceder en unas horas. Pueden presentarse formas graves de lesión cuando los ataques son por múltiples abejas, si ha habido exposición anterior y cuando los niños son pequeños.

Las pulgas de las mascotas suelen preferir la piel cubierta por el pelo del animal pero pueden picar a los humanos. Las picaduras se ven como pequeñas lesiones, apenas sobresalidas, que se agrupan en fila. Muchas veces también son pintitas hemorrágicas pequeñas y juntas.

Para prevenir las picaduras en caso de mosquitos, sirve usar repelentes en aplicación local, recordando que se sale con el agua. No se debe aplicar directamente en el rostro y se debe evitar los ojos y la boca. En los niños lo ideal es que el adulto se lo ponga en sus manos y se los pase por la cara con cuidado. No están recomendados en menores de seis meses, en estos casos se puede colocar un repelente ambiental (pastillas eléctricas) o una tela de protección tipo tul sobre el cochecito o la cuna.

Las abejas y avispas muchas veces están sobre el pasto, por lo que además del uso de repelente que puede ser de utilidad, se debe cuidar de no caminar descalzo sobre el pasto y tener en cuenta que los colores vivos las atraen, lo mismo si nos ponemos nerviosos. Es importante recordar que si se posan encima de nosotros no hay que intentar ahuyentarlas ni matarlas, sino que se debe permanecer quieto o hacer movimientos muy lentos hasta que se vayan. La avispa luego de picar produce sustancias que pueden atraer a otros miembros de la colonia, por eso en lo posible y sin correr, hay que alejarse del lugar del incidente.

Abeja
Abeja. Foto: Pixabay

Ya producida la injuria, si es una picadura de abeja hay que sacar el aguijón con una pinza de cejas o utilizando una tarjeta de plástico de las bancarias, lavar la piel con abundante agua y jabón, colocar hielo local y si se cuenta con ello podemos poner xilocaina (la misma que no recomendamos y que muchos usan en la erupción dentaria, en este caso es de utilidad) además de poder hacer analgésicos por vía oral.

De las arañas solo nos referiremos a la Loxosceles laeta, que es la marrón que está dentro o peri domicilio por ser la más frecuente. Puede ser que la mordedura con la que inocula el veneno pase inadvertida pero genera importante dolor, a las pocas horas queda la zona roja e inflamada, pudiendo también presentarse la piel con el aspecto de “mármol” con una ampolla que luego forma una éscara. Pueden verse formas graves.

Loxoceles Laeta
Loxoceles Laeta

Si uno va a acampar o nos quedamos a dormir fuera, se recomienda el uso de mosquitero, sacudir la ropa y revisar el calzado antes de ponérnoslo.

Las garrapatas se adhieren con mucha firmeza a la piel del cuero cabelludo. Habitualmente la lesión consiste en una pápula roja e indolora. Se la debe retirar suavemente, no sin matarla antes poniendo un algodón o gasa con alcohol, éter o aceite. Luego se debe lavar la zona con agua y jabón. Los niños pueden presentar ganglios inflamados en el cuello u otras zonas vinculados a esta picadura.

No podemos dejar esta columna de hoy sin hablar de los molestos piojos, tan frecuentes en nuestros niños y que muchas veces determinan que hagamos tratamientos que ponen a nuestros hijos en riesgo de intoxicación.

Los piojos no son fáciles de ver, lo que sí vemos son liendres, los huevos, a un cm, más o menos, de la raíz del pelo. Sabemos que prefieren el cabello largo, la zona de la nuca y detrás de las orejas. No saltan ni vuelan, caminan. Es esencial reconocer la infestación, usar el peine fino y recordar que si bien hay múltiples productos en el mercado, no podemos ni debemos nunca aplicar productos de uso animal en los niños. En el momento actual hay diferentes tratamientos, muchos de ellos con bajo o ningún riesgo de intoxicación, efectivos para causar la muerte del piojo. De todas formas lo más importante es prevenir que aparezcan; en esos casos el peine fino es fundamental y siempre consultar al médico de referencia.

medusas aguavivas playas
La Tapioca común (Liriope tetraphylla) es una medusa muy pequeña que no supera los 3 centímetros de diámetro.Foto: Fabrizio Scarabino

Finalmente haremos una breve referencia a las aguas vivas tan temidas por muchos de nosotros por haber padecido el dolor del contacto con ellas. Las lesiones son lineales, vesiculosas y muy dolorosas. El tratamiento recomendado consiste en mojar la zona con agua salada fría, si ponemos alcohol al 70% en la zona o vinagre, se neutraliza y deja de doler.

Hay algunos signos de alerta frente a una picadura que deben motivar la consulta inmediata: dificultad para respirar, tos intensa, edema de labios, lengua, cara, enrojecimiento general y malestar general entre otros.
Esperando que les sea útil, nos despedimos hasta la próxima columna.

Conocé a nuestra columnista
alicia fernández, pediatra,
Alicia Fernández
Médica pediátra
Coordinadora Área Programática de la Niñez 
Dirección General de Salud 

Podés seguir a nuestra pediatra de cabecera en Twitter como @AliFernandezUY

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