Romina Gaetani: artista y mujer detrás del envase

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No tiene grises. No le gusta caretearla. Prefiere desayunar callada. Es espontánea, sin filtro, mal hablada, transparente e intensa -tanto que llegó a perder un representante por mandarle audios de WhatsApp de diez minutos-. El nombre de Romina Gaetani (45) se ha hecho oír mucho estas últimas semanas y no precisamente por el reciente estreno de Dos 20, serie que emite la TV Pública argentina y co protagoniza junto al galán Mariano Martínez. La actriz, cantante, compositora y productora se sentó en el living de LAM y destrozó a Facundo Arana, excompañero suyo en Noche y día. Reveló que la trató de ‘puta falopera’ en una fiesta de la revista Paparazzi y que llegó a decirle ‘si fueras hombre te cagaría a trompadas’.

Sus comentarios no pasaron desapercibidos y la imagen angelical de Arana se puso en tela de juicio. Se habló y se habló del tema en los programas de chimentos (como pasa siempre que alguien tira una bomba del estilo en la vecina orilla) y ella se mantuvo firme: “Me salió de las tripas, el cuerpo habla. No temo represalias, las mujeres tenemos que dejar de temer”, dijo esta abanderada del feminismo en Intrusos.

Aparentemente, la novela llegó a su fin el viernes 27 de mayo, cuando ambas partes se reunieron junto a sus abogados en un hotel de Puerto Madero y acordaron no recurrir al ámbito judicial, según señaló el comunicado emitido a la postre. ¿Habrá sido el último capítulo o tendremos segunda temporada de este culebrón?

Antecedentes

No fue la primera vez que las declaraciones de esta mujer que soñaba con ser actriz desde que tenía uso de razón avivaron la polémica. Gaetani dice que es “reservada” y “poco quilombera” pero no se nota: ha dado mucha tela para cortar al periodismo de espectáculos. Se habló de un affaire con Benjamín Vicuña mientras rodaban la tira Herederos de una venganza, en 2011, y una década después ella lanzó munición pesada: contó en el ciclo radial Crónica anunciada que los productores les gritaban ‘corte, corte’ durante una escena de besos apasionados y ellos nos escuchaban nada. El tiempo y esa confesión de Gaetani le dieron la razón a Pampita Ardohain, esposa del actor chileno en ese entonces. No le falló el olfato cuando le advirtió: “No te metas con mi marido”.

Gaetani asegura que se ríe cuando la tildan de come hombres. Pero en 2010 también estuvo en la boca del lobo por una tapa de Paparazzi que la mostraba junto a Luciano Castro y titulaba “Sabrina, te engañaron” (en esa fecha el robusto actor era pareja de Sabrina Rojas). Tiempo después, Gaetani volvió a recurrir al sincericidio y reveló que la portada fue fuerte para los tres pero que ninguno la encaró. “Le dejé dos mensajitos que nunca me contestó. Mal Luciano. Pero bueno, estaba con otro quilombo, su mujer, su familia”, confesó en LAM.

En una charla en exclusiva para Incorrectas se abrió con Moria Casán y confirmó haber estado con hombres casados más de una vez. “Nosotras somos las que quitamos el marido, las bravas, y nos olvidamos que son ellos los que te golpean la puerta del camarín, te buscan los 14 meses de tira, o te dicen ‘me estoy separando’’, ‘estoy mal’”, argumentó.

De armas tomar

Cuando Silvia Pérez Ruiz le mostró una escena de Soy Gitano donde aparecía Juan Darthés, no reaccionó bien: “Qué pena que esté este hombre, no lo puedo ver”, le lanzó a la conductora de Confesiones en el camarín. Y enseguida contó que vivió un episodio de maltrato con él en Soy Gitano, pero lo calló porque era más chica, no tenía experiencia y era su debut en Pol-Ka. “Cuando vivo experiencias de ese estilo me paralizo. En el momento no reaccioné, pero en Simona, donde teníamos un trato tirante, le recordé lo de Soy Gitano, y le dije que iba a salir a hablar por mí y por mis compañeras”, contó.

Volvió a referirse al tema en una entrevista para la revista Para Ti: “Nunca le pedí una explicación, pero me pareció bien que supiera cuál era mi postura, siempre voy a estar del lado de la mujer”, sentenció.

