MÉXICO

Garbiñe Muguruza en la historia: de la niñez en Caracas a campeona del WTA Finals en Guadalajara

La española de 28 años cerró una temporada inolvidable con la conquista del Masters del torneo femenino en México.

Garbiñe Muguruza. Foto: EFE.
Garbiñe Muguruza. Foto: EFE.

A su modo, Garbiñe Muguruza hizo historia en el tenis. Nacida en Venezuela, representa a España y reside en Suiza, y festejó uno de sus mayores éxitos sobre el cemento de México: conquistó en Guadalajara el WTA Finals, el Masters del tour femenino, al superar en una gran final a la estonia Anett Kontaveit por 6-3 y 7-5. A los 28 años, se convirtió en la primera jugadora española en obtener el certamen que reúne a las ocho mejores tenistas de la temporada. Tenía que ser ella, la única de las ocho europeas vencedora en un torneo que por primera vez también se realiza en Latinoamérica.

Muguruza, que llegaba a Guadalajara como la número 5 del mundo, conquistó aquí el 10° título de su carrera y el tercero de 2021, tras sus éxitos en Dubai y Chicago. Por encima, al menos cuanto a trascendencia, continúan sus festejos en dos pruebas de Grand Slam: Roland Garros 2016 y en Wimbledon 2017.

En México previamente había ganado en Monterrey (2018 y 2019), un certamen de menor relevancia. Pero esta vez Muguruza fue de menor a mayor para quedarse con un título muy preciado. La campeona recibió la copa de manos de Billie Jean King, la leyenda del tenis que -justamente- le da su nombre al trofeo mayor del Masters. Con este título, cerrará el año como la número 3 del mundo; un ascenso considerable y un regreso destacado a los primeros planos si se considera que empezó 2021 como la 15a del ranking.

Entrenada por su compatriota Conchita Martínez, y con dos argentinos en el cuerpo técnico, el preparador físico Santiago de Martino y la fisioterapeuta Adriana Forti, Muguruza cerró de manera inmejorable un torneo que había comenzado con una derrota ajustada ante la checa Karolina Pliskova; esquivó la eliminación al superar en tres sets a Barbora Krejcikova, y consiguió el pase a semifinales con un triunfo sobre Anett Kontaveit, la misma rival de la final, a la que derrotó dos veces en tres días. Ya en carrera y con confianza, doblegó en la semifinal a su compatriota Paula Badosa por 6-3 y 6-3.

Muguruza, nacida en octubre de 1993, es la tercera hija de José Antonio, un vasco que tenía una empresa de tuberías en Caracas, y de Scarlet Blanco, una venezolana dedicada a una familia que se completa con Asier e Igor, los hermanos mayores de Garbiñe, que apenas tenía tres años cuando empuñó por primera vez una raqueta, en el club Mampote, en Guarenas. La aventura continuaría cuando los Muguruza se mudaron a Barcelona, y la pequeña tenista encontró en la academia de Sergi Bruguera, recordado campeón de Roland Garros, el lugar para desarrollar su talento.

Fue número 1 del mundo durante cuatro semanas, en 2017. Acostumbrada a viajar de un lado a otro, Muguruza se considera una “ciudadana del mundo”, en sus propias palabras. Icono de un mundo globalizado, pasa buena parte de su vida arriba de un avión. Sin embargo, para encontrarse a sí misma, fue más lejos: la cumbre del Kilimanjaro, el pico más alto del África. También decidió realizar buceo en cuevas submarinas, para lo cual debió entrenarse con el Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS) de la Guardia Civil Española, y con la Brigada de Montaña.

Garbiñe Muguruza. Foto: EFE.
Garbiñe Muguruza. Foto: EFE.

Conquistar el Masters tuvo para la hispanovenezolana un sabor único. Porque antes de empezar comentó: “Para mí es un torneo super especial. Cuando me enteré que iba a ser en Latinoamérica casi me dio un infarto de la alegría, porque es como que una vez en la vida se puede hacer, y aparte por todo lo que ha pasado por el Covid… me alegro mucho que México haya apostado por el tenis femenino, y que tuviese el valor de realizar esto en apenas dos meses, y me hace mucha ilusión, la verdad, porque no es lo mismo para mi jugar ante el público latino que jugar en China”.

No le faltó tensión a una final tan trascendente. Las dos jugaron con agresividad desde el comienzo, pero en la búsqueda de ángulos Muguruza fue más consistente. Así se llevó el primer set y tomó ventaja en el segundo, pero un lapsus la dejó muy cerca de ir al tercero: 3-5. La española se recuperó a tiempo y ganó los últimos cuatro games en fila, con espíritu de campeona. Kontaveit intentó, pero pagó caro los 39 errores no forzados que totalizó.

“Me siento muy feliz. Fue una jornada muy emotiva. Fue especial jugar aquí, en Latinoamérica, y ganar en México. Sentí mucho apoyo aquí desde el primer momento, sentí una motivación especial, quería hacer lo mejor posible, pensé que tenía una buena oportunidad. ¿Ser Maestra? Suena fenomenal, una maestra del tenis... y es que al final lo he conseguido. Ha sido una semana que... uf, cuando empezó pensaba ‘no las tengo todas conmigo’, pero he aguantado, me he mantenido con la esperanza de que sí, que podía, y mira, me he demostrado que sí puedo. Tener mi nombre en la historia, no hay mejor sensación”, destacó Muguruza en la conferencia de prensa posterior a su gran victoria.

Garbiñe Muguruza. Foto: EFE.
Garbiñe Muguruza. Foto: EFE.

Campeona en París y en Londres, Muguruza podría apuntar ahora al Abierto de Australia y al US Open: “Pues sí, quedan ahí unos grandes que me faltan, pero son los trofeos los que más me motivan. Creo que el ranking ya fue; es bonito estar arriba, pero es la sensación de ganar y de tener el trofeo lo que me empuja a ser más ambiciosa. Hay una evolución. Tengo más experiencia y tranquilidad. Empecé el torneo con mal pie, le di la vuelta, y antes eso no hubiese sido posible”.

Después de casi cinco años sin conseguir una victoria significativa, Muguruza contó: “Es una gran sensación ahora, estuve muy cerca el año pasado en Australia (fue finalista), son esos momentos de los que nosotros nos alimentamos, las finales, porque es tan difícil ganar esto que cuando lo consigues sientes una sensación de alivio, de que valió la pena. Ansiaba mucho ganar este trofeo desde que el presidente (de la WTA) me dijo que se iba a jugar en Guadalajara, fue como una motivación máxima. Tener es objetivo muy difícil y lograrlo es una alegría inmensa”. La nueva número 3 agregó: “Fue un año en el que sufrimos y hemos apretado los dientes, quería empezar donde lo había dejado en 2020, y creo que ha sido mi mejor año”.

Luego, se animó a comparar: “Para las que ya hemos jugado estos torneos, tenemos claro que los Grand Slams son más vistosos, hay más historia... pero cuando estás entre las ocho mejores y cada partido es una final, sabes que la que se lleva este trofeo es la mejor jugadora del año. Quizá desde afuera se aprecia menos, pero desde adentro, para nosotras equivale casi a un Grand Slam”. Por último, dedicó el título a su equipo: “Son los que han estado conmigo en las buenas y en las malas: a Adriana (Forti), Santiago (De Martino), Conchita (Martínez), por soportarme, ja. Han estado conmigo en todas las burbujas y cuarentenas, así que se lo merecen”.

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