TEMA DE ANÁLISIS

Confianza económica en tiempos de pandemia

El clima de opinión pública amortigua los efectos de la pandemia en la confianza de los consumidores, pero se profundiza el pesimismo entre las empresas.

Foto: Pixabay
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En un año en el cual la economía real se vio fuertemente golpeada por los efectos de la pandemia, la confianza económica de los agentes económicos latió a su propio ritmo, reafirmando su naturaleza social y justificando su observación independiente de las variables económicas que enmarcan su desarrollo.

Al culminar el año 2020, la observación de la evolución de los indicadores de confianza aporta a la comprensión del desempeño de la economía durante los últimos meses, así como a anticipar tendencias en base a las expectativas de gasto, ahorro e inversión de los agentes económicos.

Situación económica personal y del hogar

Uno de los indicadores de confianza monitoreados refiere a la evaluación de la situación económica personal de los consumidores. Como se puede apreciar en el gráfico N°1, la pandemia y sus efectos económicos surtieron impacto en las finanzas personales de los consumidores. La percepción de que la situación económica personal era “mala” o “muy mala” creció desde un 8% en enero de 2020 hasta un 19% durante el mes de mayo, tiempo en que se producían los efectos más severos de la pandemia, revirtiéndose la tendencia durante los meses subsiguientes a medida que diversas actividades retornaban a lo que se dio a llamar la “nueva normalidad”.

Los fuertes impactos económicos de la pandemia, con un pico de 11,4% de la población económicamente activa en seguro de desempleo durante mayo —194 mil trabajadores—, un crecimiento en el número absoluto de desocupados, alcanzándose la cifra de 199 mil personas ( 11,2%) según el último dato disponible de octubre y una retracción relevante en el producto bruto —10,6% y 5,9% interanual durante el segundo y tercer trimestre respectivamente—, explican un crecimiento máximo de 11 puntos porcentuales en las valoraciones negativas de las finanzas personales durante el pasado mes de mayo.

De todos modos, la confianza económica refiere al proceso subjetivo de cómo los individuos contrastan sus finanzas personales con sus expectativas, lo cual explica que el crecimiento de las valoraciones negativas no se concentre en los segmentos más vulnerables y probablemente más afectados por la pandemia, si bien se mantiene una brecha entre las evaluaciones de los distintos estratos: 24% de valoraciones negativas entre población de nivel educativo bajo, 18% entre población de nivel medio y 8% en población con estudios universitarios.

Situación económica del país

Las valoraciones del contexto económico presente y futuro, también denominadas evaluaciones sociotrópicas, completan el mapa de expectativas económicas de los consumidores. Dichas valoraciones, a diferencia de las referidas a las finanzas personales, se encuentran mayormente influenciadas por tendencias de opinión pública y por la filiación sociopolítica de los individuos.

Como se puede apreciar en el gráfico N°2, las percepciones de la población con relación a la situación económica del país no siguen un curso estrictamente asociado a la evolución de los indicadores económicos. De hecho, puede observarse que el saldo entre las valoraciones positivas y negativas durante el presente año no es inferior a los promedios registrados durante los años 2017 y 2018, a pesar de los graves impactos de la pandemia.

Para comprender la evolución de las valoraciones, es necesario enmarcarlas en diversos momentums de opinión pública. Las percepciones de la economía durante los años 2017 y 2018 se vieron afectadas por el cambio de ciclo económico registrado a partir del año 2015, desencadenando un shock de insatisfacción asociado a la finalización de un extenso período de fuerte crecimiento económico. La mejora en las percepciones de la situación económica del país registrada durante el año 2019 se encuentra estrechamente vinculada al ciclo electoral y su impacto positivo en el clima de opinión pública.

Por último, el año 2020 comienza con una marcada luna de miel entre la opinión pública y el gobierno entrante, el cual asume luego de 15 años de gobierno ininterrumpido de otra fuerza política. Dicha línea de base, se ve reforzada por elevados niveles de aprobación presidencial durante los primeros 9 meses de gobierno, lo cual permite amortiguar los efectos económicos de la pandemia en la confianza de los consumidores.

Cuando se analiza la evolución de las expectativas de los consumidores respecto al desempeño futuro de la economía del país, los fenómenos de opinión pública mencionados vuelven a jugar un papel relevante en la explicación de las tendencias observadas.

Cómo se presenta en el gráfico Nº3, se puede apreciar un escenario de expectativas neutras durante los años 2017 y 2018, coincidente con los años de peor saldo de aprobación del gobierno pasado, un repunte de las expectativas futuras durante el ciclo electoral y el mantenimiento de saldos positivos de expectativas durante la pandemia, en sintonía con el buen momento del gobierno en la opinión pública y so pena de la elevada incertidumbre económica generada por la pandemia.

Las empresas y la situación económica del país

El Monitor de Confianza Económica de Opción Consultores releva, adicionalmente a las actitudes de los consumidores, expectativas económicas del sector empresarial —segmento grandes empresas—.

La dinámica observada en el segmento corporativo difiere de la registrada en el estrato de consumidores. Si bien la aprobación de las políticas económicas del gobierno crece en el segmento empresarial durante el año 2020 con relación a años precedentes, las expectativas económicas siguen una dinámica disociada del clima de opinión pública, y presentan un posicionamiento sensiblemente más pesimista con relación al escenario futuro en comparación con los consumidores.

Dichas expectativas pesimistas, como se puede apreciar en el gráfico Nº5, se traducen en comportamientos proyectados de inversión y contratación de personal de carácter restrictivo, observándose una tendencia de reducción en los niveles de inversión y en la demanda de mano de obra.

Reflexiones finales

Si bien se observan niveles saludables en la confianza económica de los consumidores, especialmente si se considera el contexto de pandemia y sus impactos en la economía, debe destacarse la estrecha relación del fenómeno con un clima favorable de expectativas hacia el nuevo gobierno durante su primer año de ejercicio, clima reforzado por el logro de elevados niveles de aprobación de gobierno. Las expectativas positivas de los consumidores abonan una posible recuperación del consumo en la medida en que se retome la actividad económica.

Paralelamente, la confianza económica de los agentes empresariales registra una evolución negativa durante el año de la pandemia y representa un desafío de cara a la reactivación de la inversión y el empleo para el año 2021. A diferencia del segmento de consumidores, las expectativas y los niveles de aprobación hacia la política del gobierno no parecen ser suficientes para una mejoría en las expectativas del sector empresarial.

(*) Soc. Agustín Bonino. Director de Opción Consultores

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