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Los gigantes tecnológicos miran a Vietnam como nuevo polo productivo

El país asiático emerge como alternativa para empresas como Google, Apple o Samsung ante la escalada en la tensión comercial entre EE.UU. y China y la política de covid cero de Beijing

Sede de Google. Foto: Piqsels.
Sede de Google. Foto: Piqsels.

La pérdida de atractivo de China para algunos inversores por las tensiones comerciales con EE.UU. y las estrictas políticas de contención del covid-19 han convertido a Vietnam, cuya economía crece a fuerte ritmo, en la alternativa favorita como centro de producción de grandes empresas tecnológicas como Apple, Samsung o Google.

El goteo de compañías de esta industria que trasladan su producción de China a Vietnam se ha intensificado en los últimos meses con movimientos como el de Apple, que ha comenzado a fabricar parte de sus tabletas iPad y auriculares AirPod en Vietnam, donde también planea producir sus relojes inteligentes AppleWatch y sus ordenadores MacBook Pro.

La taiwanesa Foxconn, uno de los principales proveedores de Apple, invertirá US$ 300 millones en una planta en el norte del país que creará 30.000 empleos.

Google también producirá en 2023 por primera vez en Vietnam sus teléfonos Pixel, en un intento de reducir su dependencia de China.

Estas empresas siguen el camino de Samsung, que en los últimos años ha aumentado su producción en Vietnam, donde ya fabrica la mayoría de sus teléfonos móviles.

Uno de los factores que ha acelerado esta tendencia ha sido la estricta política de contención del covid-19 en China, que tensa las cadenas de suministro y provoca inseguridad en los fabricantes, pero existen razones menos coyunturales.

airpod pro
Los AirPods son uno de los productos que Apple comenzó a fabricar en Vietnam

Para Le Hong Hiep, director de estudios vietnamitas del Iseas-Yussof Ishak Institute, «entre las razones más profundas está la guerra comercial entre China y EE.UU. que causa incertidumbre y alteraciones en la cadena de suministro global».

«Los productos exportados desde China pueden ser objeto de barreras arancelarias más altas, especialmente cuando se exportan a EE.UU.», apuntó Hiep, que además mencionó los atractivos que Vietnam ha adquirido en los últimos años para explicar su auge como centro productivo.

A favor y en contra

El primer factor interno al que apunta el analista es el «boom» de la economía vietnamita, especialmente en los últimos meses tras la paralización causada por el covid-19, con un crecimiento récord del 13,6% interanual en el tercer trimestre de este año gracias al impulso de la industria manufacturera y las exportaciones.

«Cuando estas empresas (tecnológicas) instalan sus fábricas en Vietnam tienen también acceso al mercado local, que está ganando atractivo», indicó Hiep.

El Hanoi Night Market puede resultar otra opción disfrutable para el viajero.
Una vista de Hanoi.

Además, la mano de obra es más barata en Vietnam -ronda los US$ 3 por hora en la industria manufacturera, frente a los US$ 6,50 de China, según la publicación Vietnam Briefing-, lo que se une a los incentivos fiscales del gobierno que buscan atraer a las grandes empresas para que inviertan en el país.

Otras ventajas que cita Hiep son la cercanía de China, la estabilidad política y la apertura comercial en los últimos años.

Pero, algunas voces alertan de que Vietnam puede tener problemas para satisfacer la demanda de personal especializado que requiere la industria tecnológica.

«Para subir en la cadena de valor, Vietnam necesita mejorar las cualificaciones profesionales de su mano de obra», afirmó en un artículo en East Asia Forum Suiwah Leung, profesora asociada honoraria de Económicas de Australian University.

Hiep admitió este problema pero concluyó que «Vietnam está haciendo lo posible por satisfacer estas demandas y se considera que sus trabajadores son más disciplinados y están mejor formados que los de otros países» de la zona.

Desequilibrio en infraestructuras

Uno de los límites al crecimiento de Vietnam son las infraestructuras, que han tenido un desarrollo muy desequilibrado hacia el norte del país, donde reside el poder político.
Hiep añadió a esto la cadena de suministro local, aún incapaz de abastecer a gigantes de la tecnología. «Si Vietnam puede mejorar la capacidad de las empresas nacionales (para ser proveedoras), las grandes tecnológicas tendrán más confianza a la hora de invertir en Vietnam y se pueden quedar más tiempo. Si los proveedores son de otro sitio, pueden trasladarse muy fácilmente a otros países», argumentó.

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