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Tabárez y la AUF: así se desarrolló la verdadera historia sin fin

La decisión estaba tomada por cinco neutrales, pero antes de la reunión con el maestro ya se había torcido el rumbo.

Óscar Tabárez en la Copa del Mundo de Rusia
Óscar Tabárez en la Copa del Mundo.

Aquello que comenzó a gestarse en Brasil, después de ver los rostros de los futbolistas y comprobar que por primera vez no recibían el apoyo del cuerpo técnico a través de un mensaje fuerte y motivador para el futuro, más emparentado con esa frase de “acá nadie tira la toalla”, dio lugar a una decisión. Firme. Consensuada. Sostenida, incluso, con el paso de las horas. Entonces, ¿qué pasó? ¿Qué provocó que se revirtiera lo que estaba definido en los intercambios de opiniones? ¿Por qué Óscar Tabárez sigue siendo el técnico de la Celeste?

El derrumbe de la determinación de cerrar el vínculo con el maestro, resolución que supo tener el respaldo de cinco integrantes del cuerpo de neutrales de la AUF, quizás no se produjo porque uno de esos cinco hizo creer una cosa que a lo mejor nunca tuvo en mente.

Pero vayamos a los hechos conocidos por Ovación a través de la infinidad de llamadas telefónicas realizadas con distintos interlocutores, incluso allegados a dirigentes y entrenadores.

Para empezar, la telenovela de la historia que no tuvo fin, al menos el que supo anunciarse después de que se había asegurado que podía producirse el cambio de timón, no se forjó en suspicacias periodísticas ni en ninguna desinformación. Nació del seno del Ejecutivo de la AUF.

Las goleadas “saca técnicos”, como suele definirse esos resultados tan abultados en la terminología futbolística, dieron lugar a las primeras consultas. La primera versión de que se venía un movimiento de tierra fuerte en la órbita de la Selección uruguaya de fútbol la entregó un integrante del Ejecutivo que estuvo en Brasil. Esperando que su nombre se mantuviera en el anonimato, narró que había visto “quebrado” a todo el cuerpo técnico. Además de utilizar ese término, agregó: “No hubo ni una palabra, ni un mensaje de motivación. En otras etapas he escuchado que al menos se decía que las posibilidades de clasificación seguían intactas”.

El festejo de Raphinha y Neymar en el Brasil-Uruguay. Foto: EFE.
El festejo de Raphinha y Neymar en el Brasil-Uruguay. Foto: EFE.

La confirmación de que hubo silencio, de que las voces de respaldo no surgieron con la firmeza que se podía esperar, también fueron ratificadas por un integrante de la delegación viajera. “No hubo problemas, pero sí todos estuvieron muy cabizbajos”.

Ese neutral se encargó de reconocer que estaban hablando de realizar un cambio en la conducción técnica, porque además de los magros resultados de la triple fecha observaban que había “un desgaste” importante. Explicó que algunos jugadores no se sentían cómodos con el modo de jugar y ni siquiera con los trabajos que se llevaban adelante.

Su palabra fue refrendada por otro integrante del Ejecutivo, quien incluso dio detalles de los aspectos que se estaban analizando: “Antes de resolver el final hay que saber si hay un plan B que pueda cumplirse, ver el tema económico y hasta saber cómo repercutirá en el plantel”.

Seguidamente, ante la insistencia periodística, supo reconocer que: “Ya sabemos que hay un importante técnico que está dispuesto a venir”. Tras remarcar ese aspecto, avisó: “No vayas a escribir que hubo un contacto”.

El aviso de que había una posibilidad permitió recordar el gusto del presidente de la AUF sobre un entrenador en particular, confesado en una noche de celebración de un equipo de transmisión deportiva. A raíz de eso, el equipo de Ovación entabló diferentes comunicaciones para terminar encontrándose con la certeza de que Diego Aguirre iba a ser el sustituto de Tabárez, una vez que se consumara el cese del maestro.

Es cierto, por lo que se pudo confirmar, que ningún integrante del Ejecutivo levantó el teléfono para hablar con el actual conductor de Inter de Porto Alegre, pero no es falso que la comunicación se produjo. Por el contrario, dos personas del entorno de Aguirre admitieron que la posibilidad había quedado arriba de la mesa. Y que, de confirmarse un cambio de timón, la Fiera arrancaba para Montevideo “nadando”.

Diego Aguirre. Foto: Prensa Inter.
Diego Aguirre. Foto: Prensa Inter.

Un referente de la dirigencia uruguaya y muy cercano a Aguirre, adelantó que existía una cláusula que podía provocar la salida del entrenador del club brasileño. Y hasta opinó: “es un cirujano, arregla todo”.

