TENIS

¡Una locura! Dio vuelta la raqueta y le pegó a la pelota con el mango: mirá cómo terminó la jugada

En la final del torneo de Metz, una acción del tenista kazajo Aleksandr Bublik dejó boquiabiertos a todos.

Aleksandr Bublik golpeó la pelota con el mango de la raqueta. Foto: captura.
Aleksandr Bublik golpeó la pelota con el mango de la raqueta. Foto: captura.

En julio pasado, la sentencia del controvertido tenista australiano Nick Kyrgios había dado en la tecla, aunque para muchos había resultado solo un justificativo para sus actitudes en las canchas. Ocurrió que en un partido de Wimbledon, el kazajo Aleksandr Bublik había sacado seis veces de abajo durante un game de su partido contra el estadounidense Frances Tiafoe. Sí, seis veces.

El luego finalista en ese certamen (perdió con Novak Djokovic) lanzó el mensaje por las redes sociales, adjuntando el video en cuestión: “Me encanta, es diferente. Pero si fuera yo, me acusarían de ‘tankear’ y me multarían con un mínimo de 15 mil libras”. ¿Cierto o exagerado? Esto último, porque no está especificada una sanción para esos casos. Aunque la ironía se entendía: con Nick suelen ser implacables las autoridades, sin soslayar que muchas veces suele incurrir en acciones desmedidas y fuera de las reglas.

Como antecedente, lo hecho por Bublik, de 25 años, puede interpretarse como un adelanto de lo sucedido este domingo, en ocasión de la final del ATP 250 de Metz. Durante el encuentro con el ascendente italiano Lorenzo Sonego, el kazajo, séptimo preclasificado, perdía por 7-6 y 3-1. Sacaba 30-40 y su primer servicio fue impresionante, fuerte y abierto, sobre el revés de Sonego, que apenas pudo responder. ¿Punto ganado?

A pesar del servicio, la pelota contestada por el italiano, que tomó altura, se veía que iba a pasar del otro lado de la red. Pero quedaba claro que, de no mediar un imprevisto, el sacador ganaría el punto con el siguiente golpe y que establecería el correspondiente deuce. Claro, nadie prevía que el imprevisto sería un despropósito, una locura. A Bublik no se le ocurrió un disparate mayor que... agarrar la raqueta al revés. Entonces, para sorpresa generalizada, pegó una suerte de smash defectuoso con el mango de la raqueta que Sonego neutralizó de revés. Exigido, el “creativo” kazajo apenas pudo volear, perdió insólitamente el punto y el game.

Cuando se fueron al descanso, mientras la gente no podía creer lo que había visto, Bublik se sentó en su silla y sonreía. No se sabe si celebrando su ocurrencia, que perfectamente puede ser interpretada como una falta de respeto al adversario, o no comprendiendo haber tenido esa reacción y estar sorprendido también él.

Finalmente, Sonego se impuso por 7-6 (7/3) y 6-2 y conquistó el certamen. Aunque en medio de la ceremonia de entrega de premios, todos seguían comentando la insospechada jugada de Bublik. Un jugador por cierto impredecible, pero sin el talento de Kyrgios, claro. Alguna vez, el kazajo comentó que había cambiado la forma de ver los partidos y los puntos en el ranking. Y es que de acuerdo con lo mencionado, cuando era más joven se la pasaba contando los puntos que podría ganar previo a los partidos. Sin embargo, fue hasta que dejó de preocuparse por estos que empezó a tener mejores resultados.

En otra ocasión, durante una entrevista con L’Equipe, de Francia, reveló alguno de sus pensamientos más intrincados. “Odio el tenis con todo mi corazón”, declaró. Y especificó: “Odio todos los días tener que jugar. Para ser sincero, no veo un punto positivo en ser tenista. Solo juego por dinero. Si no hubiera dinero en juego, dejaría este deporte de inmediato. Si no me retiré todavía es porque considero que no gané el dinero suficiente”.

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