HISTORIAS MUNDIALES

En qué anda Brasil, el candidato de todas las copas del Mundo

Neymar es la figura pero no el único argumento de un plantel con múltiples variantes

Neymar
Neymar

Existen cosas que vuelven cada cuatro años, como un cometa puntual que cumple su órbita, en ocasión de la Copa del Mundo. Dos tienen que ver con Brasil: una, seguro estará entre los equipos clasificados (es el único seleccionado que nunca faltó a un mundial) y dos, también estará entre los favoritos.

Para Qatar estas tradiciones mantienen su vigencia. Por ejemplo, la Canarinha es la mejor considerada por las casas de apuestas británicas para conquistar el título. De la misma forma, las predicciones matemáticas, que se basan en el sistema de puntuación Elo, le dan 26,35% de posibilidades, contra 18,41% del segundo, Argentina.

Claro que algo similar ocurrió en Rusia 2018, en Brasil 2014, en Sudáfrica 2010 y en Alemania 2006, y sus apostadores quedaron sin nada. Solo cuando jugó como local alcanzó las semifinales, y eso le costó la humillante derrota ante Alemania por 7-1 en Belo Horizonte. Para tener un Brasil campeón del mundo hay que retroceder hasta Corea-Japón 2002, a los tiempos de Ronaldo, Ronaldinho y Rivaldo.

Veinte años después, la constelación de astros que alinea Brasil parece indicar que llega la gran oportunidad de conquistar la sexta Copa. La derrota ante Bélgica, en los cuartos de final de Rusia, no marcó como tantas otras veces el final de un ciclo en un seleccionado siempre poderoso pero al mismo tiempo sometido a las mayores exigencias: para los torcedores, nada que no sea el título tiene valor. Aquella caída resultó un duro golpe, pero se mantuvo en el cargo al técnico Tite y muchos jugadores de entonces siguen en el plantel.

De esa forma, el equipo ahora es una máquina de jugar al fútbol bien aceitada y con un montón de piezas de repuesto, si es necesario colocarlas. La cantera del fútbol brasileño sigue produciendo cracks. No hay ahora ningún gran equipo europeo que no tenga un brasileño como titular. Y casi todos poseen experiencia en la selección: como las eliminatorias sudamericanas resultaron prácticamente un paseo, el técnico se dio el lujo de probar jugadores en muchos partidos.

Brasil se clasificó con mucha anticipación y en forma invicta, con 45 puntos obtenidos en 14 victorias y tres empates. Hizo 40 goles y recibió apenas cinco. Queda un encuentro pendiente, frente a Argentina, suspendido por un episodio tragicómico derivado de la pandemia. Claro, justo es contra los argentinos, responsables de la derrota más dura de este período, cuando le arrebataron la Copa América 2021 en el mismo Maracaná.

Qatar marcará la despedida de Tite del seleccionado, más allá del resultado: lo anunció el propio entrenador.

EL ESTILO. Después de años de debates internos sobre si había que jugar “a la brasileña” o tratar de “europeizar” el juego, el entrenador Adenor Leonardo Bacchi, o sea Tite, se inclinó claramente por la primera opción, pero con el pulso competitivo que dan las competencias europeas. Después de todo, la mayoría de sus jugadores milita en clubes del viejo mundo.

Tampoco hay una preocupación excesiva por los esquemas. El técnico ha variado el sistema (4-2-3-1, 4-1-4-1, 4-3-3…), facilitado por la ductilidad de sus hombres. Si bien prefiere a mediocampistas que colaboren en la marca, la prioridad es el ataque, con laterales que suben constantemente y delanteros completos: rápidos, hábiles, de técnica precisa y facilidad para el gol.

La estrella sigue siendo Neymar, más allá de sus muchos desencuentros entre las ilusiones y la realidad, sobre todo en el PSG. Pero abundan las variantes. La nueva figura es Vinicius Junior, el velocísimo delantero del Real Madrid, cuyo único defecto era su imprecisa definición, pero está evolucionando también en ese aspecto. Y también aparecen Raphinha, Gabriel Jesús, Richarlison , entre otros, listos para entrar si es necesario.

El eje en el mediocampo es Casemiro, el hombre del Real Madrid, fuerte y con personalidad. Pero como Tite nada en la abundancia, también reclama su lugar el volante de Liverpool Fabinho.

Hasta en el arco, un puesto que no siempre estuvo bien cubierto en las selecciones verdeamarillas, hay figuras: puede ser Alisson, también del Liverpool, o Ederson, del Manchester City. Es muy sugestivo que los arcos de los dos principales equipos de la Premier estén cubiertos por metas brasileños.

En la defensa sobresale la experiencia de Thiago Silva, todo un emblema de los seleccionados brasileños. Una observación: llegará a Qatar con 38 años, por lo que habrá que ver si responde físicamente.

Con tanta variedad de recursos, es difícil aventurar una formación para el Mundial. En tren de especulaciones, podría ser con Alisson; Danilo, Militao, Thiago Silva y Alex Sandro; Casemiro, Fred, Paquetá; Vinicius, Neymar y Raphinha.

Si hay un déficit, es la falta de competencia ante rivales europeos. Desde el Mundial 2018 casi no ha jugado ninguno, entre la alteración de los calendarios debido a la pandemia y la falta de fechas libres que deja la Liga de Naciones de la UEFA. Sus rivales han sido sudamericanos, africanos o asiáticos, contra quienes impuso una amplia superioridad. Sería muy interesante ver un duelo contra Inglaterra, Alemania o Francia, pero para eso habrá que esperar a las instancias finales de Qatar.
 

HISTORIA

Cinco títulos y cero falta

Brasil es la única selección que participó en la fase final de todos los mundiales: siempre consiguió la clasificación y cuando era por invitación siempre aceptó. Por ejemplo, no acompañó el boicot sudamericano para Francia 1938, cuando Argentina pretendía ser la sede y Uruguay la acompañó en su protesta.
En las primeras dos ediciones Brasil quedó eliminado rápidamente, pero ya en 1938 alcanzó la semifinal.
Después organizó el torneo en 1950 con todas las ganas de ganarlo, pero ya se sabe que perdió el encuentro decisivo ante Uruguay.
En Suiza 1954 fue eliminado por Hungría en cuartos de final, un partido que terminó en batalla campal. Se preparó bien para Suecia 1958 y por fin fue campeón. Y mantuvo buena parte del equipo para retener el título en Chile 1962.
Tuvo su peor actuación en Inglaterra 1966, eliminado en primera ronda. Pero cuatro años más tarde, en México 1970, arrasó para quedarse con la copa Jules Rimet en propiedad.
Después estuvo siempre más o menos cerca, aunque la torcida no quedó conforme si no era el título. Fue cuarto en Alemania 1974, tercero e invicto en Argentina 1978, eliminado en segunda fase pese a una gran campaña en España 1982, eliminado en cuartos de final en México 1986, eliminado en octavos en Italia 1990, campeón en Estados Unidos 1994, finalista en Francia 1998, campeón en Corea-Japón 2002, eliminado en cuartos en Alemania 2006, lo mismo en Sudáfrica 2010, cuarto en Brasil 2014 y eliminado en cuartos en Rusia 2018.

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