OPINIÓN

Inversión española en Iberoamérica: lo pequeño es sexy y rentable

Las empresas españolas de tamaño medio son las que más operaciones de inversión realizan en la región, y los mercados de tamaño pequeño y medio son cada vez destinos más atractivos.

Foto: Getty Images
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Cada comienzo de año me reúno con Juan Carlos Martinez Lázaro, director del Informe de Inversión española en Iberoamérica, para analizar los resultados obtenidos en el Informe. Tratamos de ver qué tendencias nuevas se detectan, y cuáles se consolidan, en la inversión española en la región, para desarrollar el informe final.

Y como ocurre desde hace unos años, nos encontramos ante una realidad tozuda: las empresas españolas mantienen una apuesta firme por Iberoamérica como destino de inversión y como mercados de crecimiento.

Los datos varían poco de un año a otro, a pesar de que cada año aproximadamente un 20% de las empresas que participan en el estudio varían entre una edición y otra. Es un dato positivo porque demuestra la solidez del informe. Pero al mismo tiempo nos coloca en la disyuntiva de si merecerá la pena realizar una presentación en Casa de América, uno de nuestros socios en esta labor junto con LLYC e Iberia, para dar a conocer los resultados.

Pero las dudas se disipan pronto. Al margen de ser una oportunidad única para que diplomáticos, empresas, directivos y periodistas de toda la comunidad iberoamericana se reúnan a debatir la actualidad económica de la región, una lectura detallada del informe, y sobre todo una comparación con las ediciones anteriores, permite ver tendencias de fondo que se consolidan, alguna poco llamativas pero muy relevantes.

Es el caso del aumento de la inversión de las pymes españolas en Iberoamérica.

La primera ola inversora en la región fue protagonizada por grandes empresas, principalmente cotizadas, a finales del siglo pasado y principios del actual. A esta se le unió una segunda inversora protagonizada por las pymes, principalmente medianas empresas, qué espoleadas por la necesidad de internacionalizarse, sobre todo a partir de la crisis económica española de 2008, vieron en el continente americano un destino natural para sus inversiones y para su expansión.

Sin acaparar tantos titulares, quizás por representar volúmenes más discretos, las pymes han ido aumentando sus inversiones en prácticamente todos los países de la región. Y parece ser que su visión es optimista.

El 86% de las pymes que participaron en el estudio de este 2022 señalaron que esperan aumentar su facturación en la región en los próximos tres años, e incluso un 43% estiman que en este mismo plazo Iberoamérica supere en importancia a España como mercado principal para susproductos o servicios. Estas cifras son superiores al 77% y 35% que indican las grandes empresas ante la misma pregunta.

En cuanto a los países destino, el informe ha ido reflejando unas tendencias de fondo año tras año. Aunque México, Colombia, Perú y Brasil siguen siendo los destinos con mayor intención de inversión, mercados más pequeños que quizás antes no estaban en el radar de los directivos españoles empiezan a brillar.

Panamá, Costa Rica, República Dominicana y Uruguay son, según las 106 empresas participantes en el informe, las que mejor valoración de la situación económica muestran. Y Ecuador es uno de los países cuya percepción más ha mejorado, subiendo 0,47 puntos, al igual que Paraguay con un crecimiento de 0,33.

Son sin duda mercados pequeños, que quizás no sean muy atractivos a priori para grandes multinacionales. Pero la percepción puede cambiar para pymes.

¿Cuáles han podido ser las causas de este cambio detectado en los últimos años? Por las conversaciones que hemos tenido con algunas de las empresas participantes, se pueden extraer varias conclusiones. En primer lugar, en los últimos años los mercados de tamaño y pequeño, como los citados en el párrafo, anterior, han disfrutado de estabilidad política y económica, además de social. Al menos en la mayor parte de ellos.

Un segundo aspecto a tener en cuenta es que los mercados potencialmente muy atractivos por su gran mercado interior, pueden no llegar a serlo para empresas de tamaño medio. Un caso es el de Brasil, cuyo sistema tributario en tres capas (municipal, estatal y federal) y otros aspectos burocráticos, pueden consumir unos recursos y un tiempo que una empresa de tamaño medio puede no disponer.

Por el contrario, Uruguay y Paraguay, también miembros del Mercosur, al ser países pequeños y centralizados permiten “hacer todas las gestiones necesarias en un par de cuadras” de Asunción o Montevideo. No es raro que estos países reciban inversiones de empresas que hayan decidido utilizarlos como su plataforma de entrada en el Mercosur.

Por su tamaño y posición geográfica, estas naciones con mercados reducidos ofrecen ventajas que puede compensar su escaso consumo interno. Una de estas es la especialización, que en muchos casos ha sido impulsada estratégicamente por sus gobiernos de forma constante. Costa Rica se ha convertido en un hub de servicios, y productos farmacéuticos y tecnología en la región de Centroamérica y Caribe, Panamá es el gran centro comercial y financiero que une norte y sur del continente, y Uruguay cuenta con una sólida industria de software y otros servicios tecnológicos.

Paraguay está apostando por ser un centro fabril para el Mercosur. Parece ser que lo está haciendo bien porque el ministro de Economía de Brasil, Paulo Guedes, declaró hace pocas semanas que “Paraguay se convirtió prácticamente en un estado brasileño con cero impuestos, creció, se enriqueció porque se beneficia de la escala brasileña exportando a Brasil.”

Una de las posibles conclusiones más sólidas de la serie de informes de Inversión Española en Iberoamérica es que ésta es cada vez más diversa en cuanto a los sectores y los países destinos. Las medianas empresas españolas han profundizado, sobre todo a partir de la crisis 2008, en el conocimiento de los diferentes mercados-país, así como la situación de su sector en cada una de esas naciones. En definitiva, están acumulando un know-how para hacer negocios en la región como, probablemente, ningún otro país de Europa e incluso del mundo, lo que les permite invertir con éxito en mercados pequeños, que antes estaban fueran del radar.

(*) IE Business, Director Técnico del Informe de Inversión Española en Iberoamérica

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