TEMA DE ANÁLISIS

Un nuevo mapa de la economía mundial: inflación, freno de la actividad y decisiones de política económic

Hay una nueva foto en 2022. EE.UU.está en el cruce de caminos de combatir la inflación sin caer en recesión, mientras China necesita estimular su economía sin profundizar la crisis inmobiliaria. 

Foto: Getty Images
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Como se verifica en el gráfico 1, el impacto de la pandemia en las tres principales economías del mundo fue diferente en tiempo y en profundidad. En China, la afectación se dio en el primer trimestre mientras que en el resto del mundo se dio en el segundo trimestre de 2020. Asimismo, mientras que en China el efecto fue muy acotado en el tiempo, en Estados Unidos se demoró mayor tiempo en lograr los niveles pre-pandemia y en Europa resultó aún más complejo.

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En definitiva, lo anterior bien podría haber sido —si no lo fue— incluido en cualquier análisis realizado durante 2021 sobre la coyuntura económica mundial. Veamos qué ha cambiado.

El final de 2021 y el comienzo de 2022 fueron acercando nuevos nubarrones a las perspectivas de las principales economías del mundo.

En China, al “momento Lehman” asociado al caso Evergrande —y vinculado en términos generales a la decisión de las autoridades de enfriar y controlar una crisis financiera en el sector de real estate— se agrega en 2022 los lockdowns provocados por un incremento de los casos de COVID.

En Estados Unidos, las expectativas de incrementos de tasas —ya presentes desde el segundo semestre del pasado año— se asociaron durante 2022 con una importante caída de la renta variable que genera un preocupante posible efecto riqueza negativo que se suma al consolidado proceso inflacionario, que como en “todos lados”, va delante de los incrementos de salarios y por tanto afecta la capacidad de consumo de los hogares.

En Europa, a la mencionada demora en la recuperación post pandemia, se agrega en 2022 la invasión de Rusia a Ucrania.

Estos factores han llevado a que el Fondo Monetario Internacional, que publica el World Economic Outlook dos veces por año (abril y octubre) y lo actualiza también dos veces por año (enero y julio), lleve ya dos ajustes a la baja en sus proyecciones de crecimiento para las principales economías del mundo en 2022. Como se comprueba en el cuadro 2, en el caso del PIB de Estados Unidos y de Europa se ajustó un punto y medio porcentual a la baja el crecimiento esperado para el presente año. En el caso de China el ajuste a la baja es de algo más de un punto porcentual.

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Repasemos entonces estos nuevos colores en la foto actualizada para 2022.

China: desaceleración, políticas expansivas y real estate

En el caso de los lockdowns, vale la pena asociar lo que han sido estos bloqueos de los que se cumplieron en el comienzo de la pandemia a principios de 2020. En aquella oportunidad, las medidas de restricciones se dieron muy solapadas con el año nuevo lunar, un periodo en el que tradicionalmente la actividad se detiene por dos o tres semanas. Así fue que las restricciones en aquel momento duraron un par de meses y el PIB cayó 10,5% en términos desestacionalizados en el primer trimestre de 2020. En esta oportunidad, Shanghái y otras ciudades chinas han sufrido restricciones severas a la movilidad por cerca de dos meses, y si bien al momento de finalizar este artículo se establecen señales de distensión de los lockdowns, los indicadores del segundo trimestre incorporarán ese freno de la actividad.

Cuanto más severas han sido las restricciones, menor ha sido la posibilidad de consumir por parte de los hogares. De esta forma, como lo señala el gráfico 3, las ventas minoristas cayeron a una tasa de dos dígitos en abril pasado, determinado dos meses consecutivos de baja, lo que no se registraba desde julio de 2020. Otra variable afectada por las restricciones a la movilidad fue la vinculada a la producción industrial, que se redujo en abril por primera vez desde marzo de 2020, en esta oportunidad cerca de 3%, como también se verifica en el gráfico 4.

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Como forma de estimular la economía, el Banco Popular de China decidió el viernes pasado (20/05) bajar la tasa prime de hipotecas a cinco años, de 4,6% a 4,45%. En enero la reducción había sido desde un 4,65% a ese 4,6%.

A esto se agregan medidas para facilitar el financiamiento de inversiones en infraestructura y la decisión de bajar la tasa de encaje de los bancos en 25 puntos básicos, aumentando la capacidad para prestar por parte de los bancos.

Con esto, las autoridades chinas se debaten en una frontera muy difusa entre estimular a la economía mediante una política monetaria expansiva y que, mediante dicha expansión, se estimule una burbuja que el gobierno chino busca moderar. Esto es, impedir que el sector de real estate no avance hacia una crisis idiosincrática y luego una más extensa hacia el sector financiero chino.

El “momento Evergrande”, recordemos, surgió por la decisión de las autoridades de asegurar la viabilidad financiera de los desarrolladores inmobiliarios mediante lo que se conoce como las tres líneas rojas, dado que limitaban los índices como (i) el ratio pasivo-activo, (ii) ratio deuda neta-capital y (iii) ratio efectivo-deuda de corto plazo.

¿Qué sucede hoy? Mientras Evergrande batalla por diferir el cumplimiento de sus pagos, otra empresa, el desarrollador Sunac, ha entrado en default al no haber podido cumplir con pagos de deuda.

Las autoridades chinas se encuentran, entonces, ante un cruce de caminos en el que pueden colisionar dos objetivos: estimular la economía y evitar un desplome del sector de real estate.

Estados Unidos: desaceleración, políticas restrictivas y efecto riqueza

El comienzo del año ha sido a la baja en la mayoría de los índices bursátiles a lo largo del mundo, y especialmente en Estados Unidos. La inflación alta, que llevaría un gran esfuerzo de la Reserva Federal con suba de tasas, ha elevado el rendimiento de los treasuries a 10 años y ha reducido el incentivo en el posicionamiento en acciones.

Si se consideran las cotizaciones a lo largo del año, como se puede ver en el gráfico 5, los principales índices accionarios han registrado caídas respecto a finales de 2021, e incluso profundizaron la misma a partir del discurso algo más agresivo de la Reserva Federal en marzo pasado. La expectativa de suba de tasas ha dañado, entre otros factores, la preferencia por las acciones.

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¿Qué nos aporta esto a la nueva foto de 2022 de la economía de Estados Unidos? Esta caída de los índices accionarios genera un efecto riqueza negativo para los hogares, que en tanto se deterioren las acciones, podrían comprometer aún más el gasto que realizan, que ya se está viendo afectado por la inflación. Veamos el gráfico 6, en el que comprobamos que el PIB cayó en términos desestacionalizados en el primer trimestre del año por una disminución del gasto de las familias en bienes no durables, como alimentos, gasolina, ropa, entre otros.

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La persistencia de reducir la inflación significaría subir tasas al punto de afectar la capacidad de consumo de los hogares y, por tanto, incrementar las posibilidades de una recesión.

Como en China, las autoridades estadounidenses se enfrentan a un cruce de caminos de objetivos de política económica, en el que combatir la inflación puede incrementar las chances de una recesión.

(*) Consultoría Económica de PwC. 

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