CIENCIA

Así el amor cambia al cerebro

La neurocientífica Stephanie Cacioppo indaga en el romance, la pérdida y la conexión humana mientras relata su propia historia de amor en su nuevo libro.

El amor a alguien o algo es un amortiguador de la soledad.
El amor a alguien o algo es un amortiguador de la soledad. Foto: Canva.

¿Podemos vivir sin amor? Durante muchos años, la neurocientífica Stephanie Ortigue creía que la respuesta era sí. Aunque investigaba la ciencia de las conexiones humanas, no comprendía bien cuál era la importancia del amor en su propia vida. “Me decía a mí misma que no estar en una relación me hacía una investigadora más objetiva”, escribe en su nuevo libro Wired for Love: A Neuroscientist’s Journey Through Romance, Loss and the Essence of Human Connection. Pero luego, en 2011, a los 37 años, conoció a John Cacioppo en una conferencia de neurociencia en Shanghái. Cacioppo, quien popularizó el concepto de que la soledad prolongada puede ser tan tóxica para la salud como fumar, le llamó la atención. Los científicos se enamoraron perdidamente y se casaron. Al poco tiempo se convirtieron también en colegas en la Facultad de Medicina Pritzker de la Universidad de Chicago (donde ahora ella dirige el Laboratorio de Dinámicas Cerebrales), y formaron un equipo tanto en casa como en el trabajo.

Wired for Love es la historia neurobiológica de cómo el amor reconfigura el cerebro. También es una historia de amor personal que se volvió trágica cuando John falleció de cáncer en marzo de 2018. En una entrevista, la autora habla de qué es lo que le hace el amor al cerebro y cómo luchar contra la soledad.

-¿Exactamente qué le pasa al cerebro cuando estamos enamorados?
-Cuando nos enamoramos de alguien, lo primero que notamos es lo bien que nos sentimos. Esto es porque el cerebro libera unos neurotransmisores que mejoran nuestro estado de ánimo. Cuando encontramos el amor, es como si hubiera fuegos artificiales biológicos. Nuestro ritmo cardiaco se eleva, nuestros niveles de oxitocina aumentan, lo cual nos hace sentir conectados. Nuestros niveles de la hormona y el neurotransmisor llamado norepinefrina se disparan y perdemos la noción del tiempo; nuestros niveles de adrenalina también aumentan, lo que dilata los capilares de nuestras mejillas y nos hace sonrojar. Mientras tanto, nuestros niveles de serotonina, una hormona clave para regular el apetito y los pensamientos ansiosos intrusivos, descienden. Por eso, cuando estamos enamorados, es posible que comamos de forma irregular o que nos obsesionemos con detalles pequeños, como preocuparnos por enviar “el mensaje de texto perfecto”. Después, cuando empezamos a sentir una profunda sensación de calma y satisfacción con nuestra pareja, se activan áreas cerebrales que desencadenan no solo emociones básicas, sino también funciones cognitivas más complejas. Esto puede conducir a varios resultados positivos, como la supresión del dolor, más compasión, mejor memoria y mayor creatividad. El amor romántico se siente como un superpoder que hace que el cerebro prospere.

-¿Es necesario el amor para la supervivencia?
-El amor es una necesidad biológica, como el agua, el ejercicio o la comida. Mis investigaciones me han convencido de que una vida amorosa saludable -la cual podría incluir a tu amada pareja, a tu círculo de amigos, a tu familia o incluso a tu equipo favorito- es tan esencial para el bienestar de una persona como una buena dieta. El amor es lo opuesto a la soledad. Cuando vemos la ausencia de relaciones positivas y sanas, vemos una cascada de desventajas físicas y mentales, de depresión a diabetes o presión alta y sueño fragmentado. Si no sientes que tienes una relación significativa, es como si estuvieras sediento en términos sociales, y tu cerebro te envía una señal diciéndote que necesitas ayudar a tu cuerpo social. Algunas de las mismas alarmas que se activan cuando la gente tiene sed se accionan cuando la gente se siente socialmente desconectada de los demás. La clave es no reprimir estos sentimientos. Su propósito es ayudarnos a sobrevivir.

-Pero, ¿no sigue siendo un estigma admitir que nos sentimos solos?
-Nadie se siente culpable cuando tiene sed, ¿verdad? Así que nadie debería sentirse culpable cuando se siente solo.

-El amor a distancia, el amor tras una ruptura o el amor por alguien que ha muerto, ¿afectan al cerebro de forma similar?
-Sí, puedes seguir conectado. Cierra los ojos ahora mismo y piensa en la persona que más quieres. Ahora, piensa en la última vez que la hiciste reír a carcajadas. ¿Te hace sonreír? Almacenamos estos recuerdos positivos en nuestra mente, y podemos acceder a ellos en cualquier momento. Nosotros tenemos el control remoto.

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