Claudio Fantini
Claudio Fantini

Sobre las lluvias de oscuro dinero chavista

El dinero del que habló el ex jefe de la contrainteligencia chavista podría explicar el silencio de algunos líderes latinoamericanos frente a crímenes del régimen venezolano.

La dificultad que tienen para exigirle a Maduro que libere los presos políticos, restituya la división de poderes y permita elecciones creíbles, no se explica por afinidades ideológicas. Los ideologismos son el camuflaje de razones oscuras. Y parte de esas razones serían los petrodólares que repartieron Hugo Chávez y su canciller y posterior sucesor, Nicolás Maduro.

Detenido en España y en trámite de extradición a Estados Unidos, Hugo Carvajal declaró que el ex presidente español Rodríguez Zapatero tiene en Venezuela una mina de oro que “le regaló” Maduro, cuyo régimen también envió dinero al partido Podemos, hoy parte de la coalición que gobierna España.

Según el ex jefe de inteligencia y contrainteligencia militar, el régimen venezolano enviaba además dinero a Néstor Kirchner, Lula da Silva, Evo Morales, Rafael Correa, Ollanta Humala, el dirigente izquierdista colombiano Gustavo Petro y el ex presidente hondureño Manuel Zelaya entre otros.

La historia de Carvajal justifica poner siempre en duda lo que dice. A su vida militar la marcó haber tenido de instructor en la academia de oficiales a Chávez, por entonces capitán, a quién acompañó en el levantamiento golpista de febrero de 1992 contra Carlos Andrés Pérez. Carvajal estuvo preso por aquella sedición. Y con Chávez en el poder se convirtió en jefe de la inteligencia militar, manejando luego la contrainteligencia.

Desde esas estructuras pudo ser una pieza clave en los vínculos secretos del régimen con las FARC, la banda narco-militar llamada “cartel de los soles” y mafias de Rusia, Irán y Turquía que explotan ilegalmente recursos en el arco minero del Orinoco. Esos vínculos lo empujan a una prisión norteamericana, pero también le dan armas para negociar su libertad a cambio de información neurálgica sobre los mecanismos de recaudación ilegal del régimen.

Esos mecanismos explicarían el blindaje que tiene la cúpula del poder, donde los altos mandos militares no sacan los pies del plato para mantener los privilegios pagados con dinero sucio.

La repartija de dólares a gobernantes y dirigentes de otros países, junto con el petróleo subsidiado que Chávez repartió entre los países del ALBA (Alianza Bolivariana para América), fue el instrumento de construcción de poder y liderazgo personal a escala regional.

Chávez financió con petróleo y con dinero de PDVSA la compra de influencia y culto personalista, para alcanzar el rango de líder latinoamericano. Según Carvajal, Maduro pagaba esa cuentas desde la Cancillería. Y es posible inferir que al convertirse en presidente, con PDVSA ya desahuciada, habría comprado silencios y complicidades desde arcas secretas abarrotadas con recaudaciones del narcotráfico y de las mafias foráneas que explotan ilegalmente la cuenca del Orinoco.

La funcionalidad al régimen que tuvieron las mediaciones de Rodríguez Zapatero, así como denuncias anteriores sobre pagos a Podemos recibidos por Juan Carlos Monedero, resultan creíbles. También los pagos a Kirchner, que habían dado una señal cuando en un aeropuerto argentino le quitaron una maleta con casi 800 mil dólares a Antonini Wilson, un turbio miembro de la “boliburguesía” que llegó en un vuelo privado con funcionarios kirchneristas y chavistas.

Algunos señalamientos generan dudas, como el del supuesto envío de dinero al Movimiento 5 Estrellas. A diferencia de Podemos, el partido italiano que sólo acepta contribuciones privadas llegando a rechazar 42 millones de euros que le correspondían en reembolsos por las elecciones del 2013, nunca tomó posiciones a favor del régimen chavista. Y es difícil ver al fallecido Gianroberto Casaleggio, cofundador del movimiento y experto en comunicaciones que había editado el blog del juez Antonio Di Pietro, como un corrupto camuflado de incorruptible.

Pero la mayoría de los casos latinoamericanos señalados por Carvajal, resultan creíbles por los silencios de los líderes mencionados frente a la represión y el autoritarismo chavista.

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