CON LOS HIJOS

Los ciclos de Marha: ¿Qué necesita nuestro bebé?

En una nueva columna, la doula y educadora perinatal propone pensar en lo necesarios que son el contacto y los límites para los hijos

niño de la mano
Foto: Pixabay

¿Desde cuando comienza la necesidad de contacto e interacción de un humano? ¿Desde que nace? ¿Desde que entiende lo que le decimos? ¿Desde la panza?

La respuesta es: desde el día uno de su concepción. ¿Tan así? Si, tan así. Sin embargo, esta claro que muchas veces nos enteramos más adelante en el embarazo de la existencia del bebé. Entonces ese será el momento oportuno para comenzar a interactuar con él o ella.

Durante el embarazo el contacto y las interacciones de basan en caricias a la panza, palabras de amor, canciones cantadas o mediante un dispositivo cerca de la panza, movimientos suaves con el cuerpo. Aún cuando no se nota la pancita, es posible hacer todo esto.

Cuando nace es muy importante recordar que para el o la bebé cambia totalmente el escenario de su vida, y posiblemente necesite mucha upa, muchos mimos, mucho contacto. Esto no son “mañas” y no creará “mañas” futuras. Cubrir esta necesidad le da confianza y seguridad al bebé. El o ella a través del contacto construye un apego seguro con el o la adulto/a cuidador/a, el cual necesita para su óptimo desarrollo.

Las interacciones no solo deberán ser físicas, sino también mediante palabras y miradas. Hay que tener en cuenta que nuestro hijo/a por más pequeño que sea, es una persona, por lo cual explicarle lo que está sucediendo en la vida cotidiana, lo que estamos haciendo, describir las acciones realizadas con su cuerpo por ejemplo cuando lo cambiamos o bañamos, pedir permiso para cambiarlo de lugar, para abrazarlo, para besarlo.

¿Y que más necesita un bebé de nosotros? Nos falta una parte fundamental del cuidado y seguridad: la anticipación y los límites. Anticipar lo que va suceder a lo largo del día y poner límites, siempre respetuosos, puestos de forma coherente, y siempre los mismos.

Es simple no dudar cuando se trata de que no meta los dedos en el enchufe. Pero no es tan simple cuando nuestro hijo/a hace un berrinche por algo que quiere del super. Entonces es importante mantener el límite, si la otra vez quiso galletitas y dijimos que si, esta vez es difícil que entienda cuando decimos que no.

Ponerse a la altura, explicar el porqué y sostener las emociones de nuestro/a peque (mientras seguramente tengamos que sostener nuestras propias emociones).

En resumen: nuestro bebé nos necesita cerca y disponibles física y emocionalmente. En la próxima columna veremos qué necesitamos nosotras/os las/os adultas/os para poder sostener de esta forma a nuestros/as pequeños/as.

CONOCÉ A NUESTRA COLUMNISTA
Marha Scanu
Marha Scanu
Lic. en Comunicación, Educadora en primera infancia, Doula, Educadora perinatal.

Podés seguirla en Instagram como @losciclosdemarha

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