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Además de dLocal, otras empresas fintech uruguayas despegan en el país y más allá

Inswitch, Bankingky, Paganza, MiFinanzas y Prometeo, son algunos ejemplos de compañías en Uruguay, cuyos negocios se dispararon y preparan ampliar mercados y equipos.

Fintech
Fintech. Un sector en pleno auge en Uruguay. (Foto: Shutterstock)

La llegada de dLocal a ser el primer «unicornio» uruguayo (septiembre 2020) y a cotizar en Nasdaq (este mes) marcó un antes y un después en el ámbito emprendedor tecnológico. En particular, en el sector fintech.

Para Amílcar Perea, gerente general de Inswitch y directivo que encabeza la Mesa de Fintech & Tecnologías Financieras de la Cámara Uruguaya de Tecnologías de la Información (CUTI), este hito hace que «grupos inversores nos miren distinto y pesará mucho a la hora de salir a captar más de US$ 10 millones».

Martín Naor, CEO de Bankingly, coincide y asegura que ahora hay un modelo al que referir. «Un consejo útil que me dieron a la hora de salir a buscar inversión es que no vaya a fondos que nunca invirtieron en el país o en rubros parecidos. Ahora, en mi actual ronda de inversión dLocal es tema de apertura de conversación y saca una barrera de encima».

Ximena Aleman, cofundadora de Prometeo, dice que el efecto dLocal ayuda a la internacionalización de su compañía ya que «Uruguay quedó validado como hub de tecnología, sobre todo fintech y tenemos similitudes con esa empresa».

Por su parte, Marcelo Lanfranconi, cofundador de Paganza valora que el país se posicionó como «un lugar que puede crear productos de valor». «Como emprendedor heredás una marca importante. Y valida que desde Uruguay se puede hacer un software robusto que maneje cientos de miles de transacciones sin problema, porque en finanzas se requiere seguridad y que esté operativo 24/7».

Finalmente, para Milton Rodríguez CEO de MiFinanzas, el hito habilita a que más fintech vendan al mundo desde Uruguay, «sin tener que ser un mago de Silicon Valley».

Inswitch

Inswitch, empresa que nació en 2002, especializada en desarrollar soluciones de dinero electrónico, registra un crecimiento anual de 40% y tiene en países emergentes su principal área de negocio, aseguró su gerente general, Amilcar Perea (directivo de la CUTI, donde lidera la Mesa de Fintech & Tecnologías Financieras). «En los últimos 18 meses tuvimos una transformación muy importante en el modelo de negocios. Pasamos toda nuestra tecnología a la nube en una propuesta de FaaS (Fintech as a Service) para que cualquier empresa pueda convertirse en una fintech. Ahora cualquier compañía usa lo que necesita mediante nuestras API. A esto le sumamos una robusta red de partners que incluye bancos, emisores de tarjetas, instrumentos de dinero electrónico, hasta compras con bitcoin», indicó. Rápidamente, la estrategia dio frutos. En los últimos meses sumó clientes en más de 15 países en África y Brasil y planifica un fuerte desembarco en Asia para fines de 2021.

Bankingly

En los próximos dos meses, Bankingly, plataforma de canales digitales y herramientas mobile y web para instituciones financieras, espera cerrar una ronda de inversión de unos US$ 7 millones. El plan con ese dinero es poder incrementar su lista de países de 15 a 35 y sumar nuevos productos a su portafolio, comentó Martín Naor, CEO de la fintech. «Buscamos inversores americanos, regionales y también algún africano o americano que invierta en África», adelantó. La empresa viene de un 2020 con un crecimiento de negocios de un 120%, y este año las señales muestran que esa cifra puede repetirse. Esto impactó a la interna. Desde enero de este año, Bankingly pasó de un equipo de 20 personas a 35 y, según informó Naor, el plan es llegar a 100 para fines de 2021 y duplicar esa cifra en 2022 con personal distribuido en varios países, especialmente en Uruguay y Latinoamérica. «Esta semana contraté gente en Kenia, Nigeria, Sudáfrica, Ghana. Con la ronda de inversión, el plan es sumar clientes en Latinoamérica, países en África y empezar en el sudeste asiático, en mercados emergentes como Malasia o Filipinas, porque es donde hay necesidad, crecimiento, población joven, demanda de este tipo de servicios y aún existe cierto rezago en materia de transformación digital», indicó.
Hoy la empresa cuenta con más de 70 clientes, principalmente instituciones financieras, y procesa transacciones de 3,25 millones de usuarios. Su principal mercado aún es Latinoamérica «y va a seguir siendo por un buen tiempo, porque crecemos 100% anual», dijo Naor.