Artista

Gaetani, que estudió metafísica durante 17 años, se abrazó a la meditación e incluso participó de rituales de agradecimiento a la Pachamama, recuerda que desde niña necesitó aislarse y estar en su mundo. Se crió entre los discos de jazz de su padre y los álbumes de pop y rock que le hacía escuchar su hermano mayor. “Creo que tengo como exquisito el oído”, observó en una charla con Clarín esta mujer que este 2022 inició su carrera solista con la canción Escarabajo, tras mucho tiempo con La Rayada, proyecto musical que compartió con su expareja y violero de la Bersuit, Oscar Righi.

“Necesitaba la energía de mujeres, chicas jóvenes, de estar yo más suelta”, dijo en Noche Demente sobre este desafío.

Se tomó muy en serio la profesión desde el primer día que pisó una clase de teatro con Alejandra Boero. “Estaba segura de lo que quería hacer, tenía hambre de actuar”, declaró a Clarín. Debutó a los 21 con El Rey David, después de competir tres meses con 3.500 artistas por un rol en esta comedia musical de Pepito Cibrián.

Más tarde le surgió un bolo en Verano del 98 -“pasaba tres horas concentrándome, lloraba de verdad. Exageré mucho”, le dijo a Jey Mammon-, luego vino Chiquititas y enseguida le propusieron roles en exitosas novelas. Fue Isabel en Soy Gitano, Laura y Mía en Botineras, Mercedes en Herederos de una venganza, Paula o la “Punga” en Noche y día, Siena en Simona, Miranda en La 1-5/18, y más.

Su melena savage al viento, sus enormes ojos verdes, su boca carnosa y su escote hipnotizaron a varios en el prime time. Llegó a probarse como vedette en Revista Nacional, junto a Florencia Peña, pero las plumas no resultaron ser lo suyo, y lloraba de angustia mientras se devoraba unos ricos ñoquis en Edelweiss.

No es tonta ni reniega de esos tiempos donde la pinta no era lo de menos. Reconoce que tuvo pasta de femme fatale por años y que explotó esa pose de sex symbol, pero detrás de sus curvas voluptuosas había y hay más para dar: “Más allá de lo que puedo servirles como envase, (los productores) ven talento, sino no me llamarían”, dijo en Confesiones en el camarín.

El cine era una cuenta pendiente y logró saldarla en 2010 con el estreno de El derrotado, de Javier Torre; en 2013 llegó Bomba, en 2018 Todavía y en 2020 actuó en Giro de ases.

En uno de sus tantos viajes se llevó la cámara y filmó mucho material de sus paseos por el Amazonas, el desierto de México, las pirámides de Tikal y las ruinas de Palenque, en Chiapas. Su idea ese 2012 era unir pasiones y hacer un documental que relacionara la música, la naturaleza (colaboró con Greenpeace) y la meditación. El plan sigue en pie. “Armar mi banda La Rayada me llevó casi diez años y siento que con este material está sucediendo algo parecido”, confesó a El Tribuno. Habrá que esperar.

Gaetani vs Arana: una guerra con historia

“El posteo habla más de él que de mí"

Cuando en 2019 Gaetani lanzó el clip de De una pasión, su canción debut con La Rayada, Facundo Arana sorprendió con un posteo poco feliz en su Instagram. “Me atrevo a recomendar esto porque vi a su intérprete casi morir consumida en su propio arte”, escribió el actor en lo que pretendía ser una buena reseña y terminó alarmando a todos por la salud mental de su colega. Además, comparó a su compañera de Noche y Día (ficción que ella tuvo que abandonar al cuarto mes de rodaje tras la muerte de su padre) con Janis Joplin y Amy Winehouse. Gaetani fue consultada sobre el hecho y en más de una oportunidad contestó que el posteo hablaba más de Facundo que de ella, y que por eso no la ofendía ni atacaba con sus palabras. “Que me compare con Joplin y Winehouse es un montón, lejos estoy de su talento, y con dos personas que murieron de adicciones... no es joda”, dijo en Confesiones en el camarín.

En otra ocasión, Gaetani contó que se reencontraron en una fiesta en Carlos Paz, y Facundo le comentó que creyó que ella le había dado el ok para hacer la publicación. ‘Nunca te podría haber dado el ok para que postees algo así’, le dijo. Sin embargo, más de una vez hizo énfasis que con el único actor que no volvería a trabajar sería con Juan Darthés.