EDUCACIÓN

Un año del primer liceo tecnológico para mujeres del país: más oportunidades para las niñas de Casavalle

En Los Rosales las chicas realizan proyectos de robótica e informática y visitan empresas de tecnología de primera línea.

Los Rosales
Colegio y Liceo Tecnológico Los Rosales.

Micaela Valleri tiene 13 años y fue una de las 26 niñas que inauguraron el primer año del liceo tecnológico de Los Rosales, un centro educativo para niñas que funciona en el barrio Casavalle de Montevideo. Es el primer y único liceo tecnológico para mujeres que existe en el país. “Cuando llegué pensaba: ‘un liceo, ¿qué tiene de nuevo?’, pero las posibilidades que te da Los Rosales son sorprendentes”, expresó Micaela en diálogo con el país.

Compromiso.

Según la directora de la institución, Paola Terra, el liceo tecnológico permite brindar “mejores oportunidades” para las niñas de Casavalle, una zona calificada como de extrema pobreza por la Intendencia de Montevideo. “Caminamos hacia un lugar donde las chicas perciben la realidad tal cual es, y esta realidad es que si se forman van a poder tener mejores posibilidades para elegir dónde quieren estar en el futuro”, aseguró Paola.

El Colegio Los Rosales comenzó a funcionar en 2015 con nivel 4 y 5 de preescolar y primer año de escuela. Año a año se han ido abriendo cada uno de los cursos hasta completar primaria. El año pasado, las familias de las chicas que estaban en sexto de escuela le pidieron a la institución que continuaran el proyecto con secundaria.

“Para nosotros era un desafío, pero lo tomamos como un compromiso ineludible de poder acompañar a estas niñas en la preadolescencia y adolescencia”, sostuvo la directora.

Fue así como surgió el proyecto del liceo tecnológico, el cual forma parte de la Universidad del Trabajo del Uruguay (UTU). “Elegimos la opción de tecnologías en respuesta a la alta demanda de perfiles tecnológicos que hay en el mercado laboral”, señaló Paola. De esta manera, además de la formación curricular básica que tiene cualquier liceo, se suman talleres de robótica e informática.

Colegio y Liceo Tecnológico Los Rosales
Colegio y Liceo Tecnológico Los Rosales.

Derribar barreras.

En el liceo tecnológico se busca “desarrollar el pensamiento computacional y aplicarlo en proyectos”, indicó la directora. Micaela está muy contenta con eso: “Me gustaron las posibilidades que me dio el liceo de hacer proyectos con tecnología”.

Ella y otras compañeras idearon un pastillero con sensores: “La idea es que cuando pusieras la mano cayeran las pastillas y que también puedas programarlo para que te avisara cuándo tomarlas”. Además, recordó el proyecto de otras chicas de la clase, quienes trabajaron para programar un barco que juntara basura del océano y que produjera su propia energía a partir de paneles solares.

Melany Chagas es otra de las niñas que integraron el primer año del liceo tecnológico. Tiene 13 años y, junto a otras compañeras, desarrolló un proyecto de lentes para personas con discapacidad auditiva con el fin de que “cuando le hablaras a la persona, le aparecieran las palabras escritas en los lentes”.

Durante el año pudieron hacer funcionar pequeñas partes de estos proyectos y también crearon carpetas digitales con las propuestas. Participaron en las Olimpiadas de Robótica y otros concursos organizados por Plan Ceibal. “Han estado cerca de ganar algunas veces y eso demuestra que son capaces y que pueden tener un lugar”, aseguró Paola. A su vez, mencionó que han trabajado en proyectos transversales con otras asignaturas. “Por ejemplo, con biología estuvieron trabajando en el huerto y luego en informática programaron placas de micro:bit para medir la humedad de la planta cuando se riega”.

También han visitado empresas de tecnología “de primera línea”, como Globant. “Siempre nos remarcan el buen nivel de preguntas que hacen las chicas”, sostuvo la directora.

Y agregó: “Ellas están muy motivadas y seguras de lo que saben, y cuando van a un lugar lo demuestran”.

A pesar de los logros, su contexto las acompaña y moldea su forma de ver el mundo. En la visita a Globant, una de las niñas dijo que le encantaba el lugar y lo que hacían, pero que era un trabajo “para ricos”, relató Paola. Y admitió: “Me marcó mucho que no creyeran que es una oportunidad real para ellas”.

“Ese comentario nos impulsó a trabajar más de cerca con las empresas y a dotarles de más herramientas de tecnología y de inglés”, expuso la directora. En este sentido, afirmó: “Aún tenemos que derribar esas barreras, esos techos de cristal que tienen las niñas”.

Transformar vidas.

“Los Rosales es un liceo que me cambió para bien porque conocí cosas que en otros liceos no hubiera podido conocer”, expresó Micaela, y contó entusiasmada que su profesor de robótica les dijo que el año próximo harán competencias con robots que empezaron a desarrollar este año.

Para Paola, el propósito de Los Rosales es “transformar vidas”. “Esto no quiere decir que todas vayan a escoger la robótica o la programación en el futuro, pero sí que puedan tener la libertad de elegir”, aseguró.

Tanto el colegio como el liceo se llevan a cabo gracias al apoyo de empresas y particulares que, con sus donaciones, ayudan a financiar la operativa y la infraestructura de la institución. “Estamos creciendo y queremos llegar a completar el bachillerato, así que vamos a necesitar la colaboración de más empresas y personas”, señaló la directora.

De esta manera, invita a toda la sociedad a que se acerque al centro y lo conozca. “Aquí en Casavalle hay una oportunidad no solo para las empresas de tecnología, sino para el país. Podemos dar respuestas a muchas necesidades que hay en el mercado”, dijo.

Y añadió: “Lo que más queremos es que vengan, que conozcan lo que hacemos, y a partir de ahí podamos conversar acerca de si se puede entablar alguna sinergia”.

Su correo electrónico de contacto es [email protected] y están en Instagram como @losrosalescolegio y @losrosales.uy. También se puede donar a través de los números 0900 9018 (aporte de $140) y 0900 9019 (aporte de $200).

Treinta años de trabajo que dejan huellas.

Las raíces del Colegio y Liceo Tecnológico Los Rosales se remontan al año 1992 con el nacimiento del Centro de Apoyo al Desarrollo Integral (CADI). Este año están celebrando sus 30 años. El CADI se ha dedicado a atender niños y mujeres de la zona “para contribuir al desarrollo comunitario y a mejorar la calidad de vida de la infancia y la familia en situación de riesgo social”, según señalan en la página web de Los Rosales. Así, además del colegio y liceo, el centro cuenta con planes CAIF, Club de Niñas, Club de Abuelas y Formación Continua, entre otros proyectos.

A su vez, el colegio tiene una Escuela de Padres con el fin de apoyarlos en la educación de sus hijos e hijas.

“Entre los diferentes proyectos atendemos a más de 700 familias”, indicó la directora. Y agregó que “es un gran orgullo mantener esta institución durante 30 años porque quiere decir que al barrio le aportamos una educación integral que las familias están valorando”.

También expresó que “estar cumpliendo 30 años es una respuesta linda y clara de la sociedad que nos hace sentir que estamos dejando huellas”. Estas huellas pueden verse en casos concretos: “Durante muchos años estuvo funcionando aquí un Instituto Politécnico Laboral y una chica que cursó la carrera de testers ahora está en una empresa de software de primera línea, trabajando para el mercado americano”.

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