Clásico de oriente

Tanizaki Junichiro y un rectángulo amoroso tóxico

Una novela japonesa de fines de la década de 1930 sobre el deseo y los laberintos que llevan a su satisfacción.

Tanizaki Junichiro
Tanizaki Junichiro

Tanizaki Junichiro (1886-1965) nació en un barrio rico de Tokio, en el seno de una familia acomodada que pocos años más tarde entró en decadencia y cayó en la pobreza. Considerado uno de los pilares de la literatura japonesa del siglo XX junto a Yukio Mishima y Yasunari Kawabata, comenzó a publicar su extensa obra en 1910. Con el paso del tiempo sus títulos se fueron acumulando, destacando entre ellos las novelas Hay quien prefiere las ortigas (1929), La vida enmascarada del señor de Musashi (1935) y El diario de un viejo loco (1961), varios libros de cuentos y el aclamado ensayo El elogio de la sombra (1933).

Instalado como sus coetáneos en el debate entre la occidentalización de la cultura japonesa y el rescate de sus fuentes tradicionales, podría decirse que el tema central de la obra de Junichiro es el deseo y los laberintos que llevan a su satisfacción, por lo general a través de vínculos tóxicos, al menos para la época en que sus historias fueron escritas. En ese sentido, una de las protagonistas de La llave (1956) se enamora de un amigo de su hijo, en Diario de un viejo loco un anciano es deslumbrado por su nuera, comprometiendo relaciones, reputación y fortuna, o en Arenas movedizas (novela escrita entre 1928 y 1930 y publicada originalmente por entregas en la prensa) una esposa sumisa y disciplinada comienza una relación lésbica con una joven de belleza deslumbrante.

La aventura, en síntesis, es la vía elegida por Sonoko Kakiuchi para escapar de un matrimonio sin futuro y de un esposo anodino, y es contada por la mujer a un supuesto “profesor” del que el lector no tendrá más datos y que prácticamente no interviene en la trama. Esta sube en complejidad cuando aparece un tal Watanuki, prometido impotente de la hermosa Mitsuko Tokumitsu, y cuando el marido de Sonoko también se enamora de ella, conformándose de este modo una extraña relación rectangular donde todo parece hundirse en una virulencia extrema, y en donde la muerte comienza a invocarse con frecuencia.

El discurso narrativo de Junichiro es sutil y va dando pautas de alguna manera silenciosas para expresar la tensión y la intensidad que une a los protagonistas, sobre todo a Sonoko y a Mitsuko, pero a cierta altura de la novela las explicaciones y conjeturas psicológicas comienzan a abrumar al lector, quien no necesitaba de tanto didactismo y redundancias. Las secuencias se reiteran, se narran como si no hubieran quedado lo suficientemente claras, y página tras página el dramatismo inicial va perdiendo interés y vigor.

ARENAS MOVEDIZAS (Manji), de Tanizaki Junichiro. Satori, 2019. Gijón, 246 págs. Traducción directa del japonés de Aiga Sakamoto y Miguel Martín Onrubia.

Reportar error
Enviado
Error
Reportar error
Temas relacionados