EL PERSONAJE

Annasofía Facello: "La belleza no es lo que te sostiene en un trabajo"

Es artista desde que tiene uso de razón. Dejó la conducción de Bake Off , se mudó a Buenos Aires, apostó todas sus fichas a la actuación y está grabando la segunda temporada de ATAV, en Pol-Ka.

Annasofía Facello está enfocada en la actuación.
Annasofía Facello se radicó en Bueno Aires para enfocarse en la actuación. Foto: Leonardo Mainé.

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Escribe desde que tiene memoria. Lo hace por necesidad. Su plan perfecto es sentarse en una confitería con un rico café y una banda sonora a tono de fondo y dejar volar la imaginación. En ese entorno Annasofía Facello (35) ha escrito cantidad de cuentos y relatos que no le interesa mostrar. De niña, iba a clases de baile escocés, saxofón y actuación. Tenía clarísimo que le apasionaba el arte pero le llevó años -además de paciencia, perseverancia y autoconocimiento- darse cuenta o aceptar que podía ser su medio de vida.

Al terminar el liceo se anotó en la Facultad de Comunicación sin saber a ciencia cierta si era su real vocación. Según dice, “había que cumplir con la patria”. Y en ese entonces solo era capaz de percibir la veta artística como un hobby.

Encontró en la conducción de programas de entretenimientos una posibilidad de saciar su sed creativa, en algún punto. Pero el bichito de la actriz no dejó de merodear sus pensamientos. Es más, está segura de que si hubiera tenido más tiempo para decidir una profesión, hubiera ido a la Escuela Multidisciplinaria de Arte Dramático (EMAD) a estudiar actuación.

“No fue el caso y todos los caminos me llevaron acá, así que estuvo bien que sucediera de la forma que sucedió”, afirma Annasofía a Revista Domingo vía videollamada desde Buenos Aires, donde se instaló este enero decidida a probar suerte.

Y lo dice con café en mano y una sonrisa pintada en su rostro cansado después de una maratónica jornada de rodaje en Pol-Ka. Le sobran los motivos para estar radiante: cruzó el charco con el firme propósito de dedicarse 100% a la actuación y tal como publicó el 29 de junio en su cuenta de Instagram lookeada como Fabiana, personaje que encarna en la tira Argentina, Tierra de Amor y Venganza 2 (ATAV): “Los sueños se cumplen”.

Aunque habría que pellizcarla porque todavía no cae: “Estoy contenta, disfrutando, pero no sé si estoy dimensionando lo que estoy haciendo. Tal vez cuando salga al aire me daré cuenta. Disfruto del día a día, de lo chiquito: ir a filmar, divertirme con las escenas, estudiar la letra y más nada”, comenta.

Misión cumplida 

La descripción actual de su cuenta de Instagram dice actriz antes que conductora de TV, el rol al que el público uruguayo la asocia desde su debut frente a cámaras como notera de Consentidas (Canal 10). La explicación es simple: se alejó de la conducción pero siente que es un impasse y que más tarde o más temprano volverá.

En Annasofía conviven distintas facetas pero desde enero está enfocada en la de actriz. La decisión implicó salirse de su zona de confort, algo que le encanta, dejar la conducción de Bake Off (Canal 4) y mudarse a un apartamento en Palermo para empezar de cero. Le dio pena no haber podido estar para la segunda temporada del reality de pastelería, pero se le superponía con la filmación de una serie de Disney -aún no puede revelar el nombre- donde se la verá muy pronto.

“El camino se empezó a bifurcar, había que elegir y yo elegí la actuación. Me incliné por cumplir un sueño”, declara.

Es que jamás imaginó que a menos de un semestre de haber montado su hogar en Buenos Aires le iba a salir semejante propuesta y se iba e encontrar compartiendo set con Gloria Carrá, Andrea Rincón, Federico D’Elia, Juan Gil Navarro, Justina Bustos y Federico Amador.

“Hacía muchos años que buscaba una oportunidad para poder dedicarme a la actuación de forma profesional. Hay que tener paciencia. Tampoco es de un día para el otro. Estoy muy agradecida con Pol-Ka”, se explaya.

Está orgullosa de haber seguido perseverando y remando, por más que alguna vez haya pensado en tirar la toalla. No le quedó otra que cultivar la calma y aprender a no tomárselo como algo personal cuando la rechazaban en los castings: “Si hubiera abandonado no estaría acá”, advierte.

Su representante, Alejandro Vannelli, fue determinante para que consiguiera el papel en ATAV 2 por ser quien la presentó a las audiciones. Hizo un par de castings para diferentes roles y quedó en el personaje de Fabiana: “Es un poco rebelde y me divierte mucho hacerla”, dice.

Natalia Oreiro también aportó su granito de arena a esta causa. La conoció durante la gira de Got Talent (Canal 10) por el interior de Uruguay y la buena onda fue inmediata. Apenas Oreiro se enteró de que su compañera estaba reuniéndose con posibles managers en Argentina, no dudó en tenderle una mano.