Un tercer integrante del Ejecutivo, muy cercano a Alonso, que admitió que el tema de la destitución de Tabárez había tomado vuelo, dejó entrever que había elementos a considerar que podían detener un peso específico muy grande para darle continuidad a su trabajo. Sin embargo, también fue honesto al revelar que “hay cierto cansancio de los futbolistas”.

La nota periodística tomó un perfil más contundente, cuando un cuarto integrante del cuerpo de neutrales dijo que Alonso estaba muy firme y que ni siquiera la llamada que había recibido de un integrante del plantel de la Celeste le hacía cambiar de opinión.

el relato corto

Puntos claves

1) La debacle deportiva ante Argentina y Brasil, con sendas goleadas y pobre reacción anímica, más la ausencia de un mensaje motivador en Manaos, fue lo que dio lugar a un profundo intercambio de opiniones entre los neutrales de la AUF.

2) Desde Brasil se trajo la opinión formada de que era necesario aplicar un golpe revulsivo. Los puntos de vista se fueron sumando en favor de provocar un cambio de timón. Se analizó que era bueno hacerlo antes de los cuatro partidos decisivos.

3) Se sabía que se podía encontrar una alternativa para la conducción técnica, pero Ignacio Alonso, al final, tomó la determinación de respaldar a Tabárez y sus compañeros del Ejecutivo terminaron concediéndole el respaldo para la continuidad.

Como las reuniones se seguían generando entre integrantes del Ejecutivo, y no se hacían con los siete miembros al mismo tiempo, las consultas volvieron a efectuarse. Mucho más después de que el periodista Rodrigo Romano asegurara en su cuenta de Twitter que Tabárez iba a seguir hasta noviembre.

Esa versión, sin embargo, fue desmentida por el neutral que había estado en Brasil. Cuando se le preguntó: “¿Estás seguro que no hubo marcha atrás?”. Su respuesta fue: “Sí, estoy seguro. Lo que empezamos a hablar en Brasil está resuelto. No cambió nada. No hay una definición en otro sentido”. Añadió, como nuevo elemento, que otro integrante del Ejecutivo hasta pretendía realizar una renovación más amplia, alcanzando a algún funcionario que cumple labores para la Selección. “Se van todos”, sugirió que se había expresado en horas de la tarde y que él lo había rechazado de plano con una importante discusión.

Sin embargo, la semilla de la duda había quedado plantada. Por lo que se siguió investigando y se produjo el contacto con un dirigente de relación muy estrecha con el presidente de la AUF. Sin darle vueltas al tema, puso muy en duda que Tabárez no fuera ratificado en su cargo. Esgrimió en su defensa que las cuentas le eran favorables, que los futbolistas no iban a dejar de respaldarlo en la cancha y hasta realizó una serie de cálculos de posibilidades tomando en cuenta los diferentes cruces. Curiosamente, esas posibilidades luego fueron manejadas por integrantes del Ejecutivo.

Debido a esta exposición se volvieron a efectuar nuevas comunicaciones con neutrales, los que insistieron que no había surgido un elemento nuevo.

La portada de Ovación sugirió que el paso de las horas serían decisivas y por eso se jugó con el ruido de las agujas del reloj: “Tic, tac, tic, tac”. Y se dejó en claro que la continuidad “corría riesgo”.

Óscar Tabárez, José Herrera y Celso Otero. Foto: Estefanía Leal.
Óscar Tabárez, José Herrera y Celso Otero. Foto: Estefanía Leal.

Empero, la ola que venía creciendo y que empezó a tener más fuerza en las cuentas de Twitter de periodistas, algunos le daban las gracias a todo el cuerpo técnico por el largo recorrido realizado, se detuvo. Antes de sostener la entrevista con el cuerpo técnico en el Complejo Celeste, un dirigente que hoy está retirado del fútbol avisó al periodista: “Sigue Tabárez, olvidate. Si lo querían sustituir no se reúnen con él y mucho menos se enteran ustedes que se reúnen”.

Las voces de aquellos neutrales más firmes, también empezaron a aplacarse. Y tres de ellos dejaron en claro: resuelve el presidente. La novela, entonces, que aplacó el impacto que debió tener el sorprendente cambio de árbitro para el partido de Deportivo Maldonado y Peñarol, terminó sin el fin anunciado.

Tabárez, que no tenía el voto de cuatro neutrales, fue escuchado, admitió errores cometidos y oyó como nunca antes a los directivos hacer cuestionamientos deportivos. Pero se quedó en el cargo. Y no lo hace hasta noviembre, sino hasta el final de las Eliminatorias.

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