Claudio Fantini
Claudio Fantini

La burla de Bolsonaro

Mientras el sismo político causado por el “vacunatorio VIP” sigue sacudiendo al gobierno de Alberto Fernández, el presidente de Brasil se burla de su par argentino en las redes.

Jair Bolsonaro difundió con una captura de pantalla un artículo del diario O’Globo que, con el título, “Epidemia de Desilusión”, habla de una emigración de argentinos de clase media-alta y también de clase alta.

El jefe del Planalto quiso acrecentar el daño que al opaco gobierno argentino está causando el escándalo por la vacunación de privilegio a miembros y allegados del poder.

La revelación daña a la atribulada gestión del gobierno kirchnerista porque deja a la vista que un liderazgo que se presenta como bastión de lucha contra la inequidad y los privilegios, evidenció su propio comportamiento oligárquico en un terreno tan sensible como el de la pandemia, agravado por el faltante crítico de vacunas que deja sin protección a decenas de miles de médicos y enfermeros que están en la primera línea de lucha contra el coronavirus.

El escándalo impacta en la imagen de dirigentes que posaban de superioridad moral y juzgaban a los demás. Algunos de los que dejaron su hipocresía al descubierto, posaban de Fiscales de la patria a pesar de tener sombras muy oscuras en sus respectivos pasados.

El púlpito desde el que el kirchnerismo sermonea y se postula como ejemplo de equidad y defensa de los más débiles, quedó resquebrajado por el uso de la influencia y el poder para obtener la inmunidad que necesita con urgencia el personal médico y los millones de personas en situación de vulnerabilidad por la edad o por fragilidades en la salud.

Pero las miserias que este escándalo pone en evidencia no implican que el presidente de Brasil tenga autoridad moral para burlarse, ni que esté bien hacerlo en las actuales circunstancias.

Bolsonaro pasó largos meses obstruyendo los esfuerzos de dos ministros de Salud a los que terminó echando. Decapitó el ministerio crucial en una pandemia como parte de su acción de sabotaje a las medidas sanitarias.

Entre sus acciones para sabotear el distanciamiento social, figuran decenas de actos y reuniones a los que llegaba sin barbijo y se abrazaba con la gente, además de promover el uso de hidroxicloroquina como medicamento eficaz contra el COVID-19 cuando la ciencia a nivel mundial lo desaconsejaba. Y como si no bastara, hizo campaña contra las vacunas mediante afirmaciones absurdas.

Por otro lado, la burla de Bolsonaro contra el gobierno argentino perjudica los esfuerzos para recomponer un diálogo imprescindible y urgente en el Mercosur. Funcionarios claves de Alberto Fernández, como el embajador Daniel Scioli, el canciller Felipe Solá y el secretario de Asuntos Estratégicos, Gustavo Béliz, estaban avanzando en la recomposición de una relación dañada desde el primer momento. Procuran organizar una reunión entre Fernández y Bolsonaro el 26 de marzo, cuando se cumplan 30 años del Tratado de Asunción.

También Brasil trabaja en esa dirección. Lo prueba el viaje a Buenos Aires del secretario de Asuntos Estratégicos, Flavio Viana. Por eso la burla del presidente brasileño es tan inoportuna. De por sí, la región necesita recobrar el apego a la diplomacia que impone a los altos funcionarios no inmiscuirse en asuntos internos de otro estado.

La irresponsabilidad que implica ese tipo de injerencia es aún más grave en el marco de una pandemia. Además, Bolsonaro defendía al gobierno argentino anterior mientras que, el artículo de O’Globo que usó para atacar a Fernández, señala entre las causas de la emigración aludida al “fracaso de Macri”.

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