“Me invitó a los Premios Konex, que ella iba a recibir una estatuilla. Es alguien a quien le voy a estar eternamente agradecida porque me orientó, me ayudó, y lo sigue haciendo. Siempre le pregunto cosas. Es de las personas más generosas con las que me crucé”, reconoce.

Fórmula exitosa

Annasofía lookeada de época para su personaje de Fabiana, en ATAV 2
Annasofía Facello caracterizada para su personaje de Fabiana, en la segunda temporada de ATAV.

Moverse de la comodidad fue el ingrediente mágico para su triunfo. A Annasofía le consta que no basta con pedirle al universo: “Las cosas llegan cuando uno está preparado para recibirlas, si uno está ubicado donde tiene que estar. Si decís ‘quiero actuar’ y no hacés nada, el universo no te entiende”, asegura. Ella siempre prefiere arriesgar a especular con lo que hubiera sido: “Para mí el fracaso es no intentar, quedarte con las ganas y sentir arrepentimiento”, opina.

La mudanza a la vecina orilla no fue la primera vez que Annasofía se movió con un objetivo en la mira. Salió de la universidad convencida de que quería dedicarse al periodismo escrito, trabajó en prensa, y procuró una pasantía en la Organización de los Estados Americanos (OEA). En Washington DC se dio cuenta de que esa área no era lo suyo y que tenía ganas de trabajar en televisión. Llamó a un profesor de la Universidad Católica y le rogó que le armara una pasantía honoraria. Así ingresó de aprendiz en Consentidas. Poco después la contrataron para el área de producción del programa y tanto insistió con que quería hacer notas que la designaron como movilera mientras María Gomensoro estaba de licencia maternal.

Cuando surgió la audición para Yo y tres más (Canal 10) se tiró al agua: “Era solo casting de voces, porque el programa iba a tener una locutora con una voz en off y quedé porque también me gusta hacer voces diversas. Después me pusieron una camarita. Y después fui haciendo notas, móviles, suplencias en la conducción”, cuenta. Y no paró más.

-¿La belleza fue importante para que consiguieras estar delante de cámara?

-La belleza te ayuda en la medida que vos tengas otra cosa para ofrecer. Y a veces te perjudica también, por los prejuicios. No importa tu aspecto, si no tenés algo que ofrecer, nada se sostiene. Te abre puertas y te cierra otras, como cualquier trabajo. Es una cosa más de lo que uno tiene para ofrecer, no es lo que te sostiene en un trabajo, ni te hace crecer.

Aprendiz

Cuando asumió su vocación de actriz decidió perfeccionarse en el exterior. Estudió en Nueva York, vivió un año en Madrid y en 2017 llegó a Asia por primera vez para hacer un curso intensivo en Bali. “Fue una de las experiencias más enriquecedoras de mi vida”, asegura quien disfruta de estar siempre en el lugar del aprendizaje.

El viaje a Bali trascendió el arte. Se quedó en una casa de familia y le permitió adentrarse en la cultura y religión de esta isla famosa por sus sitios ideales para el retiro espiritual. Annasofía se levantaba muy temprano cada mañana para rezar -la religión que predomina es el hinduismo- visitaba templos y meditaba. Tomó clases de actuación, danza y máscara balinesa. “Cada máscara tiene un arquetipo, hay una cuestión muy energética con el cuerpo y lo usan como forma de terapia”, explica.

Ama viajar y se armó una hoja de ruta nómada que le permite moverse a su antojo. “Construyo la vida que quiero a medida que voy transitando. Voy eligiendo lo que quiero en cada etapa y no planifico demasiado a largo plazo. En este momento estoy bien y contenta. Disfruto de esta oportunidad hermosa y ojalá se me presenten otras para seguir creciendo, aprendiendo, conociendo actores, directores y pueda filmar una película”, cierra.

Sus cosas

Su materia pendiente: La música ocupa un lugar importante en su vida y hace un tiempo muestra su bella voz en Instagram: “Es otra área que estoy posponiendo pero una cosa a la vez”, dice entre risas. Canta y también compone. ¿Habrá disco? “El día que sienta que tengo material que me guste y no me dé vergüenza mostrar”, responde.

Su viaje más especial: Su paso por Bali tuvo cero turismo. Se fue sola y le resultó una experiencia súper enriquecedora e intensa. Aprendió rituales, meditación e hinduismo. “Son una comunidad muy unida. Además de su profesión, cada uno es músico, bailarín, artista. No viven para trabajar y comprar. Están más conectados”, asegura.

Su presente: Consiguió el rol de Fabiana en la segunda temporada de ATAV gracias a que su representante argentino la presentó al casting. Por ahora compartió escenas con Andrea Rincón, Tato Quattordio y Justina Bustos. “Son todos muy sencillos y amorosos. Es muy cálido el ambiente, me siento como en mi casa”, cuenta entusiasmada.

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