ESTE SÁBADO 

Yoweri Museveni fue elegido presidente de Uganda por sexta vez; rival denuncia fraude 

Tres cuartas partes de los 44 millones de ugandeses tienen menos de 30 años y no han tenido otro presidente que Museveni.

Partidarios de Museveni festejan su victoria este sábado en Kampala. Foto: Reuters
Partidarios de Museveni festejan su victoria este sábado en Kampala. Foto: Reuters

A sus 76 años, Yoweri Museveni ganó el sábado un sexto mandato para presidir Uganda. En el poder desde 1986, obtuvo el 58,64% de los votos, después de una votación muy cuestionada por su rival Bobi Wine, que denuncia múltiples fraudes.

Wine, cuyo verdadero nombre es Robert Kyagulanyi, obtuvo el 34,83% de los votos, anunció el sábado la comisión electoral de este país de África oriental.

La participación fue del 57,22%. Alrededor de 10,3 millones de ugandeses acudieron a las urnas para esta elección, que se desarrolló en una aparente calma el jueves, pero bajo la fuerte presencia de policías antidisturbios y militares, y con un corte de internet como telón de fondo.

Las elecciones se celebraron tras una campaña particularmente violenta, caracterizada por el acoso y la detención de miembros de la oposición, ataques contra los medios de comunicación y la muerte de, al menos, 54 personas en disturbios tras la enésima detención de Wine, cuya campaña se obstaculizó en gran medida en nombre de las restricciones contra el COVID-19.

Bobi Wine, diputado de 38 años y principal rival de Museveni entre los 10 candidatos de oposición, impugnó de antemano los resultados del escrutinio ya el viernes, denunciando "una farsa absoluta" y estimando haber "ganado ampliamente" la elección.

El antiguo cantante de raggamuffin, que galvanizó a una parte de la juventud ugandesa, denunció por ejemplo que hubo papeletas de votación rellenadas de antemano, electores que no las recibieron o agresiones contra los observadores de su partido, a veces expulsados de los colegios electorales.

El partido de Wine, la Plataforma de la Unidad Nacional (NUP), no excluye la posibilidad de manifestaciones, como durante la campaña electoral.

"La gente está enojada porque robaron su voto. No me necesitan a mí ni a Bobi para decirles que se enojen", dijo el portavoz de la NUP, Joel Ssenyonyi. "Ni siquiera nosotros podemos controlarlos", agregó.

Antes del anuncio de los resultados, Museveni advirtió a la población que el acto de impugnar violentamente la elección sería considerado como una "traición".

La policía aconsejó a los ugandeses que no salieran a celebrar o cuestionar los resultados, invocando las medidas de lucha contra el COVID-19, las mismas que se utilizaron durante la campaña para impedir las reuniones de la oposición.

Tres cuartas partes de los 44 millones de ugandeses tienen menos de 30 años y no han tenido otro presidente que Museveni.

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