OPINIÓN

Los juegos del poder y la confusión de los necios

Al igual que en la política, el futbol es el ejemplo perfecto donde aparecen cierto tipo de oportunismos de actores que con poder circunstancial, económico o político, logran tomar espacio.

Foto: Pixabay
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“En gran parte de la sociedad hay una alta frustración a la verdad”, frase aplicable a Argentina, pero, “qué coincidencias” (1).

En los días de la muerte de Maradona decir con Valdano “el fútbol es lo más importante de las cosas menos importantes” (2) , suena naif y cándido. Queda claro que es mucho más, y no se limita a un juego. A una semana del partido en el que Ucrania gana a Alemania por segunda vez (agosto de 1942), la Gestapo va a buscar a los ganadores, los acusa de comunistas y fusila a 4, mandando al resto a campos de concentración, falleciendo 3 más (3).

Lejos de aquella barbarie, hoy, en el entorno del futbol de inferiores, quedan de manifiesto infinidad de vulnerabilidades, a las que una sociedad somete a su gente. No es otra cosa que el fiel reflejo de las carencias y extremos, con las que convive gran parte de la población.

No es casualidad, que en cuarentena y con acierto, se eligiera el futbol infantil para distribuir canastas para los grupos más vulnerables, complementando acciones como ollas populares y otras iniciativas.

Oportunidad y decisión

Nada es vano en la vida de las personas carenciadas, y en una sociedad con problemas de equidad e injusticia importantes, ciertas actividades vinculadas al Arte y el Deporte son muy importantes y condicionan mucho la vida de esas personas.

En Uruguay, el fútbol —como ninguna otra actividad— tiene facetas luminosas, pero también otras muy oscuras y se emparenta mucho con la sociedad.

Estamos, a su vez, a pocos de las elecciones en el Club Atlético Peñarol, las que generan siempre gran expectativa. Se viene arrastrando una larga discusión por el endeudamiento del club, se dio un cambio radical en la ecuación económica del negocio, se concretó la construcción del Estadio y se cosecharon años de traspiés deportivos, sumado a una necesidad de mejorar las prestaciones a socios, hinchas y también el impacto en la comunidad, lo que no se beneficia de una dispersión logística sin sentido.

Es una instancia que siempre despierta expectación y permite visibilizar contrastes y disputas internas, que deberían sentar las bases, para una proyección del club a 30 años. Quienes han estudiado su historia, son contestes en señalar que actores y políticas deportivas e institucionales, en épocas de grandes hazañas, no fueron casuales, sino la razón de aquellos merecidos logros (4).

“Puching-Ball” ideológico

En Latinoamérica hoy, con mayor frecuencia, algunos países se inclinan hacia ciertos extremos ideológicos, que lleva a enfrentamientos que soslayan las políticas concertadas entre amplios sectores. Esto no hace otra cosa que consolidar desigualdades, mantener privilegios (por normativa o regulaciones mal diseñadas o implantadas) y monopolios sin sentido, ni control, orientados exclusivamente a la defensa de intereses corporativos.

En algunos países de Europa, con más moderación, se somete a los ciudadanos al capricho de extremos ideológicos, a una escala que comienza a preocupar. Esta realidad se está extendiendo y como la problemática es cada vez más compleja y existen problemas estructurales a los cuales es difícil atribuir responsables, la razón será de quién la enuncie más fuerte.

Uruguay parece vivir todo de manera morigerada, pero más tarde o temprano resultará afectado por esa lógica. En estas sociedades también se va imponiendo cierta controversia intelectual y política, que luego se traduce en fenómenos sociales concretos.

Empleo, educación y entornos

Uruguay tiene baja inflación, estabilidad institucional y creció por casi 20 años, con tasas de inversión todavía aceptables y bajo costo del capital.

Su desempeño es similar al de otros países como Cuba y Bolivia (economías de similar tamaño) que cuentan con desafíos importantes para mejorar la calidad de vida de amplios sectores. Similar razonamiento cabe para China, cuyo PIB per-cápita, se ha acercado mucho al de Uruguay. Nuestra tasa Inversión/PIB, se ha mantenido en 15-20% (5) , ubicándose hoy en niveles intermedios entre Cuba (creciente) y Bolivia (más alta). No obstante, el desempleo en Uruguay es el doble que el de Bolivia, Cuba y China.

El país debe promover urgentemente alternativas de Inversión que permitan aumentar el empleo en los sectores con mayores hándicap de formación, para lo que tiene que multiplicar el esfuerzo en esta área y donde no tienen sentido los recortes. Sin educación, empleos y con entornos tan negativos, no hay futuro.

Si Uruguay falla en los próximos años en revertir o morigerar el desequilibrio en cuanto a beneficios y prebendas de ciertos grupos corporativos, frente a los aspectos más indisimulables de la vulnerabilidad social (aun creciendo su PIB, exportaciones e inversiones), va a sufrir crisis similares a las que se están verificando en otros países. Se trata de corregir o sucumbir.

Al igual que en la política, el futbol es el ejemplo perfecto donde aparecen cierto tipo de oportunismos de actores que con poder circunstancial (económico, político) logran tomar espacio y lugar, más allá de merecimientos, a diferencia de lo que han hecho líderes del pasado, como lo fue el ex Presidente Gaston Guelfi y otros que le acompañaron y le siguieron (6).

El futbol al igual que la política puede dar alegría y felicidad a mucha gente con sus decisiones, pero, también, se puede hacer mucho daño. Está en los líderes lograr que, a través de una actividad tan importante, se mejoren otros aspectos de la vida de las personas. Por ahora no estaría pasando.

(1) Cita de la periodista argentina Laura Di Marco
(2) Jorge Valdano, ex jugador, dirigente y referente argentino del Real Madrid.
(3) Cronicas de la Prensa Española de época recogidas tiempo después por el Periódico el Tiempo y a partir de una entrevistas de Ana Lázaro en Kiev, a Vladlen Putistin (2012)
(4) Según diversos especialistas o historiadores Luciano Alvarez, Franklin Morales, Rafael Bayce, otros
(5) Más cercana al 20% por varios años pero en franca caída los últimos años
(6) Gaston Guelfi, Presidente de Peñarol 1958-73, obtuvo 9 campeonatos uruguayos, 6 de 9 títulos de América, 2 Copas del Mundo (1961, 1966), empresario dedicado al club, rechazó diversos ofrecimientos para ocupar cargos políticos y arriesgó su propio patrimonio, para mantener planteles de jugadores que permitiera obtener los logros deportivos. Solicitó créditos bancarios, que lo sobrevivieron, poniendo sus propios bienes de garantía, comprometiendo su propia comodidad e interés personal .

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