Sofía Muñoz, jurado de "Bake off", lanza libro: "Hablando gastronómicamente, estoy hasta en la sopa"

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Sofía Muñoz está a las corridas, pero dice que le gusta esa adrenalina que le da el último mes del año. “Lo extrañábamos, porque el año pasado en esta época estábamos viendo qué pasaba con todo”, dice la chef de Pecana. “Por eso estamos contentos de que haya pedidos y tengamos que cocinar mucho”, agregó la también jurado de Bake Off Uruguay (miércoles a las 21.00 en Canal 4) que además de todo lanzó su primer libro de cocina: Acá se come intensamente, ya disponible en la tienda de Canal 4 a 1.450 pesos.

Con apenas 31 años, Muñoz es toda una referente de la cocina uruguaya con un estilo muy particular para cocinar, y todo ese conocimiento lo vierte en este libro. De su trabajo en Bake Off, los participantes y su presente, habló Muñoz con Sábado Show.

—Este año explotaste. Tenés tu local, Pecana, también sos jurado en Bake Off Uruguay y además escribiste un libro.

—(risas) Hablando gastronómicamente, estoy hasta en la sopa. A mí me gusta mucho la adrenalina y el estar a full, entonces me gusta ese movimiento, estar yendo de un lado al otro. Además, me gusta generar contenidos. Siempre trato que sea en el rubro gastronómico y lo que aporta la gastronomía a todos nosotros.

—Ya estamos en las etapas finales de Bake Off. ¿Cómo sentís que ha sido la evolución de los participantes?

—Es un programa que para mí fue muy lindo hacer, pero además es muy lindo de ver. Si bien grabamos todo junto menos la final, se graba por ocho horas y con nueve cámaras. Por eso, lo que me gusta del programa es que encuentro cosas que no vi, porque no todo se ve. También me encuentro con el resumen de lo que pasó, porque nosotros decimos mucho más de lo que se ve ahí, y está bueno ver cómo se resumió todo. También me gusta mirar eso que no pudiste ver antes, porque no siempre estamos en la carpa. Hay un desafío en el que no estamos, en el desafío a ciegas, y lo mismo pasa con los testimonios, nosotros no vemos eso. Eso lo vemos mirando el programa.

—¿Y te ha sorprendido algún testimonio?

—Sí, te sorprendés. Lo mismo de lo que pasa dentro de la carpa, cómo arreglan las cosas. Porque vos ves una torta que puede estar divina, pero para llegar a ese resultado les pasó de todo. También te sorprende ver eso.

—En las últimas semanas en redes sociales criticaron a los jurados porque elogiaron una preparación que había caído al piso, ¿ustedes sabían eso?

—Nosotros nunca vimos que se cayó al piso, y ella cuando habla dice que se cayó. En la cocina las cosas se te pueden caer sacándolas de la asadera y se te caen en la mesada. Nunca supimos que se había caído al piso, nos enteramos mirando el programa. Nosotros felicitamos cómo ella se desenvolvió y salió adelante, sin saber que se había caído al piso la torta. Si se hubiese caído en una mesada no pasaba nada, era una actitud para felicitar, porque si te pasa eso, se rompe una torta y salís adelante, es para elogiar. Claro, no sabíamos el detalle que se le había caído al piso. Porque en la cocina todo el tiempo te pasan cosas difíciles, y no todo el mundo sabe superar esa dificultad en cocina, porque te empezás a desesperar.

—Eso se nota en los participantes que empieza a correr el tiempo y se empiezan a desesperar y algunos se frustran.

—A veces miro a los participantes y me pregunto cómo hicieron la preparación en tan poco tiempo y con los nervios. Porque uno lo puede hacer también, obvio, pero no son los nervios de querer ganar, porque no deja de ser una competencia, o los nervios de no ser una persona de los medios y estar con dos cámaras filmándote todo el rato. Y a medida que el programa transcurre, es impresionante cómo cada uno muestra su personalidad en las tortas, que es algo que les pedí en el primer momento y creo que es la clave para que un buen cocinero pueda tener su sello propio, y eso se empieza a ver ahora que ya están más cancheros con las cámaras y con los tiempos. Ahora empiezan a mostrar su forma de cocinar en los desafíos creativos, y en este último tramo se empiezan a destacar los que sin saber de quién es la torta, decís: fue fulano. Y eso que tienen poco tiempo para pensar qué van a hacer y están a contrarreloj.

