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Kylie Jenner y las dos caras de la fama excesiva

La menor de las Kardashian se convirtió en la millonaria más joven por cuenta propia con su empresa de maquillaje, y es realeza en redes.

Kylie Jenner
Kylie Jenner

Un día, en su Instagram, Kylie Jenner (21) publicó unas disculpas. No había dicho nada indebido ni se había peleado con nadie. Solo se disculpó por la ausencia. Su última publicación había sido el 25 de diciembre de 2017 y había pasado más de un mes sin aparecer. Para cualquier otra persona no significa nada, pero para Kylie, la chica que sembró su éxito en base a la exposición constante de su vida, la ausencia virtual vale mucho.

Ese día Kylie también pidió perdón por Stormi, su hija con Travis Scott. O porque la escasez de fotos era para esconder su embarazo. O por esconder su embarazo. Para Kylie, elegir mantener en privado el momento más importante de su vida puede ser un riesgo. Por un lado, de romper la ilusión de transparencia que puede generar la vida de una famosa de reality show. Por el otro, el de los rumores y las especulaciones que surgen cuando se calla alguien que siempre habla. Se piensan que “hay gato encerrado”.

“Perdón por mantenerlos en la oscuridad en medio de toda la especulación”, escribió. Entendía que sus seguidores estaban acostumbrados a acompañarla en todo, pero el del embarazo fue uno de esos momentos que prefirió no compartir: “No hubo un momento planeado o exclusivas que haya pagado. Sabía que mi bebé sentiría todo estrés y emoción, por lo que elegí hacerlo de esta forma para mi vida y nuestra felicidad”.

El 6 de febrero de 2018, dos días después de ese texto, Kylie compartió una instantánea que mostraba la mano pequeña de Stormi sosteniendo su pulgar de uña esculpida y rosa. Apenas se veía el rostro de la niña, pero se convirtió en la foto con más me gusta en la historia de Instagram —solo superada un año después por el huevo viral @world_record_egg— con 18 millones de corazoncitos. También publicó en YouTube un video con todas las imágenes del embarazo, porque Kylie nunca olvida que se debe a los vistos: tiene 85 millones de reproducciones. No pasó mucho tiempo para que Stormi Webster apareciera casi sin cesar en las redes de Kylie, y no hace mucho la pequeña posó junto a su madre y abuela Kris Jenner en su primera portada de revista, para la Harper’s Bazaar Arabia de julio.

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Aunque ha dicho más de una vez que ser famosa no es lo suyo y que algún día lo dejará, sus hechos no son consecuentes con sus palabras. Ser famosa y mostrar su día a día existe, para ella, desde la era previa a Instagram. En 2007, cuando tenía 10 años, su madre, Kris, y sus hermanas mayores Kim, Kourtney y Khloé Kardashian comenzaron con el Keeping up with The Kardashians. Ese reality, que lleva 16 temporadas, es básicamente un resumen del día a día de la familia. Kylie y Kendall empezaron como niñas y el éxito Kardashian las ayudó a crear fuerza: Kendall se convirtió en una de las modelos mejor pagas; Kylie es, según Forbes, la multimillonaria más joven que ha logrado la fortuna por su cuenta. En seis semanas recaudó US$54,5 millones y su patrimonio anda en los US$ 1.000 millones. Y esta semana se supo que, después de Taylor Swift, fue la celebrity que hizo más dinero en lo que va del 2019.

Las críticas por ese título aparecieron, porque si bien la fortuna fue por su empresa de maquillaje Kylie Cosmetics, todo el mundo decía que no había nada de “cuenta propia”. Debido a las críticas, la celebrity se explicó una vez más y dijo que a los 15 años sus padres dejaron de darle dinero (querían que entendiera el costo) y que todo lo que invirtió en gloss, bases y sombras fue de sus ahorros. Eso sí, sabe que su éxito empresarial se apoyó en su alcance mediático. Ella, su familia y amigas son rostros y modelos de su propia marca.

El lado B

“La verdad es que no recuerdo cómo era mi vida cuando no tenía a millones de personas dándome su opinión sobre cualquier cosa que hago”, dijo a El País de Madrid. Familia polémica, amistadas que surgen y desaparecen, romances que resuenan. Lo malo y lo bueno, lo que se pasa por alto y lo que afecta profundamente está puesto ante el ojo público. Los grises de su fama son unos cuantos.

Puede que el peor de los males haya sido enterarse por la prensa del corazón que su mejor amiga (Jordyn, probablemente el vínculo más certero que haya tenido fuera de la familia), había estado con Tristan Thompson, la pareja de su hermana Khloé. Farándula propia de reality show, pero tan real que afectó a Kylie, quien tuvo que ponerse del lado de Khloé. “Me siento muy mal por Kylie, ella está atravesando su propia ruptura. Jordyn estuvo en nuestras vidas mucho más que Tritan”, comentó Kim en un capítulo del programa.

En su vida expuesta está el seleccionar, recortar y pegar. Porque aunque la capitana ha sido su madre, desde que empezó a tener control sobre su propia vida Kylie ha mostrado lo que ha querido. Ha sido quien ha querido y los seguidores todavía se amontonan para ver qué hay de nuevo para la menor del clan.

La familia con Travis Scott

Después de años en una relación intermitente y tóxica con el rapero Tyga, Kylie Jenner se acercó más a Travis Scott, también rapero y a quien la empresaria conocía por amigos en común.

Su historia empezó después de un concierto del rapero en Coachella de abril de 2017. Terminó el show y Travis invitó a Kylie a irse de gira con él. Ella aceptó. Hoy llevan juntos dos años y fueron padres de Stormi Webster. Aunque la relación empezó relativamente bien, ya no es la mejor. Engaños y oportunidades que, aparentemente, se dan a cambio de contraseñas de redes sociales y demás. Eso sí, casi todo lo que se sabe ellos dos es a base de rumores, porque, como con el embarazo, han logrado mantener su historia bastante silenciosa ante la prensa.

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