SELECCIÓN

Cómo les fue a los que estaban a prueba: De la Cruz sacó pasaje a Qatar y Canobbio puso un pie en el Mundial

Salió todo redondo: Uruguay ganó su último partido previo al Mundial y Diego Alonso probó jugadores y hasta tres sistemas tácticos.

Nicolás De la Cruz. Foto: AFP.
Nicolás De la Cruz. Foto: AFP.

Uruguay ganó en su último partido de preparación para el Mundial de Qatar 2022, pero eso es un simple resultado para la estadística. Más allá de que el triunfo ante Canadá sirvió para recuperar la confianza, principalmente luego de la derrota del pasado viernes contra Irán, este partido le dio la posibilidad a Diego Alonso de probar sistemas tácticos y jugadores sin sufrir sobresaltos.

Eso no es un detalle menor porque en los últimos cinco partidos la selección había tenido lesionados antes de finalizar el primer tiempo.

El equipo jugó a un gran nivel en los primeros 45’ y luego en el complemento administró la ventaja. Nicolás De la Cruz abrió el tanteador con un golazo de tiro libre (5’) y luego Darwin Núñez puso el segundo con un cabezazo (33’) tras un centro perfecto de Luis Suárez.

Diego Alonso, DT de Uruguay. FOTO: @Uruguay
Diego Alonso, DT de Uruguay. Foto: Prensa Uruguay.

El partido le sirvió a Alonso para sacar apuntes en defensa debido a que no pudo contar con Diego Godín, Josema Giménez, Sebastián Coates ni Ronald Araujo, todos en sanidad.

El Tornado había anunciado que iba a meter mano en el equipo, pero que mantendría la base. Lo cierto es que de arranque mandó a tres que tienen (o tenían) que confirmar su pasaje al Mundial: Guillermo Varela, Agustín Canobbio y Nicolás De la Cruz.

El primero fue de menos a más. Arrancó con algunas complicaciones en la salida y luego se fue sintiendo más cómodo. Terminó completando un partido aceptable. La lesión de Ronald Araujo, que salvo un milagro no estará en Qatar, incrementa sus chances de meterse en la nómina final.

Agustin Canobbio en el partido de Uruguay contra Canadá. Foto: EFE
Agustin Canobbio en el partido de Uruguay contra Canadá. Foto: EFE

El segundo salvó con buena nota la prueba. Generó la falta del primer gol y se animó a romper líneas. Encaró, hizo la banda y encima dio una mano en el retroceso. Está claro que por características, como Facundo Pellistri por ejemplo, es del paladar del DT. Canobbio dio un paso importante en su sueño de asistir al Mundial.

Tercero, y párrafo aparte, el rendimiento de Nicolás De la Cruz. Fue el mejor de Uruguay ante Irán cuando entró y ayer aprovechó su chance para ir desde el arranque. La rompió toda. Marcó un golazo de tiro libre y se puso el equipo al hombro. Demostró que jugando libre por todo el frente de ataque, como la hace en River argentino, es como más cómodo se siente. Si alguno aún tenía dudas, De la Cruz terminó de despejarlas. Es número puesto para Qatar.

Entre los otros nombres que cambió Alonso del partido de Irán a este estuvieron Martín Cáceres, que claramente no está a prueba en la selección, y Sebastián Cáceres, que redondeó un rendimiento aceptable y se mostró más seguro que en su debut. En el complemento hizo su estreno Martín Satriano, pero entró con el partido ya liquidado y con el trámite algo desvirtuado. Difícil evaluarlo. Los demás ingresos fueron todos nombres que habitualmente ya vienen jugando con el DT.

Martín Satriano en su debut con la selección uruguaya durante el amistoso ante Canadá. Foto: AFP
Martín Satriano en su debut con la selección uruguaya durante el amistoso ante Canadá. Foto: AFP

Lo otro destacable del amistoso con Canadá es que Alonso pudo cambiar varias veces de sistema táctico. Comenzó el partido con un 4-4-2, pero en el complemento con el ingreso de Giorgian De Arrascaeta pasó a un 4-2-3-1. En los últimos 20’ sumó a Matías Viña como tercer zaguero, para seguir sacando conclusiones en medio de los inconvenientes sanitarios que tiene la defensa, y probó con una línea de 5. Fue el tercer sistema táctico que utilizó el DT en el encuentro.

Eso sí: más allá de los nombres y el esquema, siempre mantuvo la idea de tener la pelota y sumarle buen pie por el centro y velocidad por afuera. Durante todo el partido, por ejemplo, obligó al equipo a salir jugando desde el área. Sergio Rochet nunca mandó la pelota a dividir. Todo lo contrario: siempre se juntó con Federico Valverde o Rodrigo Bentancur, que en esas incidencias hacían el retroceso, para darle una salida limpia a Uruguay.

Salió todo redondo. Uruguay ganó y el Tornado hizo todas las pruebas que quiso.

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