—¿Eso de trabajar a contrarreloj también se aplica a vos con tu libro Acá se come intensamente?

—Sí, a contrarreloj total, y lo hicimos en dos meses. Fueron 200 páginas en dos meses y con más de 60 recetas que tienen fotos y además se combinan con videos. Las recetas más difíciles tienen un código QR que te lleva a un video donde estoy yo haciendo el paso a paso. Eso está buenísimo porque se genera una interacción y además, para que no se tornen tan difíciles, porque el libro tiene alguna receta complicada, pero quería incluirla en el libro porque son clásicos de Pecana y míos. De esta forma logramos que la receta esté, pero con un video. Entonces te cuento el paso a paso y la receta te va a salir bien sí o sí.

—Eso es un diferencial, porque muchas veces uno lee una receta y no sabe ni por dónde empezar.

—Sí, o la receta y la foto están divinas, pero no la podés llevar a cabo. Esa es la genialidad que tiene este libro. Nunca había hecho un libro, es mi primera vez y cuando surgió la idea de hacerlo dije: lo voy a hacer con gente que me guste cómo trabajo. Tenía que ser gente que supiese lo que estaba haciendo, y ahí fue que armamos el equipo sensacional. Está Silvana Nicola, una genia. Las recetas son mías, pero ella las emprolijó, yo soy cocinera y me gusta hacer las cosas a ojo. Ella me ayudó a bajar a tierra las recetas, a que puedan ser entendidas para todos. Y como ella no cocina mucho, me decía: esto no lo entiendo, y con su ayuda queda accesible para que todo el mundo entienda las recetas.

—¿Cómo fue hacer las fotos, que en un libro de cocina, es una parte importante?

—Sacamos las fotos con Sabrina Srur, ella es una crá sacando fotos. También lo que se destaca de ella es la paz que tiene, porque los rodajes de comida son eternos. Son muchas horas y me decía mové la cuchara para un lado y para el otro. Y ella tiene mucha paz, en comparación conmigo que soy como un torbellino. Hicimos un buen mix entre su parte y mi locura, las jornadas fueron lindas y las fotos quedaron espectaculares. Ella tiene muy buen ojo para el arte, entonces no son fotos tradicionales y quedaron geniales.

—¿Pensás repetir la experiencia de escribir un libro?

—No habíamos terminado de escribir este y ya estaba pensando en el siguiente. Silvana me quería matar, pero era porque armamos un equipo tan bueno que en ningún momento fue un estrés. Eso estuvo buenísimo.

—Tenés 31 años, un local abierto, un programa al aire y un libro en la calle. ¿Sentís que estás en un buen momento profesional?

—Sí, por suerte es un momento muy lindo y tengo la suerte de poderlo compartir con amigos y familia. Cuando uno está en un buen momento, como que lo sabés disfrutar con la gente que te rodea, eso es buenísimo. Y también tengo un equipo de trabajo, porque sin ellos no podría hacer todo lo que hago. Mi equipo me ayuda a poder hacer estas otras cosas que nos suman a todos.

—¿Hay más público gracias a tu exposición en los medios?

—Sí, hay público nuevo. El fiel está copado por el momento en el que estamos, y después hay mucho público nuevo que no conocía el local y ahora se animó a venir a probar. Eso también te puede jugar en contra, porque antes era Sofi y su restaurant, ahora es la jurado de Bake off, y la torta tiene que ser perfecta. Ya no hay marcha atrás. No hay margen para el error.

—¿Cómo descubriste este sello de tener tortas con mucho dulce de leche, con una estética como del food porn?

—Es mi sello, sí. Tuve un local antes donde solo era take away, y ahí cocinaba con una amiga, lavábamos, manteníamos el Facebook que era lo importante en ese momento, atendíamos, hacíamos todo. Eran 20 metros cuadrados con una cocina, un mostrador y ahí me di cuenta que tenía mucha cercanía con la gente y con la cocina en directo, cosas que todavía mantengo. Entonces soy de las que preguntan si le gustó, qué le pareció y pido un feedback. Además, soy de las que observa a la gente cuando prueba un bocado. Me quedo mirando la expresión y así descubro si les gusta o no. Y cada vez que hacía algo con mucho dulce de leche, le cambiaba la cara, por completo. Entonces me dije: es por este lado. A todo le pongo dulce de leche e intenté llevar ese sello a mis preparaciones.