NOMBRES

Ana de Inglaterra, la princesa trabajadora

Ana, hija de Isabel II, es uno de los miembros de la Familia Real británica más queridos por su sentido del deber, su austeridad, su discreción y por sus obras de trabajo social.

Ana ostenta el título de Princesa Real desde 1987.
Ana ostenta el título de Princesa Real desde 1987. Foto: AFP.

Conocida por su fuerte carácter y por el discreto cumplimiento de sus funciones monárquicas, la princesa Ana raramente muestra sus emociones. Pero la hija de Isabel II no pudo esconder su duelo mientras acompañaba a su madre en su último viaje.

Con Carlos III en Londres para cumplir con sus primeras obligaciones monárquicas, Ana fue la encargada de seguir, visiblemente afectada, el cortejo de seis horas desde el castillo de Balmoral hasta Edimburgo. Los británicos se emocionaron con su reverencia ante el féretro de su madre al llegar a la capital escocesa, en el último acto de respeto por la reina tras una vida de servicio.

La Princesa Real, título que ostenta desde 1987 como hija mayor de la monarca, marchó al lado del rey Carlos III y de sus dos hermanos durante la procesión que llevó el ataúd de Isabell II del castillo de Holyrood hasta la catedral de Saint Giles.

Dijo en un comunicado que tuvo “la suerte de compartir las últimas 24 horas de la vida” de su madre. Tanto ella como su hermano Carlos fueron las dos personas que estuvieron al lado de la reina durante sus últimos minutos en el castillo de Balmoral.

“Ha sido un honor y un privilegio acompañarla en sus últimos viajes. Ser testigo del amor y el respeto mostrado por tantos en estos viajes fue a la vez aleccionador y edificante”, mencionó en su primera declaración desde la muerte de Isabel II. “Es posible que se nos haya recordado cuánto de su presencia y contribución a nuestra identidad nacional dábamos por sentado. También estoy muy agradecida por el apoyo y la comprensión ofrecidos a mi querido hermano Carlos al aceptar las responsabilidades adicionales de la monarquía”.

A los 72 años, el papel de Ana en la monarquía puede cambiar ya que Carlos III, podría encontrar en ella un respaldo en el inicio de su reinado.

Más compromisos que cualquiera 

La princesa es la más trabajadora de la Familia Real y una copia de su padre, el príncipe Felipe. Tiene el patrocinio en más de 300 organizaciones, incluidas WISE, Riders for Health y Carers Trust. Su trabajo de caridad gira en torno al deporte, las ciencias, las personas con discapacidad y la salud en los países en desarrollo.
Ha estado asociada con Save the Children durante más de cincuenta años y ha visitado varios de sus proyectos.
Su trabajo resultó en su nominación para el Premio Nobel de la Paz en 1990.

Intento de secuestro

Ana tiene la reputación de ser el miembro más diligente de la familia real, compaginando una carrera de jinete que la llevó a los Juegos Olímpicos con una vida de compromisos públicos con un ritmo sostenido pero discreto, lejos de los escándalos en los últimos años.

Con la misma franqueza que caracterizó a su padre, el príncipe Felipe, ella mismo dijo que su carácter “no correspondía a la imagen que todo el mundo se hace de una princesa de cuento de hadas”.

“Se aprende por las malas”, dijo. “No hay escuela para la realeza”, agregó.

Ana, considerada fría y a veces criticada por su humor áspero, nunca buscó agradar a la prensa, estimando que ella no estaba para “hacer acrobacias”. Una vez le pidió a los fotógrafos que “se fueran”. La princesa, que escribe sus propios discursos, ha hecho camino en el sistema real de sus padres, pero eligió una vida más moderna para sus hijos.

También se ha ganado el respeto por respaldar más de 300 obras de caridad, ONGs y regimientos militares.

En 1974, Ana fue objeto de un intento de secuestro cuando su vehículo fue blanco de un ataque. Dos agentes de policía, el conductor y un transeúnte resultaron heridos por disparos.

