Laura Falero: "Creo que con los años me he puesto un poco más conservadora"

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"Es un momento complejo para el humor. Es difícil hacer humor dentro del trauma de la pandemia", dice Laura Falero quien, como digna artista contracorriente estrena un nuevo espectáculo. Una mejor persona tendrá una única fecha en La trastienda el 14 de octubre a las 21.00. Las entradas están en venta por Abitab desde 550 pesos. Hay beneficios con Club El País.

"Al habernos conectado tanto con la muerte por la pandemia, creo que nos vamos a convertir en una sociedad con más humor sarcástico o irónico", dijo.

—¿Ese no es tu estilo de humor?

—Sí, pero también está esa parte performática que me gusta resaltar, lo emocional. Sí es un show de humor que tiene algo de stand up pero hay un momento donde el acto de compartir una risa tiene algo más. No es solo reírnos para exorcizar e irnos más aliviados, ahí también se fugan tristezas, nostalgias y miedos. La risa ayuda a limpiar nuestro terreno emocional.

—Es un poco hacer comedia a contracorriente, buscando algo más que solo hacer reír.

—Sí. Podría ir por el lado del chiste de stand up, pero no lo hago porque ya no me da gracia. De hecho este show tiene momentos de reflexión sobre qué pasa con el mundo que se nos viene, la tecnología, el mundo y su relación con la gerontofobia. La pandemia dejó latente esta situación de las personas mayores, y me hizo pensar cómo voy a ser de vieja. La pandemia demostró que no es por el lado de la exclusión.

—¿Esa postura tiene algo que ver con el que hayas cumplido 40 años?

—Puede ser. Sigo siendo una mujer sola en el sentido de que no elijo la estructura tradicional de familia sino que tengo la esperanza que haya otras maneras de agruparnos, una familia elegida y abordo esas temáticas, sobre todo la crisis de los 40. En realidad es un show sobre la crisis de los 40 (risas).

—Es un tema que antes no podías abordar por tu falta de edad.

—Claro. Cuando arranqué tenía 27 años, creía que me iba a comer el mundo, que tenía las verdades de todo y cuando pasa el tiempo, entendés que hay otras cosas que trae la vida. Hay otro conocimiento y a la gente más chica le digo: “no sabés nada, te faltan vivir 10 años para entenderlo”. Creo que con los años me he puesto un poco más conservadora.

—¿Conservadora?

—Umberto Eco decía que en un punto todos somos conservadores porque estamos todo el tiempo cuestionando a tus padres y ellos a los suyos y es como una mamushka. Me he dado cuenta, al llegar a esta edad, que quiero conservar los valores que mamé en mi casa. Entonces dialogo con una generación más chica y con mujeres más grandes. Y en el show van a aparecer colegas comediantes y actrices para representar ese choque de generaciones.

—En las fotos promocionales aparecés con perlas y tomando champagne. ¿Eso tiene que ver con el show y ese sentirse conservadora?

—Soy una señora con perlas y, sí, la estética del show tiene que ver con eso. Tengo un lado rupturista, de que voy a salir a romper todo porque está todo mal con las injusticias, y por otro lado tengo que conservar lo que me enseñaron en casa: a querernos, cuidar a las personas y acompañarlas. Eso es lo que tengo que conservar y es lo que quiero transmitir.

—Es interesante la transformación que has tenido, porque sos más que una comediante de stand up. Componés, tocás el piano, sos docente, ¿sentís que has tenido un crecimiento?

—El stand up lo aprendí a hacer como si fuera un oficio. Me fue muy bien accidentalmente porque no fue algo buscado, no es que me dije: “quiero ser humorista o comediante”. Siempre fui música, actriz, docente, me gusta la comunicación, creo que el humor canalizó eso y con el correr de los años me empezó a quedar chico el recurso. Por eso no sé con qué profesión presentarme, porque siento que una persona que se dedica a vivir de una forma artística va cambiando y tiene la responsabilidad que el lenguaje cambie. El canal es el humor pero las herramientas que he adquirido siento que tengo que ponerlas a disposición.

—¿Por qué ponerle como subtítulo un show de humor y no de stand up?

—Porque todo el tiempo va cambiando y siento que así tiene que ser. Hay personas que se quedan en lo mismo porque les funciona pero a mí me hace ruido porque mi personalidad está en constante cambio, como ocurre con la sociedad. Y de esta forma se permite reflejar ese cambio social.

—En esa transformación que has tenido, ¿no sentís que antes estabas más enojada?

—Siempre estoy enojada. De hecho la performance más importante que hice en mi vida, Un cuerpo que opina, era sobre el enojo que habito desde muy chica y que lo trabajo hasta hoy. Creo que ha de ser porque me crié en un hogar muy protegida y amada, y cuando salís y te das cuenta que no todos los hogares son así, que te enfrentás a un mundo en guerra con gente que está mal querida y con violencia, mi respuesta fue el enojo. El humor me salvó al no haber hecho carnal a ese enojo porque muchas veces las personas se enferman por eso. A mí me rescató el sarcasmo y el humor ácido.