Paganza

El año pasado fue un «período de aceleración» del crecimiento de Paganza, la plataforma de pagos creada en 2012 que fue adquirida por Crédito de la Casa (propiedad de Santander Uruguay) en septiembre de 2020. Según su cofundador, Marcelo Lanfraconi, la pandemia jugó a favor, porque trajo «un cambio de hábito forzoso» y generó un salto de varios escalones. «En pocos meses registramos un crecimiento de varios años». «La pandemia forzó a mucha gente a buscar soluciones de pagos online y nos encontró con nueve años en el mercado». El efecto fue un crecimiento de la empresa de un 50% en 2020 y una proyección similar para este año. Eso se refleja en el equipo que llega a 18 personas en la actualidad y un volumen de transacciones de $ 7.200 millones anuales, indicó.
El año pasado también fue de cambio de modelo de negocio. Dejó se ser una app de pagos de facturas para transformarse en una de pagos móviles, envío de dinero y pago sin contacto mediante código QR.
«La compra de Santander nos permite ir más rápido; tenemos más capacidad de inversión y fortaleza en el sistema. A futuro vemos que hay espacio para mejorar en Uruguay, tanto en facturas como en envío de dinero, donde próximamente lanzaremos la posibilidad de retiro en redes de cobranza. Cuando la pandemia pase veremos más escenarios de pagos compartidos como fútbol, asados, etcétera», dijo. Paganza admite pagos en más de 1.000 servicios, pero las facturas aún son el 95% de la facturación, «un sector con oportunidad porque aún más de un 80% se paga en redes de cobranza», señaló.

MiFinanzas

«Todo lo que publicamos en la plataforma se vende al instante. Es más, tenemos una demanda insatisfecha de inversores que piden más productos. Hay mucho dinero para colocar, tenemos gente en lista de espera», aseguró Milton Rodríguez, CEO de MiFinanzas, plataforma creada en 2016 que ya financió unos US$ 100 millones. La fintech, que permite a pymes financiarse mediante la colocación de cheques o facturas, tuvo en la crisis un aliado, porque llegaron más solicitudes aunque debieron tener más cuidado de cuáles habilitaban. «La situación del país hizo que no se pudieran financiar todas las solicitudes, entonces bajó la cantidad cheques y facturas que se aceptan para publicar. Hoy la cartera de crédito vivo es de US$ 10 millones (en abril de 2020 eran US$ 4 millones) con un plazo promedio de cobro de 60 días y una morosidad menor del 4%. En enero financiamos US$ 5 millones y en mayo US$ 3,5», detalló. Según Rodríguez, aún el 95% de sus negocios responde a cheques porque las facturas insumen más tiempo de proceso si no son digitales. «Los cheques toman solo 48 horas, porque una vez que se acepta se coloca», explicó.
El actual camino de MiFinanzas es llegar a las pymes de todo el país. Para ello, abrió una oficina en la Unidad Agroalimentaria Metropolitana y cerró un acuerdo con Abitab para utilizar la firma digital y con RedPagos para integrar la red como punto de entrega de cheques. «Está disponible desde mayo de este año. Ahora cualquiera que lo vende en la plataforma lo puede entregar ahí y en menos de 12 horas tiene el dinero», indicó Rodríguez.

Prometeo

A Prometeo, plataforma uruguaya de open banking, la pandemia también le hizo bien. En 2020 duplicó su facturación y en los últimos cuatro meses triplicó su equipo (ahora son 18 personas). Su tecnología, que permite que las personas puedan habilitar el acceso y uso de su perfil crediticio por instituciones financieras, capta la atención de varios clientes a nivel regional. Por ello, ya prevé el desembarco en Brasil y México para el último cuarto de este año o primeros meses del año que viene, adelantó Ximena Aleman, su cofundadora. La compañía tiene presencia en nueve países de Latinoamérica, en 44 instituciones financieras y cuenta con clientes como Prex (Uruguay) o Rappi en México. Este año cerró una ronda de inversión para aumentar conexiones con bancos y lanzó su API de pago para clientes corporativos.

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