Un documento publicado por los Archivos Nacionales reveló más tarde que el atacante Ian Ball apuntó su arma contra Ana y dijo: “Quiero que venga conmigo un día o dos porque quiero dos millones de libras. ¿Subirá a mi coche?” Ana respondió sin dudar: “De ninguna manera y no tengo dos millones de libras”

Relación fraternal en The Crown

La serie The Crown ha escenificado durante cuatro temporadas la historia de la familia real británica y donde aparecen varios momentos de la juventud de Carlos y Ana.
Una de las escenas más populares es cuando la princesa real le aconseja sobre su relación con Diana de Gales y su amor hacia Camila Parker.
Uno de los pocos encuentros que las cámaras, aunque sea en la ficción, han podido relatar de una relación entre dos hermanos que ellos mismos han dicho que han estado el uno para el otro.

Habilidosa amazona

Nacida el 15 de agosto de 1950 y bautizada como Anne Elizabeth Alice Louise, heredó la pasión por los caballos de su madre y rápidamente se convirtió en una habilidosa amazona. En 1971 ganó el campeonato de Europa de concurso completo. “Veía [en la carrera deportiva] el medio de demostrar que tenía algo además de mi familia y que la victoria o la derrota no dependían más que de mí”, explicó.

Se educó en la escuela Benenden y comenzó a asumir deberes reales cuando cumplió los 18 años.

En 1988 se convirtió en miembro del Comité Olímpico Internacional y formó parte del comité organizador de los Juegos Olímpicos de Londres-2012.

Vanity Fair recuerda que los guionistas de The Crown (Netflix) han mostrado su simpatía por ella presentándola como una mujer segura de sí misma que se atreve a dar su opinión sin medias tintas, que no duda en entregarse a sus aficiones con fruición y que, en su juventud, exprimió las posibilidades de su rango y se divirtió de lo lindo. Según esta serie, vivió un romance con Andrew Parker-Bowles, quien finalmente acabaría casándose con Camilla Shan-Kidd, el gran amor de su hermano Carlos y actual reina consorte.

En 1972, su boda con el oficial del ejército y campeón olímpico de equitación Mark Phillips fue seguida por 500 millones de televidentes. Tuvieron dos hijos, Peter y Zara, y rompiendo la tradición, la pareja decidió que Mark Phillips no recibiera ningún título real para que los niños pudieran sentirse libres de llevar su propia vida. La pareja se divorció en 1992 y nueve meses después la princesa se casó con el capitán de fragata Timothy Laurence, excaballerizo de la reina Isabel y a quien conoció mientras este prestaba servicio en el yate real Britannia en 1980. Su boda se celebró en Escocia porque la Iglesia anglicana no permite las uniones de personas divorciadas.

Su última aparición en los tabloides se debió a un incidente con uno de sus perros. En 2004 su bullterrier Florence tuvo que recibir ayuda psiquiátrica tras atacar a uno de los corgis de la reina, que finalmente tuvo que ser sacrificado, y a una de las empleadas de la reina.

Vanity Fair le dedicó un extenso reportaje de portada gracias al que se supo, entre otras cosas, que ella misma se maquilla, se arregla el pelo y escoge personalmente su atuendo -lo que no le ha impedido ser considerada todo un icono de estilo-, e incluso se coloca la tiara. O que la idea de jubilarse no entra en absoluto en sus planes. Ana de Inglaterra asiste a unos 500 actos al año. Ha estado asociada con Save the Children durante más de 50 años y ha visitado varios de sus proyectos.

Decimosexta en la línea de sucesión al trono, todo apunta a que la princesa Ana desempeñará un papel clave en el reinado de su hermano Carlos. Y que seguirá entregada a la “vocación de servicio” que ha heredado de sus padres. Tal y como recuerda el historiador Edward Owens, “ella siempre ha reconocido que la familia solo puede disfrutar de los privilegios de la vida real si trabaja duro”. (Con información de AFP)

éxito televisivo

Quinta entrega de The Crown

The Crown es una serie basada en hechos históricos, que dramatiza la vida de la Reina Isabel II y los sucesos políticos y personales más relevantes de su reinado. En su quinta entrega, la serie creada por Peter Morgan se centrará en principios y mediados de la década de 1990, abarcando principalmente el gobierno de John Major como primer ministro y el desplome del matrimonio entre Carlos de Inglaterra y Lady Di, finalizando con el fallecimiento de “la princesa del pueblo”. La Corona Británica vivió uno de sus peores momentos en 1992, cuando la misma Reina Isabel II se dirigió a sus súbditos calificando aquel año de “Annus Horribilis”, tras el final de los matrimonios de Sarah Ferguson y el príncipe Andrés, la princesa Ana y Mark Phillips, y el entonces príncipe Carlos y Diana Spencer.

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